CAPITULO 2

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Seguí hablando con Mireya un rato más y de repente me dice:

- Te tengo que contar algo sobre mi hermana. El porque a dicho que se liaría contigo y eso.

- Pues dime qué pasa. Después de todo lo que ha pasado esta noche me espero cualquier cosa y no me sorprendería nada de lo que dijeses.

Las dos empezamos a reírnos con mi comentario porque era realmente verdad.

- Pues no pensaba que iba a ser capaz de contestar a la pregunta que le hemos hecho.

- ¿Por qué?

- Mejor no te lo digo que si se entera me mata.

-¡Oye Mireya! Ahora me lo dices que me dejas con la intriga por favor.

- A ver. ¿Esta semana no la has visto un poco rara cuando hablaba o estaba contigo?

- Si. Ha estado más distante conmigo, pero no le he dado mucha importancia porque creía que necesitaba espacio. ¿Por qué?

- Por nada, por nada. Mejor me voy que te estoy diciendo demasiado y si se entera no me vuelve a hablar nunca más.

-¡Mireya no te vallas! Dime que la pasa para que estuviera así conmigo.

- Te lo digo dime prometes que no le vas a decir que yo te lo he dicho.

- Prometido- contesté yo sin esperarme lo que me iba a decir.

- Le gustas a mi hermana.

-¿¡Cómo!?

- Pues que le gustas.

- No será está una broma tuya que siempre me haces ¿No? Porque como lo sea no tienen gracia.

- Que no, que no. No es ninguna broma es verdad que la gustas.

Vale, ahora mismo estoy flipando. Le gustó a Miriam y no me había dado ni cuenta. Yo debo ser gilipollas o algo así para no darme cuenta. Lo peor es que yo no me fijaría nunca en una chica y no le podría corresponder. No sé qué hacer ahora mismo con mi vida, ¡qué lío!

Por tercera vez esa noche me había quedado sin saber que decir y nos  quedamos en silencio. Hasta que decidí romperlo.

-¿Y ahora yo qué hago? Le gustó a Roi y le gustó a tu hermana. Mi cabeza va a explotar en algún momento.- dije agarrándome la cabeza.

- Tranquilízate Ana. Haz lo que tú creas que tienes que hacer - me dijo Mireya mientras me daba un abrazo

De repente mientras que nos abrazamos entró en la cocina Miriam preguntando por qué tardábamos tanto. Yo lo único que fui capaz de hacer en ese momento era irme de allí corriendo sin decir absolutamente nada.

-¿Qué la pasa?- preguntó Miriam a Mireya.

- Nada importante. Solo está hecha un lío nada más- contestó Mireya.

-¿Por qué?

- Ya te he dicho que nada importante.

- Ella borde. Que raras estáis las dos. Anda vamos con los demás a seguir disfrutando de la noche.

Miriam y Mireya volvieron a donde estábamos los demás y en vez de seguir jugando a verdad o reto empezamos a hablar de todo un poco. Aitana y Cepeda nos contaron como iba su relación, Roi no paró de hacer bromas a todos, y Mimi y Ricky no paraban de hacer el tonto.

Mientras hablábamos yo seguía pensando en todo lo que había pasado durante la noche y de todo lo que me había enterado.

Notaba la mirada de Miriam todo el rato clavada en mi y me estaba poniendo un poco nerviosa. Por eso yo evitaba mirarla a la cara.

En un momento que yo estaba pensando, Roi se acercó a mí y me habló.

- ¿Podemos hablar?- me dijo tendiéndome la mano para que me levantara del suelo.

- Vale- contesté yo agarrándole de la mano y levantándome.

Mientras me levantaba miré a Mireya y con su mirada me trasmitió tranquilidad. Luego, después de estar evitando su mirada durante toda la noche, miré a Miriam y me fui a la cocina con Roi.

Una vez allí, me senté en una silla y luego Roi se sentó al lado mío agarrándome de la mano.

- Ana, tengo que hablar contigo sobre algo.

- ¿Qué pasa?

-  Lo que he dicho antes de que me gustabas mientras jugábamos es verdad y me gustaría que me dieras una oportunidad y salieras conmigo.

Cuando terminó de hablar se acercó a mí e intentó darme un beso, pero yo me aparté.

- Ee Roi, ahora tengo un lío en la cabeza bastante importante y no sé qué decirte. Además sabes que hace poco salí de una relación bastante tóxica donde yo estaba muy enamorada y no sé si estoy preparada para tener otra. Tienes que entenderme y darme tiempo para pensar.

Realmente me costó mucho decirle eso a Roi porque es un gran amigo y no me gustaría hacerle daño o perderle.

- Vale, no pasa nada. Si necesitas tiempo yo te lo voy a dar, no te voy a presionar.

- No te merezco de verdad - le dije dándole un abrazo.

Después de hablar un poco más, volvimos a donde estaban los demás y me di cuenta de que faltaban dos personas, Mimi y Miriam. Por eso decidí preguntar dónde estaban y me dijeron que estaban en el baño y que llevaban un buen rato allí.

Agarre del brazo a Mireya y la aparte de los demás para poder hablar con ella tranquilamente.

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Bueno aquí tenéis el segundo capítulo y espero que os guste. Esto se pone cada vez más interesante.

5 votos para el siguiente capítulo.

Gracias por leerme 😘

Malentendidos~wariamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora