—¡HKONNSAJJHMPFHHAAAANYHMP!-Dijo Hika.
—¿Qué?-Preguntó antes de empezar a reír Ren.
—Evidentemente.-Asintió Neb.
—Por favor Hika, no hables con la boca llena.-Pidió Toyo.
Tras haber salido de la habitación de Zakogon, Masaru bajó al comedor de la posada para desayunar. Allí se encontró con Neb, Ren, Hika y Tomo preocupados por él. Le "regañaron" diciéndole que se habían preocupado por él y que no volviera a desaparecer de esa manera, sin avisar. Él no dio explicaciones, solo se rascó la nuca y aguantó las reprimendas de sus compañeros.
Mientras escuchaba la conversación que tenían los demás, que después de que Hika hablara con la boca llena habían empezado a hablar sobre pepinillos por alguna razón que el albino no entendía, Masaru se encontraba mirando por la ventana. Pensaba en quién era exactamente Zakogon y cómo o por qué tenía un dragón de compañero. Además, también imaginaba lo que Oyu tenía preparado para ellos hoy.
—Los pepinillos deberían ser amarillos, no hay más que hablar.-Declaró Hika.
Entonces, escuchó una voz que no se correspondía con la de ninguno de mis compañeros.
—Perdona, pero todo el mundo sabe que los pepinillos son azules. Sobretodo si ha escuchado la leyenda de los Celestes.
Todos, incluido Masaru, miraron al acoplado. Se trataba de Zakogon, que tenía detrás a Ryuji.
—Perdóneme usted, señor mágico, tiene razón.-Admitió Hika.
—¿Zakogon?-Lo miró Masaru.
—Hola, Masaru.-Saludó él.
El albino recordó que nunca le había dicho su nombre a aquel extranjero. Ignoró ese detalle, puede que simplemente no se acordara.
—¿Por qué...?-Comenzó a preguntar Masaru.
—¿Por qué me uno a la conversación? Verás, como buen acoplado que soy, quiero acompañaros a donde quiera que vayáis. Quiero averiguar un par de cosas sobre vosotros.
—Pero... ¿Eso no es acosar...?-Preguntó Ren.
—¿Yo? ¿Acosador? Nah.-Contestó Zakogon.
—No es que me niegue, pero no te conocemos de nada, además de que puede que Oyu esté en contra...-Dijo Neb.
—Pensad en esto: Si Oyu fue a vuestro pueblo pidiendo voluntarios, ¿por qué no permitir a otro joven unirse al grupo? Mejor para él, ¿no?-Razonó Zakogon.
Al final, los jóvenes quedaron en decírselo a Oyu cuando lo vieran. Tras aquel tema, siguieron discutiendo sobre pepinillos mientras Zakogon hacía comentarios poco recomendados para niños.
Cada vez que hacía uno de esos chistes, le tapaban los oídos a Neb.
—¡Es muy joven e inocente!-Argumentaba Ren.
—Es un shota, no hay más que hablar.-La ¿apoyaba? Hika. Nadie sabía qué significaba eso.
Toyo se llevaba la mano a la cara y Masaru y Zakogon reían cada vez que hacían esas cosas. Era divertido para ellos ver cómo Neb se quejaba diciendo que tenía la misma edad que ellos, y por lo tanto no pasaba nada si oía los comentarios.
Así pasaron la mañana. Cuando llegó el mediodía, Toyo y Hika se fueron a un pueblo cercano a hacer un par de tareas pendientes. Dijeron que partirían hacia la capital al día siguiente, pues el rey las había llamado.
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【王|: Rey.】[Hiatus]
FantasyLos habitantes del reino de Omur no saben lo que hay más allá de las fronteras. El rey y sus amigos más cercanos son los únicos que conocen el secreto que escondían aquellos terrenos desconocidos. A Masaru lo mataba la curiosidad. Quería salir por...