Kohana Aihara, le gemela menor de Kotoko Aihara.
Kohana siempre pone en primer lugar a su familia, tiene una meta por cumplir, no está interesada en nadie y ella quiere ser el cupido de su hermana; ayudarla en su enamoramiento con Naoki Irie.
Pero...
~Eres como una tormenta, fuerte y feroz como los rayos, fresca como la lluvia, libre como el viento, poderosa como la tormenta, eres mi tormenta perfecta~.
Los dos estaban caminando bajo la lluvia, Naoki la cubría con el paraguas que había llevado.
-escuché que te iras a otro país.
-sí -contestó sin mirarlo pero lo notó raro, como si algo hubiese cambiado en él.
-también escuché que te casaras -dijo de pronto haciendo que kohana se detenga y naoki a unos pasos de ella se detuvo.
-casarme? -susurro curiosa frunció el ceño -lo que haga de mi vida no te conviene, debes de pensar en Chris, casarte y dejarme en paz, o aún mejor cásate con alguien que te amé, alguien como kotoko.
Ella miro para otro lado aún con el ceño fruncido y eso logró enojar al joven.
-ya deja de poner a los demás antes que a ti! -levanto la voz naoki con enojo -estás siendo egoísta.
-egoísta?...no soy egoísta, estoy dejando todo para irme, para completar mi sueño, estoy...estoy dejando al hombre que amo para que sea feliz con mi hermana, estoy dejándote para que mi hermana sea feliz, estoy dejando el amor que siento por ti de lado por muchas personas! -levantó la voz con enojo y apretando sus puños al sentir que temblaba.
-...seamos egoístas juntos -dijo naoki haciendo que kohana lo mire curiosa.
Al ver la suavidad y amor en sus ojos su ojos se cristalizaron, mordió su labio inferior y bajo la cabeza dejando caer sus lágrimas.
-n-no puedo -sollozo -no te conviene estar conmigo...yo...no sé si sobreviviré, no te haré feliz, serás infeliz a mi lado -declaró sintiendo su corazon oprimirse.
Trató de secar sus lágrimas pero éstas no planeaban detenerse.
-no me importa, estaré a tu lado hasta el final -dijo acercandose a ella.
-..cómo? -lo miro sorprendida.
-tu padre me lo dijo, aún no saben lo que tienes, mi madre me lo confesó, solo saben que tienes un cuerpo débil y que no saben si vivirás, pero aún así te amo y lo haré hasta el final, nada cambiará mis sentimientos y no estaré con nadie si no estoy contigo -soltó el paraguas y acarició su mejilla.
-...n-no...si estás conmigo no.. -su labio inferior tembló y bajo la cabeza.
-no lo sabes, no sabes si al estar juntos seremos infelices, desde el primer momento en que te vi me hiciste sentir feliz y ahora quiero que era felicidad sea completa...no puedo soportarlo más, te amo hana.
Sus sentimientos escondidos salieron a flote y la besó con suavidad ante su sorpresa.
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