¿Un ángel?

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La tormenta que caía en la ciudad de Nueva York era tan fuerte que por primera vez no había trafico y eso que ya caía la noche por ese entonces. Personas corrían de un lado a otro escondiéndose de no mojarse como si de ácido se tratase; Corey corría lo más rápido que podía hacia su casa pero le era imposible, aún faltaban demasiadas calles y apenas se encontraba a menos de la mitad del camino. Decidió al igual que muchos demás entrar a la gran biblioteca principal, era muy amplia, habían muchas personas allí pero habían más interesadas en protegerse de la lluvia que de querer leer algún libro.

Corey, un chico de 18 años recién cumplidos, de cabello castaño con cabello ondulado, de test entre blanca y morena, era alto y muy atractivo pero algo poco presumido no como aquellos chicos que son conscientes de su belleza y les gusta alardear, ser egocéntricos y demás. Él no era así, era consciente de su atractivo, sí pero no al punto de tener que creerse el más guapo; se apresuró a adentrarse al amplio lugar llegando a secciones empolvadas, escuchó unos pasos, creía estar solo y miró al final de un estante pero no se encontraba nadie, decidió no darle importancia y continuar mirando aquel lugar solitario y empolvado, caminó hasta un poco más al fondo hasta escuchar el ruido de un libro caer de un estante, caminó en dirección del sonido y vio un libro en el suelo, el cual tenia en su portada un corazón anatómico dibujado, no ese tipo de corazones que dibuja alguien enamorado sino un corazón verdadero y en ese había una daga apuñalando a este, el libro se llamaba “Una daga al corazón" que nombre tan obvio, pensó Corey al verlo de igual eso no le quitaba el hecho de que era extraño que se haya caído solo, abrió el libro encontrando el prologo y entonces se escucharon fuertes truenos al rededor, el fruncio el ceño mirando hacia los lados buscando una explicación a ese momento tan cliché, suspiró y leyó un poco y de pronto la lectura se volvió tan buena que no se dio cuenta de que había cesado la lluvia que ya era de noche, hasta que volvió a escuchar pasos y sé dio cuenta de la hora, su hermana lo regañaría en cuanto llegase a su casa.

Decidió esconder el libro en su bolso y comenzar a caminar a la salida del lugar, había algunos cuantos charcos por el camino, hacia un viento frío y la noche estaba muy oscura ni siquiera se veía la luna, las calles por las que él caminaba sólo eran iluminadas por los reflectores de luz pública, caminó lo más rápido que pudo estando ya a tan solo dos calles de su casa y aunque ya estaba cansado pues no tenia dinero para el metro sabia que estaba cerca; de pronto comenzó a escuchar un aleteo extraño, era como el de un ave o eso parecía pero en este caso era más fuerte y lento el sonido, miró hacia el cielo buscando algún animal o ave pero no se veía nada y sin más sintió como algo lo tumbaba al suelo de forma brusca haciendo que se cayese en un charco de agua, delante de él se encontraba una mujer ángel, y enserio que parecía ángel porque tenia alas en la espalda o bueno eso le parecía o podía haber sido el golpe fuerte que se dio al caer, la chica tenia unos ojos rojos que fueron disipándose y dejando ver unos ojos color verde, las alas que tenia comenzaron a desaparecer y ella se levantó de encima del suelo lamentándose haber caído de esa manera.

—Perdona, fue mi error, debía de fijarme bien en como aterrizar.— habló bajo para que él la escuchase aunque a al rededor ni había nadie, las calles estaban solas.

—Vaya forma de llamar mi atención.— dice levantándose y sobando su cabeza.

—Oh disculpa yo arreglo eso.— dijo al ver su ropa empapada de agua del charco en que habían caído.

Agitó su mano suavemente haciendo un círculo en en aire y de allí salió una chispa brillante en dirección al chico y a este rápidamente se le secó la ropa.

—Mucho gusto, soy Charlotte, tú deber ser Corey ¿no? —Habló la castaña mientras lo miraba y extendía su mano hacia él.

—Sí,yo soy...—se detuvo y frunció el ceño y estrechando la mano de aquella chica tan fuera de ese mundo
— ¿Cómo sabes mi nombre?

—Pues solo lo sé y ahora necesito que vengas conmigo a Alemantia.

—Que locura y querrás decir Alemania.

—No, de hecho lo dije bien, es Alemantia, al menos lo es en mi mundo, aquí se le dice Alemania.

El castaño se sentía confundido y mareado, no entendía de donde o como había aparecido está chica tan encantadora, mucho menos entendía porque sabia su nombre o a donde lo quería llevar.

—No tengo tiempo para bromas pesadas, si hay alguna cámara oculta enserio ya no es gracioso.—dijo alzando un poco más su voz pero no pasó nada.

La castaña rió ante lo que él decía, negando con la cabeza se acercó a él y lo abrazó fuerte, él sin embargo no se movió, estaba demasiado aturdido, no entendía porque aquella chica lo abrazaba, pero de pronto se dejó envolver por el olor de ella, era suave y para nada hostigante, al rededor de ellos comenzaron a salir brillos y chispas de los lados y su corazón se aceleró temiendo estar drogado.

—Abrazame, cierra los ojos o si no esto no funcionará.— habló ella para luego sentir como el chico lentamente la rodeaba con sus brazos.

Corey se sentía extraño pero de igual forma la abrazó y cerró sus ojos, segundos después sentía que flotaba en el aire y luego sintió una brisa fuerte para luego volver a sentirse en el suelo y con más frío que hace unos minutos, abrió sus ojos y vio a su al rededor nieve, junto con unos grandes pinos a su al rededor, ¿estaba en un bosque? ¿cómo era eso posible? Charlotte lo soltó y miró su brazo el cual parecía tener algo como un tatuaje pero se movían, que extraño ¿no?

—¡Maldita sea!— se quejó la chica mirando su brazo y luego a su alrededor.

—¿Qué? ¿Qué pasa? ¿donde estamos? ¿Cómo es esto posible?— preguntaba Corey asustado pero más que todo confundido.

—Calma, primero, nos transportamos a Alemantia, fue posible gracias a uno de mis dones y por último estamos en zona de peligro, debemos alejarnos lo antes posible de que sepan que estamos aquí— dijo lo último en un tono preocupado.

—Entonces ¿todo esto es cierto? P-pero ¿es magia acaso?— preguntó confundido mirándola.

—Callate, te responderé algunas dudas cuando no estemos expuestos — habló y lo agarró de la mano haciendo que caminaran rápido de ese lugar.

La nieve que se encontraba prácticamente en todo el suelo era muy profunda, haciendo que tropezaran torpemente tratando de escapar pero ¿de qué?

Corey sentía que todo estaba siendo un cambio demasiado rápido y literal, hace unos minutos estaba por llegar a su hogar y ahora se encontraba huyendo con prácticamente una extraña hacia quien sabe donde por escapar de quien sabe qué.

Después de minutos de correr torpemente por ese bosque se vio entre los arboles una especie de edifico, civilización, pensó aliviado Corey pero al acercarse más notó que ese “edificio” era parte de un solo conjunto, es decir, había una gran barrera alrededor y el edificio el cual ahora se veía más bien como un castillo estaba en todo el centro.

Suspiró cansado y agotado. Ya no quería seguir caminando y dirigió su mirada a la extraña que aun le tenia agarrado de la mano, enserio le parecía linda y en verdad que si lo es pero lo más importante ¿por qué lo secuestró? Técnicamente era así, aunque ella no lo obligó a venir, solo le dijo que la abrazara. Sus pensamientos fueron interrumpidos al casi caer al asfalto y sentir que el agarre de la chica había desaparecido.

—Bienvenido a Alemantia, es como Alemania pero aqui hablamos español.– soltó una risa ante su intento de chiste.

Corey hizo una mueca algo irritado.

Detrás de ellos se escuchó un rugido que los espantó y puso en alerta a Charlotte; la cual comenzó a buscar la manera de que las grandes puertas de la gran muralla se abriesen. Corey no comprendía el pequeño pánico de la chica hasta que comenzó a sentir que la tierra vibraba y como se escuchaban pasos agrandados para luego salir de entre los pinos una horrible criatura que dejó en shock a Corey.

Corey Jackson [Buscando Una Portada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora