Masaru cogió al gato en brazos hasta la cocina, lugar donde Shoichi ya casi había acabado de hacer un plato de sopa para cada uno.
—¡Oh! ¡Ahí estás, Kai!-Dijo el de orbes negros al ver al gato.
—¿Es tuyo?-Preguntó el albino mientras acariciaba al animal.
—Sip, me hace compañía. Es agradable. Es bastante manso y cariñoso como para ser un gato, no sé si es malo o bueno.
—Dejémoslo como algo bueno.
Masaru se sentó en uno de los "cojines" que había junto a la mesa mientras le hacía mimos o jugaba con Kai. Entonces, Shoichi se sentó enfrente suya y le sirvió la sopa y un trozo de pan, lo mismo que él.
—Oye, tengo una pregunta.-Habló el albino.
—Dime.
—¿Qué es ese mueble de la habitación de tu hermana?
—Es... una especie de baúl. Ahí están las cosas que dejó mi hermana aquí. Son cosas relacionadas con la música o con la magia, o incluso ambas.
En cuanto dijo "música", a Masaru le brillaron los ojos. Le encantaba escuchar a los trovadores y juglares cantar en la plaza del pueblo, incluso intentaba imitarlos. Se había aprendido alguna canción que les había escuchado entonar numerosas veces y se las cantaba a su familia.
—¿Sabes cantar?-Le preguntó Shoichi a Masaru.
—B-Bueno...-Se llevó la mano a la nuca.-Le cantaba alguna que otra canción a mi familia.
—Podemos intentar cantar un poco juntos, si quieres.-Se ofreció.
—¡Claro!-Aceptó el albino, emocionado.
—Un momento, voy a por el laúd.
El azabache entró a la habitación de su hermana y tras unos segundos salió con un instrumento que Masaru le había visto portar anteriormente a los trovadores.
—¿Sabes tocarlo?
—Sí, me enseñó mi hermana.-Contestó.-Puedo intentar enseñarte, si gustas.
—¡Me encantaría!
Kai los observaba, hecho una bola en uno de los cojines.
Shoichi empezó a tocar.
—Desde el agua hasta las flores del estrecho camino. Donde el sol deja de filtrarse por las hojas de los árboles, allí nos despedimos.
—El "siempre me has gustado" permaneció en mi boca.-El albino se dejó llevar por la música.-Pero para mí no existe tiempo para cosas como estar enamorado.
—Aunque estés equivocado, aunque estés equivocado, "tú no debes enamorarte". Me susurraste al oído, pero no dijiste nada, ese día con el cielo lejano.
—¡Bailemos junto a los árboles de cerezo en la noche! ¡Carga con tus sueños y los pájaros cantando y avancemos en esta primavera sin mañana! Incluso si, por ejemplo, te olvidas de todo.
En algún punto de la canción, ambos se levantaron. Shoichi se movía un poco siguiendo el ritmo de la canción mientras tocaba, y Masaru bailaba con movimientos sencillos, pero elegantes. En las fiestas de su poblado se aprendía rápido.
—¡Sigue bailando junto a esta brisa refrescante de este caluroso verano, incluso si tu pelo se esconde en una nube, siempre me fascinará!-Continuó el azabache.
—¡Sea la estación que sea...!-Cantaron al unísono.
—¡Meow!
Ambos jóvenes se miraron fijamente.
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【王|: Rey.】[Hiatus]
FantasyLos habitantes del reino de Omur no saben lo que hay más allá de las fronteras. El rey y sus amigos más cercanos son los únicos que conocen el secreto que escondían aquellos terrenos desconocidos. A Masaru lo mataba la curiosidad. Quería salir por...