CAPITULO 4

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- No pasa nada. Te llamaba para decirte si querías quedar para ir a comer las dos juntas y así podemos hablar un poco - me contestó Mimi.

- Joder tía pensaba que había pasado algo. De acuerdo. ¿A qué hora quedamos y donde?

- A las dos y media te paso a buscar. Y estate preparada que nos conocemos.

- Vale, mamaa.

- Chao pesada.

- Chao.

Colgué el teléfono y me fui a la cocina a prepararme algo de comer. Cuando terminé me di una ducha rápida y me vestí rápidamente porque me había entretenido en la ducha y se me había echado el tiempo encima. Justo cuando terminé de maquillarme un poco llamaron al timbre. Como yo esperaba era Mimi que ya estaba abajo. Bajé y la vi dentro del coche, así que me acerqué y entré.

- Hola idiota - me dijo.

- Buenoo, aquí habló la más indicada - le contesté yo riéndome.

Siempre que nos veíamos decíamos lo mismo. Era como una tradición para nosotras, aunque parezca una tontería.

- ¿A dónde me llevas?- la pregunté un poco curiosa.

- A un restaurante que me han recomendado y que me han dicho que tienen buena comida.

- Pues haber si es verdad. Bueno, ¿de qué querías hablar?

- Mejor cuando estemos en el restaurante hablamos más tranquilas.

Dejamos ese tema a parte y seguimos hablando sobre otras cosas. Cuando llegamos al restaurante para mí sorpresa, estaba ahí Mireya esperando.

- ¿No me habías dicho que íbamos a comer las dos solas?- le pregunté a Mimi algo confusa.

- Se apuntó a última hora- me contestó.

- Hola a ti también ee. Yo también me alegro de verte. - me dijo Mireya.

- Lo siento, hola tía. Es que me parece un poco raro esta situación - dije yo.

Entramos en el restaurante y nos sentamos en una de las mesas. Cuando llegó la camarera y pedimos yo todavía estaba un poco mosqueada porque estuvieran las dos allí después de decirme Mimi qué quería hablar conmigo.

- A ver, que pasa. Porque os conozco demasiado y esto parece una encerrona en toda regla - dije yo un poco enfadada.

- Queremos hablar contigo de todo lo que pasó ayer- dijo Mimi.

- Pues venga, que queréis. Empezar a hablar.- dije yo.

- He estado hablando con mi hermana esta mañana y me ha dicho que te dijo todo lo que sentía por ti ayer- dijo Mireya.

- Si, ¿y por eso habéis montado todo esto?- dije, un poco borde, sin cortarme un pelo.

- No- dijeron a la vez.

- Hemos hecho esto porque queremos saber que sientes en este momento y ver cómo estabas- dijo Mireya.

Me quedé en silencio mirandolas durante un segundo sin saber que decir, hasta que finalmente las contesté.

- Vosotras sabéis perfectamente por lo que he pasado con mi última relación y lo mal que lo he pasado por ello. Ahora mismo no tengo nada claro y de momento no quiero ninguna relación. Tenéis que entenderme que no es sencillo que dos personas te digan la misma noche que les gustas y tener las ideas claras. Añadiéndole el problema de mi última relación. Estoy hecha un lío la verdad.

- Tienes razón. Lo sentimos. Lo único que queríamos es saber qué piensas nada más- dijo Mimi.

- Tranquilas que no pasa nada, es normal que vosotras me preguntéis sobre ello y queráis que todo esté bien entre nosotras- dije para que no se sintieran culpables por ello- bueno vamos a cambiar de tema que no tengo ganas de rayarme más todavía con eso.

Estuvimos toda la comida hablando y riéndonos como locas. Siempre que nos juntábamos las tres era una locura como nos comportábamos. Por la tarde, después de dar una vuelta, decidimos ir a la bolera a jugar a los bolos un rato. En la bolera me di cuenta de que Mimi y Mireya estaban muy juntas y como tonteando. Por eso decidí preguntarles.

- Oye, ¿vosotras tenéis algo?- clara y directa se lo dije, como yo era siempre.

- Mmmm, no. ¿Por qué?- dijo Mireya poniéndose un poco roja.

- No se, ¿porque igual estáis como tonteando y estáis todo el rato juntas? Y además Mireya, tu incluso te has puesto roja- dije.

- Que no Banana, que son imaginaciones tuyas- me dijo Mimi.

- A ver amigas, que no soy tonta. Podéis confiar en mí y contarme lo que sea que sabéis que si no queréis no se lo digo a nadie. Pero decime la verdad que yo lo quiero saber porfiii- las dije mientras se miraban entre ellas.

- Está bien. Estamos juntas, pero no sé lo digas a nadie que no quiero que se entere Miriam- me dijo Mireya.

- Si por favor, que no sabemos cómo va a reaccionar- dijo Mimi.

- No tendré ojo yo para estas cosas ni nada jajajaj- dije dándoles una abrazo a las dos.

- Eso es verdad, pero luego tú no te aclaras...- soltó Mimi.

- Ai que haría yo sin vosotras dos- dije- Oye, ¿y por qué no queréis que se entere Miriam?

- Por como valla a reaccionar- dijeron las dos a la vez.

- Bueno, yo que vosotras se lo contaría porque como se entere por otra persona se va a enfadar con las dos- las dije señalándolas.

- De acuerdo. Cuando la veamos las dos juntas se lo decimos, pero tú no le digas nada que es mi hermana y prefiero decírselo yo- dijo Mireya un poco ¿preocupada?

- Si, yo no digo nada, relájate. Además, no hablo con ella desde ayer por lo que pasó- dije bajando la mirada.

Terminamos de jugar la partida que habíamos empezado y decidimos dar una vuelta el resto de la tarde. En ese momento no me imaginaba que nos encontraríamos con la persona que no quería ver después de lo que pasó ayer. Necesitaba pensar las cosas bien y me estaba poniendo bastante nerviosa.

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Bueno pues hasta aquí el capítulo de hoy.

Sé que es un poco aburrido, ya que es de relleno. Pero es para introducir lo que vendrá en los siguientes capítulo.

Podéis poner en los comentarios vuestra opinión sobre la novela para poder saber sí tengo que cambiar algo o no.

Muchísimas gracias por leerme❤️

Malentendidos~wariamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora