Capítulo cuatro

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Brisa:

—¿Te ha gustado? —me pregunta Gastón.

—Me ha encantado —respondo. Beso sus labios.

—Deberíamos hacerlo más seguido —sugiere y asiento.

—Sí —sonrío—. De verdad que las pelis han estado muy buenas. ¿Dime por qué antes no hemos hecho una maratón de películas? —salgo del cuarto para ver a Emma.

Me adentro en su habitación y la observo dormir.

Agradezco que esté durmiendo y no llorando como lo hace a cada rato. Acaricio su mejilla con delicadeza para no despertarla.

El perfume de su padre inunda la habitación de nuestra hija, lo cual hace que me dé cuenta que acaba de adentrarse en el cuarto.

—Es hermosa —me dice y asiento.

—Lo es —le digo.

Luego de observarla por unos cuantos minutos, ambos nos dirigimos hacia la sala.

Me siento en el regazo de Gastón.

—Te vamos a extrañar —le digo mientras comienzo a besar su cuello.

—Y yo las echaré de menos a ustedes dos —también besa mi cuello—. Echaré de menos a mis princesas. Pero los días se pasan rápido. El lado bueno es que solo serán tres días, y luego estaré de vuelta con ambas. Pero..., aún estás a tiempo de cambiar de opinión y venir conmigo.

—No es que no quiera, Gastón, pero como te he dicho antes... no me parece una buena idea tener que ir en un avión con Emma. Sería muy molesto para los pasajeros oír como llora a cada rato. Y por si no lo recuerdas..., odio los aviones —le digo.

—Bien, pero ya sabes, si cambias de opinión, sería genial.

El celular de mi novio comienza a vibrar sobre la mesa de centro. En la pantalla aparece la foto de la zorra de Tiffany.

¿Y ahora qué es lo que quiere ésta?

Me levanto de sus piernas para ir hacia la cocina. No quiero estar presente mientras él habla con ella.

No entiendo por qué es que le llama tanto. No, esperen... sí lo sé. Sucede que ésta tiene intenciones de llevarse a la cama a mi novio. Bueno, no lo puedo asegurar con exactitud, pero sé que ella no sólo quiere ser amiga del padre de mi beba.

Siempre me pongo tan celosa cada vez que ella le llama o cada vez que él me cuenta algunas cosas sobre Tiffany.

Trato de disimular mi histeria frente a Gastón. No quiero demostrarle mis celos.

Sé que la que ha tomado la decisión de no ir con él al viaje, he sido yo, pero no paro de pensar en que mi novio pasará mucho más tiempo con esa. De solo pensar en eso, mis celos aumentan.

Aunque, no debería sentirme de esta manera. Confío en Gastón, pero en la que no confío ni un poquito es en esa zorra.

Me sirvo un vaso de agua fresca. Llevo la pieza de vidrio a mis labios, mientras escucho los pasos de mi novio.

Al verlo, la pregunta se escapa de mis labios. No quería decirle de esa forma. Solo salió y ya.

—¿Y ahora qué es lo que quería esa?

Sus cejas se fruncen y maldigo mentalmente por no poder ser capas de controlarme.

—¿Esa?

—Tiffany —me corrijo.

—Y ya estás celosa —asiente con la cabeza.

—No —le niego.

Siempre Serás Tú #D2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora