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Hyunjin entró a la habitación y fue recibido por un nervioso Jisung que saltó a sus brazos. Este lo cogió y miro a su alrededor, estaba todo hecho un desastre.

Los libros, almohadas y mantas se encontraban tiradas por el suelo en todas direcciones. Había un jarrón que había caído y derramaba el agua lentamente mientras las pequeñas flores se secaban.

El alto dirigió su mirada al causante y se paralizó por completo. El chico en la cama lo miraba con la misma intensidad. Sus ojos feroces y duros como los de un zorro, su nariz algo redondeada y labios finos y suaves. Inconscientemente trago saliva.

Todo a su alrededor parecía desaparecer mientras mantenía contacto visual con este, parecía incapaz de alejar su vista de aquellos ojos brillantes e intensos.

Jisung zarandeo a su amigo con fuerza haciéndole despertar del trance en el que se encontraba.

—Yo limpio esta parte, ¿Sí? Tú ve a pedir una fregona y un trapo y limpiamos luego eso.
Hyunjin asintió y salió corriendo de la habitación.

—Cómo se llama ese chico, ardilla.

Jisung se giró sorprendido al escuchar la voz del menor, lo miro algo molesto por el apodo y siguió limpiando.

—Primero me llamo Jisung, segundo ese es Hyunjin. Ya puedes comportarte con él, pues te aseguro que no tiene la paciencia que yo tengo. Además odia los niños malcriados como tú.

Jeongin rodó los ojos y miro como este limpiaba y recogía sus cosas. Por alguna razón su corazón no dejaba de latir fuertemente, mordió su labio inferior con fuerza intentando distraer su mente.

Hyunjin volvió a los 20 minutos y evitó mirar al chico. Simplemente centrando su atención en limpiar y recoger, pero por alguna manera le estaba resultando imposible concentrarse, su cabeza parecía darle vueltas.

—Tu hermano vendrá el domingo, así que alegra esa cara que no somos tan terribles.

—Estamos a martes ardilla, claro que es terrible y además, todas las groserías que me digas pienso decirlas a mi hermano así que... tú verás.

El más bajo de los tres apretó su escoba con fuerza y le dirigió una mirada de odio a Jeongin, la cual este ignoró y siguió mirando la ventana. De vez en cuando desviando su mirada al alto que se encontraba recogiendo las flores esparcidas por el suelo.
Pensó que este se veía hermoso con flores.

Seungmin entro a la habitación, sorprendiendo a todos en ella, incluyendo a el mismo al ver a aquel par de desconocidos que juraría no haber visto nunca.
Se acercó corriendo a la cama de Jeongin y se sentó junto a él, mirando a los dos mayores.

—¿Estás bien Innie? ¿Te hicieron daño estos señores?

—¡Tenemos 19! ¡A qué te refieres con señores!—Jisung bufó molesto y se acercó a Hyunjin, que raramente se estaba manteniendo callado y no había dicho palabra alguna desde que había llegado.

Seungmin abrazó a Jeongin cerca suyo y decidió ignorar completamente a ambos, prestando toda su atención a su amigo.

Hyunjin miro la escena e involuntariamente frunció el ceño. ¿Acaso el niño este era su novio? No debía importarle en absoluto, no conocía a ninguno de los dos y seguramente al acabar la semana no los volvería a ver.
Igualmente no pudo evitar sentirse molesto con aquello.

—Limpiemos esto y vayámonos Jinnie, total ni se nos quiere aquí—refunfuñó Jisung ganándose una risita de los más pequeños.

El ambiente se había convertido totalmente tenso. Jeongin musitaba cosas sobre Jisung el cual solo podía tratar de ignorar y Seungmin observaba desafiante al alto. Que lanzaba alguna que otra mirada al pequeño cuando pensaba que estaba despistado.
Cuando finalmente se aseguraron que todo estaba limpio y ordenado el rubio cogió a Hyunjin del brazo y lo arrastró hacia fuera. No soportaría ni un segundo más en aquella habitación.

—No puedo creer que el examen de esta mañana haya sido mil veces más agradable que esto. ¡Malditos críos! Deberían aprender algo de educación.

Hyunjin rió mientras caminaban hacia la parada de autobús. Cuando Jisung se enfadaba inflaba las mejillas y este se veía completamente adorable, como una auténtica ardillita.

—Jeongin es lindo—Jisung abrió los ojos como platos y miro a su amigo el cual parecía arrepentirse completamente de lo que acaba de decir—Me refiero a que es un mocoso insoportable, exacto, quería decir eso. Será tan molesto volver mañana.

El más bajo quiso discutirle lo falso que estaban sonando sus palabras en ese momento, pero estaba demasiado cansado y por lo visto su amigo había perdido la cabeza también. Así que asintió con fervor y subieron al autobús para dirigirse a los dormitorios.

Hyunjin no tardó más de dos segundos en dirigirse a su cuarto y lanzarse sobre la cama. Tirando sus zapatos por el camino.
Dio un par de vueltas sintiendo el suave colchón bajo su cuerpo cansado y suspiro.

Su cabeza ardía, no tenía ni idea de lo que estaba sintiendo.
Se deshizo de la ropa y observó la marca en su brazo. Algunos de los pétalos habían recobrado algo de color y otros se veían más brillantes e intensos que nunca. Hyunjin maldijo y los miro una última vez antes de acercarse el brazo a su pecho.

—¿Me perdonarías si me enamoro de alguien más?

Intento dormir pero le fue imposible quitar el rostro de aquel niño de su cabeza.

Blossom { hyunin }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora