Robin estaba calentándose una taza de café en el microondas cuando dio un bostezo, acto seguido escuchó bostezar a su pareja la cual también acababa de levantarse -buenos días- saludo ella. Zoro respondió algo inentendible mientras bostezaba nuevamente, pero Robin lo interpretó como que le devolvía el saludo.
Robin disfrutaba de su café mientras leía un libro, sentada en la mesa del comedor, así fue hasta que una sensación extraña le recorrió el cuerpo, sentía que se olvidaba de algo. Así, por puro instinto miró su reloj de pulsera, viendo que ya eran las nueve y media de la mañana -como se me ha podido olvidar- se quejó dándose un ligero zape.
-Zoro, ve y despierta a Chopper ¿Quieres? - preguntó ella con voz tranquila y él, que estaba sentado en el sofá viendo la televisión, se levantó dispuesto a cumplir el mandado.
- ¡Chopper! – llamó, dando unos golpecitos a la puerta de la habitación, raro era que no obtuviese respuesta - ¡Eh, Chopper! – llamó, entrando a la habitación encontrándola a oscuras, se acercó a la cama -Chopper, vamos es hora de levantarse- explicó zarandeándolo levemente.
-No...- dijo con de forma débil.
-Eh, pequeño, ¿Estás bien? - preguntó acariciándole la cabeza, viendo que el pobre estaba ardiendo.
- ¡Robin! - llamó en un grito llevando al pequeño entre sus brazos, la mujer se dio la vuelta asustada por tal grito - ¡A Chopper le pasa algo! - tan solo le bastaron esas palabras para que la mujer se levantara y corriera hacia ellos para ver que le pasaba a su niño.
-Choppy, mira a mamá, dime ¿Qué te pasa? - dijo sujetándole el rostro, este abrió los ojitos todos llorosos.
-No me encuentro bien- dijo con pena.
-Robin, debemos llevarlo con Law- explicó Zoro muy serio, la mujer asintió -toma- dijo entregándole al niño -tu ve vistiéndolo yo voy sacando el coche, os espero en la entrada en cinco minutos- la pelinegra asintió para luego ver como su marido se iba.
-Vamos Chopper, vamos a vestirnos- explicó tratando de mantenerse tranquila. La morocha salió por la puerta a los cinco minutos, con el niño aun en brazos, Zoro ya estaba ahí esperándolos. La mujer se subió delante y sin soltar a Chopper se ató el cinturón.
-Bien Chopper, di "Ah..."- el niño obedeció a aquel tipo con gorro de estampado de dálmata, abriendo la boca tanto como pudo -bien, ya puedes parar- explicó sacándole el bastoncillo de la lengua y tirándolo a la basura -es una gripe- explicó con su postura seria de siempre.
- ¿Solo eso? - preguntó Robin aun preocupada.
-Solo eso- repitió, sentándose detrás de su escritorio. Robin suspiró aliviada ante aquella noticia, pero el alivio se convirtió en enojo, enojo que dirigió a Zoro.
-Me has asustado, pensé que era algo más grave, lo llego a saber y me ahorraba el venir hasta aquí- se quejaba ella molesta.
- ¿Y yo que iba a saber? Pues he visto que tenía fiebre y me he asustado- explicó él indignado.
-Ya, ya... lo más importante es que no era nada, pero habéis hecho bien de acudir al doctor. Un mal tratamiento puede hacer que la enfermedad empeore- decía mientras anotaba algo en el ordenador -tomad- dijo entregándoles un papel que acababa de imprimir -dadle estos durante cuatro días, si veis que la fiebre no disminuye venid a verme de inmediato- Law desvió la mirada durante unos segundos para ver como el pequeño lloraba sentado en la camilla, cosa que provocó que el moreno suspirara para luego sacar algo de su cajón.
- ¿Un libro? - preguntó curioso Zoro, viendo cómo iba con dicho objeto hacia Chopper.
-Ey, Chopper- llamó el doctor, poniéndose de cuclillas a la altura del más joven, este lo miraba algo asustado por el aspecto que tenía el mayor -toma- explicó entregándole un libro de medicina -me ha dicho un pajarito que quieres ser doctor de mayor, más te vale esforzarte- explicó con una sonrisa ladina. Chopper aceptó el libro entre sus brazos dejando de llorar levemente.
-Gra...- sorbió su nariz con fuerza aun con los ojos llorosos -gracias...- susurró sin mirarle directamente.
-Eres un amor Torao- susurró Robin cerca del chico.
-No es nada- explicó volviendo a su semblante frio.
-Así, bien tapadito y calentito- dijo la morocha tapando al niño con varias mantas - ¿Algo más cariño? - preguntó la mujer con una sonrisa. Ya habían vuelto a casa y embutido a Chopper en la cama.
- ¿Quién es ese Dr. Law? - preguntó curioso.
-Es un viejo amigo de la familia- explicó ella, recordando tiempos pasados.
- ¿De cuándo eras joven? - la mujer le dio un toquecito de advertencia en la frente, recibiendo un ligero quejido por parte del menor.
-No le digas eso a tu madre, aun soy joven y atractiva- dijo fingiendo enojo.
-Perdón...- se disculpó para después estornudar.
-Bueno, eso ahora da igual, tu descansa- y tras decir aquello beso su frente y salió de la habitación -dejo la puerta abierta por si quieres algo- y finalmente se fue.
Chopper vio por donde se había ido su madre para luego tumbarse del todo -doctor Trafalgar D. Water Law- susurró -Doctor Tony Tony Chopper- se rio levemente, ante la idea de lo bien que sonaba aquello -algún día seré un médico tan guay como el doctor Law- y tras decir aquello se acurrucó en la cama para dormir un rato.
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Seamos Una Familia. Zorobin. Reeditando
RomanceZoro y Robin pierden un bebé, dejando a la pareja destrozada. En un ultimo intento por ver a la mujer que ama sonreír de verdad, Zoro, la lleva a un orfanato con la idea de poder llevarse con ellos a un pequeño que complete sus vidas. Aun así encuen...