Las semanas pasaron muy rápido a partir de ese día. La gigantesca bola de nieve que en algún momento pareció indestructible, ahora no era más que un charco de agua.
Lo que ocurrió después de eso era predecible para el vaquero, Overwatch no se iba a arriesgar con él, no les correspondía. Lo bueno es que su despido significaba dinero, y junto a la indemnización, que fue más generosa de lo que esperaba, se garantizó una buena vida por al menos unos meses.
Esparció las cenizas de su hermana por la carretera como había dicho, no de inmediatamente sin embargo. Esperó un mes. Hizo una pequeña ceremonia en su honor, no invitó a nadie, pero Genji se presentó de todas formas junto a Angela. Rezó a un dios del que no estaba seguro si existía, y prendió unas cuantas velas blancas. Hubo silencio, ni una palabra que describiera el corazón roto de McCree.
Dos meses habían pasado. El recuerdo de su hermana lo seguía apuñalando de vez en cuando.
Despertó asustado en más de una ocasión, con las manos manchadas de culpa, y el rostro cubierto de agonía. Miró a su lado cada una de esas veces, buscando consuelo en las sabanas vacías, añorando la compañía de su viejo amor.
Angela le recomendó un psicólogo, no podía cargar con tanto por más fuerte que dijera ser. McCree no era un hombre de terapia, aunque debía admitir que la necesitaba. Ya no era parte de Overwatch, por lo que cada vez interactuaba menos con la gente, hablar un poco de sus problemas le haría bien.
Fue a dos sesiones y abandonó.
Tres meses fueron suficientes para tomar la decisión. Se mudaría a Noruega. Suiza era un lugar hermoso, donde se encontraban sus amigos, pero seguía siendo un mal recuerdo. Se despidió de todos sus cercanos, no quería ser descortés o que pensaran que se suicidaría.
Se mudó a la parte más silenciosa del país, una pequeña zona que estaba ubicada en los cerros nevados. McCree nunca había disfrutado del silencio, pero ahora parecía tolerarlo con facilidad.
En los días más fríos tuvo un pensamiento recurrente, donde Hanzo y Jane se conocían. Donde Jane contaba viejas anécdotas de él, para avergonzarlo. Hubiese sido bueno.
Al cuarto mes ya tenía un trabajo. La pequeña librería del centro lo había contratado. Era la única que había en la ciudad. Ya casi nadie usaba papel, pero la clientela era grande cuando se trataba de gente mayor. Una señora le compró una pluma y un par de sobres. Tan anticuado como su vida misma, pero le fascinó. Pensó en aquello, que no estaría mal enviar un par de cartas a sus amigos, un par de postales mostrando que se encontraba "bien".
Llegó a la cabaña a las siete de la tarde, se preparó una taza de café y se sentó en su escritorio. Partió con saludar a Genji y a Angela, preguntando por ellos. Y terminó con un par de bromas sobre él mismo. Selló el sobre y lo guardó, lo enviaría lo más pronto posible.
Pasaron semanas antes de que le respondieran. Ambos se alegraron de su bienestar, preguntando si lo podrían visitar en algún momento. Angela le envió chocolate suizo y una botella de vino. Genji le anotó unas palabras en japonés y mandó un libro de traducción.
—El hijo de puta...—comentó con gracia. Tradujo cada una de las letras a mano, y luego de unas horas había armado un texto decente:
"Si te soy honesto, Angela no aprueba lo que te escribo. No considera bueno que hables con Hanzo aún, porque si su respuesta afectiva es negativa, te derrumbarás otra vez. Ella es doctora, pero no psicóloga, compañero.
Yo creo que depende de ti, eres un hombre maduro que...dejando de lado los errores del pasado, puede tomar una decisión como esta. Conseguí la dirección de Hanzo, fue más fácil de lo que creía.
Calle Pasteur, edificio Antoine, departamento 7. Paris Francia.
Te apoyo cual sea tu opción, se inteligente. Nos vemos pronto, mi querido amigo"
McCree se quedó observando la dirección. No le parecía extraño que el ninja se hubiese mudado, era el tipo de cosas que hacían ambos: escapar. No por cobardes, más bien por salud mental.
El vaquero pensó en visitarlo, tenía su dirección después de todo. Pero quizás Angela tenía razón, y no le haría bien el rechazo. ¿Rechazo? él solo quería hablar en realidad, preguntar porqué lo ayudó. Miró la pluma y arrancó una hoja de cuaderno, le iba a escribir, de esa forma no temería.
"Querido Hanzo"

ESTÁS LEYENDO
Snowball effect
ФанфикEl ninja vuelve a casa tras dos meses en misiones. Algo ha cambiado y Hanzo lo está notando, la gente lo observa, murmuran cosas sobre su relación con McCree ¿Por qué ahora ? ¿Qué sucedió durante los dos meses que no estuvo? ¿Qué oculta el vaquero...