COMPROMETIDOS

CAPÍTULO 4

—Christopher,lleva a Erick a la preparatoria—el castaño abrió los ojos aún más grandes de lo que ya eran mirando a su madre.

—¿Que yo qué?—su madre fruncio el ceño.

—¡Que lleves a tu novio a la preparatoria mierda!—Se levantó de la mesa y tomó la mochila de Erick que miraba la escena con diversión.

—Vamos mocoso—el chico asintió y dando un beso en la mejilla de la señora Yenny corrió tras Chris.

Llevaba cuatro días en esa casa con la familia Vélez, los días y las noches eran tranquilas, él por su lado y Christopher por el suyo. Algunas veces despertaba debido a algo puntiagudo tratando de entrar en alguna parte de su cuerpo que bajaba de una patada,pero nada de que preocuparse.

Al día siguiente de su llegada las cosas con Christopher se habían calmado el castaño le ofreció algo así como un "contrato" El cual decía que aceptaba el matrimonio siempre y cuando después de un año de casados podían acceder al divorcio sin problema alguno,su familia se negó rápidamente pero el castaño sacó otra hoja en la cual en letras muy pequeñas decía claramente que aceptaba el matrimonio pero podían divorciarse en un año si NO habían SENTIMIENTOS de por medio,sus familias aceptaron el trato y ambos chicos firmaron al final de la hoja.

Ese mismo día decidieron llevar la fiesta en paz,o al menos eso esperaban.

Erick tomó la mochila que le extendía Christopher y comenzó su camino hacia la preparatoria por su cuenta en tanto su prometido cruzaba la calle y doblaba la esquina desapareciendo de su vista,dejándolo solo como la última vez. Al menor poco le importaba cuanto más lejos de él, mejor.

Llegó y se acercó a Joel en cuanto lo divisó,se sentó junto a su mejor amigo y sonrió.

—Buenos días—habló su compañero.

—¿Aún estas enojado conmigo?—preguntó preocupado.

Su amigo lo miro con ternura y negó.

—No puedo estar enojado contigo por mucho tiempo—acarició la cabeza de Erick y sonrió.

Las aburridas clases pasarón mas rápido de lo que el menor y su amigo esperaban, Joel se ofreció a acompañar a Erick a casa,se estaba haciendo tarde y su prometido aún no llegaba. La lluvia fuera era torrencial parecía que en cualquier momento el cielo caería.

—Vamos Erick—el azabache suspiro.

Asintió con la cabeza rindiéndose al ver que nadie de la familia Vélez vendría por él.

Corrieron con rapidez al automóvil a unos metros de ellos y abrochando sus cinturones de seguridad dieron marcha a la casa de Christopher. El silencio que se había formado dentro del auto fue roto por Joel.

—Es extraño que la tía Yenny no haya mandado a Christopher a recogerte—se encogió de hombros y miro por la ventana.

Llegaron y Joel tuvo que mover un poco el cuerpo de Erick que se encontraba dormido. El menor restregó sus ojos y miro a su mejor amigo sonriendo.

—Gracias—susurró.

—No hay de qué—le devolvió la sonrisa.

De la casa salió una señora Yenny de lo más preocupada con paraguas en mano,Erick bajó del auto y se acercó a ella. La mujer lo abrazó con fuerza y besó su frente.

—¿Donde estabas? ¿Por qué no viniste con Chris? ¿Te mojaste mucho? ¿Te duele algo?—Erick dejó ir una risita.

—Despacio señora Yenny—la mujer sonrió.