La Reina Cotilla; fillie

todo el mundo cambia

Buenos días queridos lectores, la Reina Cotilla aquí, su única fuente confiable sobre la escandalosa vida de la élite de Manhattan, llámenme supersticiosa, pero con muchos de mis chicos yéndose a la universidad y saliendo de la ciudad tengo la sospecha de que este verano será mi última temporada con ustedes, enfrenémoslo, ya he hecho esto por mucho tiempo, pero con el pasar de los años recibes a cambio sabiduría y esto es lo que realmente sé: lo mejor está aún por venir, no querrán perderse ni un segundo de lo que está apunto de pasar.

¿Listos para escuchar buenos chismes?

Spotted! JK y O por fuera de de la quinta avenida en Brooklyn tratando de meter un enorme sofá a un edificio, vaya, grandes cambios están por venir.

— Esto es imposible, olvídalo. — se rinde Keery antes de dejarse caer sobre el sofá cansado de empujarlo, a unos metros de él Ophelia sale del camión con una caja de libros, la pone en el piso, se cruza de brazos mirándolo severa.

— Oiga señorito, aún nos quedan muchas cosas que poner adentro, no puede rendirse solo con el sofá, es el primero que hemos bajado. — señala el resto de sus pertenencias — Faltan otros muebles y tú te quieres rendir ahora ¿Qué pasa contigo hombre fuerte valiente y en acción? — el aludido se reincorpora pone una mano en su cintura y tira de esta para que se siente en su regazo.

— Lo soy, pero diablos, esto pesa demasiado. — se queja casi sin aire — ¿Dónde compra tus mamá estas cosas tan complejas?

La rubia pasa una mano por el cabello de su novio de manera despreocupada — No lo sé. — contesta divertida — Creo que los hace a medida, así como es de quisquillosa con el diseño de ropa, lo es con el diseño de interiores.

— ¿Recuérdame por qué le dimos el control de la decoración de nuestro departamento? — pregunta tirando la cabeza para atrás.

— Era la única forma de que se despejara y no se pusiera en peros por irme. — se encoge de hombros la joven — La emociona demasiado que la hayamos involucrado en nuestra mudanza que en ningún momento se ha quejado o me ha desheredado.

— En parte es porque yo le agrado, y porque está contenta con lo de la boda. — ante la mención de esto último Brown alza las cejas negando.

— La famosa boda que será dentro de unas semanas. — suspira — Es difícil creer que mi madre se casará por segunda vez, y con tu padre, ahora seremos hermanastros, Jesús. — ante esto el más alto ríe.

— Por eso es que hemos huido en el mejor momento, amor. — se inclina y le besa la cabeza — Hey, no pierdas tu tiempo pensando en eso, les irá bien, se quieren de verdad. — Joe se encoge de hombros sin más — Además tú y yo estaremos en un distrito al otro lado de la ciudad sin involucrarnos, por ahora solo apoyemos a nuestros padres ¿De acuerdo?

La muchacha sonríe de lado y le roba un beso fugaz mostrando que está de acuerdo con lo que ha dicho, después de todo tiene razón, lo mejor será mantenerse al margen, además, si su madre era feliz, ella también lo sería. De un pronto a otro, hablando de la reina de Roma, Eleanor sale del edificio cruzada de brazos y mira a la pareja molesta.