Cuando nos aseguramos de que nadie nos oía empezamos a hablar.
-¿Al final que ha pasado con Roi?¿Que te a dicho?- me preguntó Mireya.
- Me ha dicho que si quería salir con él y yo le he contestado que no sabía si estaba preparada para tener otra relación con alguien después de lo que me pasó la última vez.
- Está bien si es lo que tú piensas que tenías que haber hecho.
- Lo se, pero tampoco quiero hacerle daño. Es un gran amigo y no me gustaría perderlo.
- Te entiendo, pero por una vez tienes que pensar en ti y que tú estés bien. Ya has sufrido bastante.
- Ya, pero no lo puedo evitar. Yo soy así.
- Lo se, y yo no te juzgo por ello.
- Eres la mejor.
- Lo se jajajaja.
- ¿Y Miriam cómo está? Porque me imagino que sabría lo que me iba a decir Roi y no le habrá gustado nada. Por eso se habrá ido al baño con Mimo ¿no?
- Pues realmente le a dolido que hayas ido a hablar con él, aunque haya intentado que no se le note. Al final a terminado explotando y se a ido corriendo. Además e hablado con ella y me a dicho que no la mirabas ni nada.
- ¡Mierda! Creo que la e podido pero bien. No quiero que esté mal por mi culpa.
- Escúchame bien. Creo que debería hablar con ella. Ya sé que a ti no te gustan las chicas y no te quiero presionar, pero por lo menos estar bien y no perdáis vuestra amistad.
- Que bien hablas cuando quieres, de verdad. Lo tengo claro, voy a hablar con ella y solucionar todo esto. Deseame suerte.
- Suerte amiga. Y tranquilízate que te va a dar algo como sigas así.
Me dirigí hacia el baño para hablar con Miriam. Si digo que estoy tranquila estaría mintiendo, no paraba de temblar no sé porque. Nunca me había pasado esto cuando iba a hablar con una persona.
Bueno el caso es que estaba bastante nerviosa y no sabía que le iba a decir ni como iba a reaccionar ella al verme.
Llegué a la puesta del baño, respiré hondo y toque dos veces para luego abrirla.
Cuando entré vi Miriam llorando y a Mimi abrazándola para consolarla.
- ¿Puedo pasar?- pregunté bastante nerviosa. Incluso me temblaba un poco la voz.
- Si claro. Yo os dejo solas para que podáis hablar- dijo Mimi mientras salía.
- Gracias- le dije yo en bajo cuando pasó por mi lado y me sonrió. Mientras yo me acerque a donde estaba Miriam.
Mimi era como una hermana para mí. Siempre ha estado cuando yo peor lo estaba pasando y nunca se a alejado de mi pese a todas mis rayadas de cabeza. La quiero mucho aunque no se lo diga.
- ¿Estás bien?- la pregunté agachándose para ponerme a su altura y puse dos dedos en su barbilla para que levantase la cara y me mirara.
Cuando me miró, vi que tenía lo ojos rojos de haber llorado y que le había dolido mucho lo que había pasado y mi actitud con ella. Me estaba rompiendo por dentro verla así de mal porque ella siempre era muy fuerte y parecía que no le molestaría nada. Pero me equivocaba.
Cuando estaba a punto de contarla que lo sabía todo, ella me contestó a la pregunta que le había hecho mientras se secaba las lágrimas.
- Es complicado.
- Sabes que puedes confiar en mí y contarme lo que sea.
Le di un abrazo para que se calmara un poco y le fuera más fácil hablar conmigo. Estuvimos unos segundo abrazadas y cuando nos separamos empezó a hablar.
- A ver, estos últimos días te habrás dado cuenta de que he estado un poco rara contigo.
- Si me he dado cuenta. Ni siquiera me hablabas...
- Espera, déjame terminar. Pues es porque me he dado cuenta que no solo eres una amiga para mí, sino que eres algo más- paró un segundo y siguió hablando- con esto quiero decir que me gustas. Por eso he estado así estos días y por eso estoy así ahora. Encima le gustas a Roi y me ha jodido que te hayas ido a hablar con él.
Termino de hablar y se fue corriendo dejándome con la palabra en la boca. Realmente nunca la había visto así de esa forma pese a ser muy buenas amigas. Se había abierto a mí y me había contado todo lo que sentía por mí y yo no había sido capaz ni de decir nada.
Después de eso estaba más confundida todavía, ya que en ese punto no sabía qué hacer. Sus palabras han removido algo en mi y no se que se supone que son. Deje eso pensamientos a un lado, decidí levantarme y volví con los demás.
Estuvimos hablando durante un rato y yo por algún motivo no podía dejar de mirar a Miriam, pero ahora era ella la que no me miraba.
La gente empezó a irse. Primero se fueron Aitana y Cepeda. Luego Ricky y Roi ya que al día siguiente les tocaba trabajar. Al final nos quedamos en mi casa Mimi, Miriam, Mireya y yo quienes estuvimos un rato más hablando.
Cuando decidieron irse después de que yo las insistiera de que se quedasen a dormir en mi casa, ya que era bastante tarde, las acompañé hasta la puerta y las di un abrazo a cada una. Debí de estar un buen rato abrazada a Miriam porque Mireya habló.
- Chicas, yo creo que ya es hora de irse a dormir.
Las curra empezamos a reír y finalmente se fueron. Cerré la puerta con llave, me puse una camiseta larga que tenía y me tiré en la cama. Estuve un buen rato pensado en lo que había pasado esa noche y en lo que había sentido cuando Miriam me había dicho todo eso, pero lo descarte enseguida. Al final me quedé dormida sin llegar a ninguna conclusión.
A la mañana siguiente me desperté bastante tarde y mire mi móvil. Era la una de la tarde y tenía bastantes llamadas y mensajes de Mimi.
- Me va a matar por no contestarla- pensé antes de llamarla.
Marque su número y la llamé.
- ¿Ana? Ya era hora, pensaba que te habías muerto o algo porque no me contestabas ni los mensajes ni nada- me dijo Mimi gritando.
- Me acabo de despertar y e visto todos tus mensajes y llamadas. ¿A pasado algo? ¿Todos están bien?- la contesté un poco preocupada.
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Sorpresaa!! Aquí tenéis otro capitulo, ya que ayer no pude subir uno.
Espero que os esté gustando tanto como a mí me está gustando hacerla.
Podéis dejar comentarios sobre si os está gustando o no la novela y también me podéis dar las sugerencias que queráis o como queréis que se desarrolle la novela.
Nos os olvidéis de vota.
Muchísimas gracias!!❤️
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Malentendidos~wariam
FanfictionMe llamo Ana Guerra, Ana war para los amigos. Tengo 18 años y mi vida es muy simple, nunca me pasa nada interesante. Hasta que un día mi vida da un giro de 180° y encuentro a alguien que me cambia la vida. Ah, también me gustan los chicos. Me llamo...