Blossom { hyunin }

8

Cuando Jisung se propuso ayudar a su amigo no se esperaba estar en una habitación junto a Changbin, probablemente la persona que jamás hubiera querido ver. Pero resultó que el mayor también tenía sus planes para ayudar al alto, así que tragó su orgullo y se sentó lo más lejos que pudo.
De todas maneras Changbin tampoco parecía muy contento de verle.

—Vale, sabemos que a tu soulmate le gustan las películas de terror, las bebidas extremadamente dulces, cantar trot y seguramente vaya al instituto—dijo el rubio mientras apuntaba todo en un cuaderno.

—¿Como saben lo del trot?—preguntó Changbin algo confuso.

Hyunjin lo miro y negó con la cabeza. No quería recordar cuando a su soulmate le dieron ganas irremediables de cantar trot a las 9 de la mañana, hora en la que Hyunjin estaba en clases. Tuvo suerte que lo peor que le paso fue el profesor echándolo de clases y algunas risas de sus compañeros.

—No puedo creer que mi soulmate sea un niñato infantil de instituto, puede esto ser peor.

Jisung rio ante el sufrimiento ajeno y palmeo el hombro de su amigo.

—A lo mejor es extremadamente lindo y merece la pena cantar trot en medio de clases

—Acaso crees que una persona que cante trot a las 9 de la mañana puede ser linda.

Por primera vez Hyunjin escucho a Changbin reír. Sonrió de manera orgullosa y se acomodó entre los dos, dando espacio a estos para que no tuvieran que permanecer muy cerca.

Se pasaron el resto de la tarde intentando escribir todo lo que sabían de su destinado. El alto prometió avisarles cada vez que algo extraño se manifestara.
Y seguramente por primera vez en su vida sentía curiosidad real por que tipo de persona sería su soulmate.

Cuando ambos se fueron, Hyunjin quito la venda de su brazo y observó la marca. Acaricio los delicados pétalos que subían desde su muñeca a su codo, observando los que apenas se podían ver ya.

¿Cuanto dolor le había causado a un simple chico de instituto? Algo en su interior dolía, y sin darse cuenta estaba llorando.
Las lágrimas caían sobre los pequeños pétalos como si de gotas de lluvia se tratasen y se inclinó a besar cada una de ellas.
No quería más que este sufriera, no quería que él muriera por su simple egoísmo.

Deseo poder cambiar sus sentimientos y deseo poder ser diferente, aunque sabía que era muchísimo más complicado que eso. Por primera vez, Hyunjin abrazo su brazo fuertemente junto a su pecho y espero que este notara el calor de su corazón.

🥀

Minho se encontraba recogiendo la pequeña habitación de su hermano como de costumbre. Le sorprendía lo mucho que podía desordenar su hermano sin ni siquiera dejar la cama.

Cada vez que Seungmin venia, este le traía algo. Ya fuesen libros para colorear o leer, como cartas o vídeo consolas para jugar ambos. Jugaban durante horas hasta que este debía volver a casa y aunque Seungmin era un niño muy educado y ordenado, cuando ambos jugaban dejaban la habitación echa un desastre.

También había aquellas veces que el mayor se encontraba cosas simplemente tiradas por el suelo o rotas. Jeongin no era un chico con mal carácter y siempre se esforzaba por mantener una sonrisa continua cada vez que alguien lo visitaba. Pero aveces, se sentía solo, frustrado y asustado. Con lo que lanzaba con fuerza cualquier cosa que tuviese a mano para aliviar su frustración. Minho nunca decía nada al respecto, simplemente recogía mientras le contaba cómo le había ido el día, esforzándose por hacerle sentir cómodo y tranquilo.

Los pequeños sollozos de su hermano lo despertaron de sus pensamientos. Dejó rápidamente el jarrón de flores sobre la mesita y se acercó a su hermano, sosteniendo sus mejillas e intentando hacer contacto visual con él.

—¿Qué sucede Innie, porqué lloras bebé?—acariciaba sus mejillas con su pulgar intentando limpiar algunas de las lágrimas que caían sin control.

—Es él Minnie, él está llorando. N-No lo sé yo....

Minho atrajo a su hermano hacia su pecho y lo abrazó con fuerza, dejando que este llorara sobre su pecho. Acaricio su espalda hasta que dejo de escuchar aquellos leves sollozos.

—¿Tú soulmate manifestó la marca verdad?

Jeongin asintió avergonzado. Avergonzado de no habérselo confesado a su hermano y haberlo intentado esconder de todos.

—No te preocupes Innie, Chan y yo encontraremos a tu soulmate, tu solo descansa y recupérate. ¡Prometo llevarte a comer tantísima comida deliciosa cuando salgamos que tu estómago dolerá!

El menor río ante el entusiasmo de su hermano y se recostó nuevamente en la cama, sintiendo sus ojos cada vez más pesados hasta que finalmente cayó dormido. Por primera vez en mucho tiempo se sintió bien, acercó su brazo a su pecho y lo abrazó, sintiendo el calor de su marca en su corazón.
De alguna manera supo que era él.