Lunes.
Marina se miró al espejo por milésima vez. Su pelo dorado y ondulado estaba recogido en una cola, llevaba su típico vestido negro hasta medio muslo ceñido a la cintura con cuello blanco, sus medias de rejilla y sus botas de combate.
Agarró su libreta de tapas negras y sonrió. Salió de su apartamento mientras su rodillas amenazaban con dejarla caer.
Caminó con su paso tembloroso hasta la biblioteca. Subió los escalones de mármol y se paró en la puerta.
Respiró hondo, mientras sentía como las mariposas revoloteaban en su estómago. Iba a conocer a Anónimo, bueno, a Gold.
Caminó decidida al interior de la imponente biblioteca. Saludó con la mano y una sonrisa a Sarah y continuó.
Respiró hondo de nuevo, intentando calmar su acelerado pulso y miró la hora; 11.24 a.m exactamente.
Sus botas de combate resonaban contra el mármol cuando entró en el pasillo B-187.
En el suelo había un chico sentado, con El rayo de Luna en su regazo. Tenía una melena azabache brillante y unos profundos ojos azules. Vestía una sudadera abierta naranja, una camisa de cuadros azul, una camiseta blanca, unos pantalones rojos y unas Converse rojas.
Al escuchar las botas de Marina contra el mármol, el chico levantó su vista cían del libro y miró a Marina, esbozando una gran sonrisa blanca.
-Hola, Marina. -dijo él, con una voz suave y agradable.
-¿Gold? -susurró Marina.
Él asintió. Marina caminó con paso dubitativo hasta él y se sentó a su lado, descansando la espalda en la estantería.
Miró a Gold, y vio que él la miraba sonriendo.
-¿Por qué me miras? -dijo Marina, sonriendo.
-Porque quiero y puedo -contestó Gold riendo.
Marina soltó una carcajada y negó con la cabeza.
-Con todo lo que has liado, esperaba que fueras un orco o algo, no que fueras...una especie de súper adolescente -bufó Marina.
Gold rió.
-¿Súper adolescente? Estás mal, Marina Hal.
Ella fingió cara de ofendida y rió. Arrebató El rayo de Luna del regazo de Gold y comenzó a leer en voz alta.
-"Lena sonrió y miró a Thomas, sentado a su lado.
-Tom, ¿por qué te has demorado tanto para vernos?
Thomas la miró y sonrió.
-Tenía miedo de decepcionarte." -Marina sonrió y miró hacia Gold -. Somos como Lena y Tom, ¿no crees?
-Lo creo.
Gold puso su mano en la mejilla de Marina y acercó sus labios a los de ella, haciendo que sus labios se juntaran.
Cuando ambos se separaron, sonreían.
-Yo...quería hacer eso -dijo Gold, rascando su nuca.
Marina sonrió. Aquello se sentía bien. Gold se sentía bien.
Martes.
Marina estaba tumbada en la cama, con The Smiths sonando de fondo.
Eran más de las cuatro se la mañana, pero no estaba sola. Gold estaba a su lado.
-Con que...¿Estos son The Smiths?-preguntó él.
-Ajá.
Marina miró a Gold. Tenía los ojos cerrados y sonreía.
ESTÁS LEYENDO
Anónimo.
Random«Una semana más, una carta más, y un poco más de ganas de saber quién se esconde tras el Anónimo.»