Un gran problema

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McCree volvió a la habitación con el rostro pálido; destrozado. ¿Qué debería hacer? no podía pagar esa cuantiosa cantidad de dinero aunque quisiera, y estaba seguro que la mujer intentó estafar a Sombra desde el principio. 
—¿Qué pasó? —Mencionó Hanzo mientras el vaquero se sentaba en la cama. 
— Nada... —El estomago le dolía, no quería seguir mintiéndole a su pareja. Había hecho algo malo, pero no se atrevía a decir la verdad. Necesitaba un plan para salir de ahí y encontrarse con la mujer, tenía demasiadas cosas que arreglar. 
—No puedes decirme eso con esa cara —Intentó mirarlo fijamente a los ojos— Estoy contigo, sea bueno o malo y lo sabes. 
— Eh...— Tragó saliva— No... fue sobre mi desempeño en la ultima misión. Al parecer entregué un informe incompleto. 
— Oh... ¿Solo eso? no eres el tipo de hombre que hace mal su trabajo, ¿visitar amistades te distrajo?  —El castaño se molestó con el comentario, pero había encontrado una salida. Tenía que actuar otra vez. 
—¿Insinúas algo? 
—...¿Ah? para nada, estoy siendo franco. Quizás te divertiste más de la cuenta, eso es todo. 
—Tienes razón. Soy el tipo de hombre que no hace mal su trabajo. 

—¿Entonces por qué hablaron negativamente de tu desempeño? —Jesse lo miró serio. Intentando Transformar el ambiente de la pieza. —¿Por qué te afecta tanto? fue Winston quien llamó tu atención, no yo. 
—Pues pareciera que estás de su lado —McCree estaba tenso, no solía enojarse con el Shimada, normalmente era al revés —Mira olvídalo. Si no entiendes porqué me molesta, creo que el sexo puede esperar bastante.
—¿Desde cuando eres tan dramático? además —Se cruzó de brazos —Eras tú el que llegó pidiendo sexo hace un rato. — El americano se levantó de la cama y se fue del lugar, cerrando con un portazo. Hanzo suspiró.  

Al otro lado de la ciudad, en un pequeño bar bohemio, se encontraba una mujer con gabardina negra, cabello plateado y corto. Aparentaba unos 32 años de edad, se encontraba completamente sola, leyendo noticias en su notebook holografico. De pronto una rubia y un joven de aspecto mecánico entrarón al bar, sin llamar la atención de la platinada.  
—Este bar es una reliquia por esta zona, lo inauguraron en 1980 un par de jubilados alemanes. Mis abuelos solían venir aquí todo el tiempo cuando eran jóvenes.—Dijo la doctora mientras Genji la miraba atontado. — ¿Y que te parece? 
—Muy bonita
—¿Ah?

— La arquitectura... la arquitectura es maravillosa —Dijo nervioso—De todas formas, ¿no es un poco temprano para tomar?
— No te preocupes, aquí también sirven comida. Sentémonos un poco más atrás para ver el menú. —La suiza y el japonés se habían acomodado lo suficiente cuando escucharon el sonido de la puerta. Vieron un rostro familiar sentándose junto a la mujer del computador.
—¿McCree? ¿Qué está haciendo?— Preguntó el menor de los Shimada mientras fruncía el ceño.
— Se acaban de abrazar, ¿Serán conocidos? —Notó que su pareja se molestó — Tranquilo, no debe ser nada grave, lo conocemos hace mucho, no está engañando a tu hermano. 

El castaño intentaba explicarle la situación a la peliplata sin armar demasiado escándalo.
—No puedo creer que Sombra no te encuentre, llevas ese disfraz desde hace semanas, y siempre estás en este bar.
—Estoy siendo obvia de adrede. El mismo hotel, la misma ropa, el mismo bar. Es estúpido, suena estúpido. Ella me conoce, sabe que soy rápida y cree que debo estar escapando a toda costa.
—Hoy me visitó. 
—¿Qué? y...¿te amenazó? —Jesse suspiró y se apoyó en la mesa mientras fruncía el ceño.
— Tienes que pagarle. Tiene pruebas de nuestro contacto. Me estás involucrando en algo que juraste no harías.
— Lo siento, pero no puedo. ¿Viste esa cifra?
—Si puedes. Has... —Notó que tenía que susurrar— robado en más ciudades de Europa, que muchas de las organizaciones con las que Overwatch trata. — Frunció ligeramente el ceño — Estás en la lista negra de Overwatch y Sombra te tiene en la mira. Yo no puedo ayudarte en nada, pero si te quitas a ella de encima tendrás menos cosas por las que preocuparte.
—Solo tú te preocupas —Volteó el rostro.
— Hey...— Tomó sus manos — Ambos estamos en peligro, pero yo te estoy encubriendo. Podría perder mi trabajo, mi pareja y la amistad de muchos de mis colegas. Estoy arriesgando mucho. Necesitas pagar, o le contará a todos en los cuarteles y...
— Si si, perderás tu trabajo.
—O la cabeza. —Ambos se miraron ligeramente asustados— Velarán por la paz y todo, pero no creo que me echen con fiesta de despedida.
—Esto... no te deja exactamente en la lista de los buenos.
—Pues si —Guardaron silencio unos minutos.
—No tengo dinero ahora, hice mi ultima donación de alimentos al programa "Ayúdanos" 
—Tienes un mes para conseguirlo ¿Podrás? —Ella se estiró hacia atrás unos segundos
—Me costó mucho encontrarte como para que te vayas de mi lado de nuevo —Le sonrió. 
— Bien, lo dejo en tus manos. —Se acomodó el sombrero y le besó la frente antes de irse.
 Genji no podía evitar mirar la escena con sospecha. Mercy podría tener la razón, probablemente no le era infiel, pero eso no significaba que no había algo turbio de por medio.

El vaquero se dio un par de vueltas por la ciudad antes de volver al cuartel. Necesitaba un tiempo para pensar en la cantidad de mentiras que estaba guardando. Se sentía falso; repugnante, pero no podía permitirse traicionarla,lo prometió, (al igual que le prometió no mentirle a Hanzo). 
Cuando finalmente llegó a la sede notó que el cyborg lo esperaba en la entrada, esto le causó risa a Jesse. Era como si el ex yakuza quisiera intimidarlo.
—Tenemos que hablar —Mencionó el Shimada, mientras el castaño levantaba una ceja.
—¿Estás terminando conmigo? —Bromeó, pero al notar que el otro no decía nada se puso serio. 
—Te vi en el bar —El vaquero desvió la mirada.

—Tomo mucho, es normal que me veas ahí. 
—No finjas, no quiero transformar esto en una trama cliché donde intentas justificar tus acciones. Quiero saber quien era ella. Pero te advierto que si lo estás engañando, no soy yo precisamente  quien te dará una lección. —El más alto se frotó el cuello. 
—No puedo contarte todo, no aquí al menos. Ven. 
Ambos se dirigieron a la pequeña tienda de comestibles que se encontraba en la parte superior de Overwatch. De esa forma mantenían oculto el lugar en la zona subterránea, con guardias de seguridad y puertas de "peligro alto voltaje", la mayoría solo lo creía parte del recinto. 
El viejo equipo de Blackwatch se situó en el pasillo de licores, intentando llevar una conversación tranquila. 
—¿Entonces? 
— Quizás lleve Tequila —Observó meticulosamente los precios  —No me estoy acostando con ella, si es lo que quieres saber. Pero no voy a decirte cual es nuestra relación.
—Es casi lo mismo que no saber nada. Deja de mentir. No le diré y lo sabes. —El americano lo miró. Necesitaba sacarse ese peso de encima. Tomó un Jack Daniels y caminaron hacia la comida chatarra. 
—Es una persona muy importante para mi. La quiero mucho. Llevaba años sin verla, pero decidió por si misma encontrarme. Honestamente...la creí muerta. Se arriesgaba mucho con lo que hacía. 
—¿Qué hacía? 

—A eso voy...es lo que Overwatch consideraría mala. —Suspiró— Lleva años hackeando bancos, empresas importantes y famosos millonarios. A veces entra a sus casas u otras solo accede a sus créditos. No ha matado a nadie hasta donde yo sé. Y todo lo que consigue lo dona a empresas benéficas.
—Parece... ¡ella es increíble! es decir, no digo que el fin justifica los medios. Pero es básicamente Robin Hood. 

—¡Es lo mismo que le he dicho! —Mencionó un poco emocionado —En fin...ese es solo uno de los problemas, no sé que me harán si descubren que la conozco. 
— Oh no, ahora soy cómplice. —McCree lo ignoró.
— Pero lo que me tiene más tenso, es que Sombra la tiene amenazada. ¿Recuerdas que te dije que hackeaba? aparentemente así se conocieron y fueron amigas por un tiempo. Hasta que le pidió localizarme a mi, a cambio de dinero. 
— ¡¿Sombra sabe nuestra dirección?! —El más alto le tapó la boca, luego miró a su al rededor. Seguían estando solos. 
— Si, pero no está dentro de sus intereses hacernos algo. Solo quiere lo que le prometieron. Hoy me visitó y me dijo que "teníamos" un mes, por eso me viste hablando con Jane en el bar. Me involucraron en algo grande, y yo no hice nada.

— ¿Su nombre es Jane?

— Al menos el real
— Vaya...¿Y que pasará si no le pagan? 
— Contará todo, a cada agente... incluso a Hanzo. 
— Pero maldita sea McCree, ¿por qué no le dices por ti mismo en primer lugar?

— ¡Porque no quiero involucrar a nadie más! —Mencionó exaltado. Bajó la mirada unos segundos— Ni si quiera debí contarte. Genji, estuvimos en Blackwatch, sabemos que le pasa a los "traidores". Aunque ya no esté Gabriel ni exista esa "sub división" como tal. Hemos visto y escuchado rumores de personas involucradas en cosas como estas —Lo miró fijamente —Mira, tengo miedo de que no pague. Tengo miedo de que se sepa todo esto y que tu hermano me mire con decepción. Por eso... 
—Ya te dije antes. No le diré a nadie, somos amigos. 
—Gracias —Le dio un abrazo largo. Tenía razón, ellos eran muy jóvenes cuando se conocieron, y les agradaba seguir conservando esa amistad. 
—Salvo quizás por Angela, es mi novia y eso. 
— No lo arruines o te disparo en la boca. 
— Ok ok... —No pudo evitar reírse.  




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Concepto de notebook holografico: http://genx-tech.blogspot.cl/2012/01/top-10-most-futuristic-laptops-concept.html 



Snowball effectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora