Capítulo sesenta y cinco

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Atención:⚠ CONTENIDO ADULTO NO APTO PARA MENORES DE 18 AÑOS. (Ahre que tengo 17 y escribí esto)

No me hago cargo de ningún tipo de traumas psicológicos. :)

Los que se animen a leer, espero que disfruten el capítulo. 

Hazme saber qué te pareció.

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Brisa:

La abuela adora bailar, y como era un momento tan feliz para todos, nos obligó a poner música alegre para hacerlo. No sé qué canciones eran las que sonaban en el parlante, no las conocía, pero la verdad es que no estaban nada mal. La música resonaba en cada rincón de la casa, y el sonido de la lluvia se perdía en ella. Kendall y Emma no parecían tener ningún tipo de problema ante tanto ruido, ambas dormían sin problema. Pero Toby se alteraba mucho con nuestros movimientos, e iba de acá para allá, y hasta incluso a veces nos saltaba encima, provocando risas.

Es todo un loquillo.

Los padres de Gastón bailaron juntos, al igual que mis padres, al igual que Stef con Isaac y al igual que Gastón y yo. Key no tenía a nadie con quien poder moverse, y al principio eso me puso algo triste dado a que no anda muy bien, pero mi abuela, con su impresionante carisma, obligó a mi cuñado a ser su pareja de baile. Al principio él no parecía muy animado, pero sin duda, luego empezó a reírse por las cosas que mi abuela le decía y le hacía hacer. 

Para tener setenta años, ella no parecía moverse con ningún tipo de problema. 

A cada rato miraba a Isaac; le veía tan feliz que me llenaba el alma, me sacaba sonrisas, y podía sentir la mirada de completo enamorado que le regalaba a Stef. Ella también derrochaba felicidad, y el verle tan emocionada me dio la sensación de que se sentía viva otra vez. Es más Stef que nunca. 

La siguiente actividad fueron las películas. Vimos sólo dos porque Issac quería irse a descansar. Aunque, sinceramente, yo no me creí esa.

La abuela no paraba de taparse la cara y de insultar cuando ocurría alguna que otra escena que le provocaba miedo. Le advirtió a Isaac que, si ella llegaba a tener pesadillas, lo obligaría a ver películas de romance. Mi hermano no parecía contento cuando ella le amenazó, pero simplemente asintió, despreocupándose. 

El sofá no era demasiado grande para que todos entráramos en él, así que la mayoría de los presentes tuvimos que buscar las almohadas de nuestras habitaciones para sentarnos en el suelo. Encendimos la chimenea para evitar el frío y la noche pasó de ser genial a espectacular. Habíamos preparado palomitas, pero yo tenía antojos de comerme un tazón lleno de frutillas con azúcar. 

Gastón de vez en cuando me robaba alguna que otra frutilla y, a pesar de que le decía que fuera a buscar más a la heladera para él solo, no me hacía caso. 

La primer película fue "El conjuro". Creo que todos, excepto la abuela, vimos esa película un sin fin de veces, pero aún así, todo se sentía muy bien. Además, no podíamos quejarnos mucho de la elección de Isaac. Antes de que empezara nos repitió muchas veces que era su película favorita y que no perdonaría que nadie se quedara dormido. 

La segunda fue "El legado del diablo", y no me gustó tanto como la primera porque me dejó una sensación rara en el estómago. Muchas escenas me dieron algo de asco, y cuando la cabeza de esa niña estaba cortada y llena de hormigas, casi vomito. 

Y no es exageración, de verdad. 

Me despido del padre de Gastón, y me voy de la mano con mi futuro esposo. 

Siempre Serás Tú #D2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora