_The Secret That I Hide_[JIKOOK] ГOmegaverse]

Capítulo diez: Brazos cálidos

"Soy un hombre Omega"

Luego de esa frase dicha, uno se encontraba a la espera con los ojos llenos de expectativa y a la vez algo de miedo a la reacción del contrario, quién seguía en una especie de estado de impresión procesando la nueva información obtenida.

- Yo... emm, entiendo perfectamente si te quieres alejar de mí por... sentirte traicionado al no saberlo durante tanto tiempo o porque sea demasiado para ti cargar con un fe-fenómeno como amigo o cu-cuales sean tus razones, pero- Empezó a decir, tartamudeando un poco, para ser interrumpido en medio de su discurso con un gran abrazo de oso proveniente de los brazos del castaño, quién ahora tenía su cabeza escondida en su cuello.

Jungkook se dejó llevar por su instinto como un auto-reflejo, devolviendo el abrazo al instante en que cayó en cuenta de éste. Los grandes brazos del alfa se cernían sobre la suave espalda del omega, mientras que las piernas del último apretaban la cadera del mayor con fuerza pero sin hacerle algún tipo de daño.

El castaño al tener el cuello del contrario en su rostro no pudo evitar olfatear en busca de su aroma natural. Al hacerlo provocó unas leves risas de parte del pelinegro, gracias a las cosquillas que le hacía con su nariz ya que se encontraba en un punto sensible para el menor como era su cuello.

Jimin riendo junto al chico lo agarró más fuerte y aspiró un poco del aroma que era casi imperceptible en éste.

"Jazmín con frutos rojos y una pizca de vainilla"

Sintió como todos sus sentidos se agudizaban al distinguir aquella maravillosa fragancia que lo había perseguido desde aquel día en que la olfateó frente aquella casa que nunca había visto antes. Sus pupilas se dilataron a la vez que sus fosas nasales se hinchaban buscando la esencia que sabía ahora que era del pelinegro.

Se separó de Jungkook con la respiración algo agitada, mirándolo arriba abajo pensando en lo idiota que había sido al no darse cuenta antes de qué y quién era en verdad su mejor amigo. A pesar de no ver en su día a día a omegas masculinos, debería haber sido consciente por todas las señales que le indicaban lo antes dicho por los labios del menor. Era un hombre Omega. Y no necesitaba una confirmación por escrita de un médico, además de confiar plenamente en la mirada de sinceridad que tenía en ese momento su amigo; se daba cuenta por primera vez que todas las características típicas de un omega las poseía éste.

Es decir; sus anchas caderas las cuales serían perfectas para tener hijos, una fina cintura, delicados rasgos, piel suave, era pequeño físicamente a pesar de ser alto y estar algo definido, era esbelto, gran culo, muslos gruesos, en fin parecía ser un omega perfecto o al menos en su pensamiento de omega perfecto.

Gracias a la confesión previa del pelinegro de sus sentimientos, Jimin había empezado a ver a Jungkook con otros ojos; si es que alguna vez lo vio diferente. Lo que en realidad pasaba era que el castaño ahora era consciente de sí mismo, de su atracción hacia el contrario, de la que pareció no haberse dado cuenta durante todos estos años hasta el beso en el cuarto de utensilios de limpieza.

Jimin ahora tenía un brillo en los ojos al darse cuenta de todo lo que en realidad sucedía detrás de aquella fachada de "mejores amigos". Ellos no eran solo eso. Y al parecer su lobo siempre lo supo porque en el momento de lucidez en su mente, empezó a aullar de felicidad como celebrando que su parte humana por fin había despertado.

- Jimin,... ¿e-estás bien?- Preguntó confuso y nervioso Jungkook al notar que el contrario lo miraba fijamente con una expresión que nunca había visto en él.

- Depende, ¿tú... estás bien?- El castaño recalcó la palabra "tú" junto una mirada cautelosa. Jungkook se sorprendió ante la respuesta/pregunta que había recibido y le dio una mirada desentendida al castaño, sin saber muy bien a qué se refería exactamente.