Capítulo 9

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Las cosas entre Charles y Erik cada día estaban mejor, lentamente se estaban acercando más y más, pero entre ellos el vínculo principal era ser padres de Peter, pues no cabían en la categoría de pareja.

Aunque, Raven bufaba cada vez que negaban ser algo más que amigos, pues para la mutantes incluso parecían esposos, la típica pareja que lleva muchos años, que se gruñen y que se saben todas sus mañas.

A Peter le costo un poco acostumbrarse a eso de tener al fin a sus dos padres, siempre terminaba pidiéndole permiso a Charles, ignoraba la opinión de Erik, incluso cuando este lo regañaba el muchacho platinado le levantaba los hombros y no tomaba en cuenta su opinión. Pero gracias al apoyo del castaño, cada día tenía más autoridad, sin asustar al chico. Lentamente estaban formando la familia que siempre habían soñado con tener.

Un día cualquiera

– ¡Ay! Charles estoy cansado – se quejó Erik mientras se lanzaba de espalda a la cama del castaño, pues aún ambos dormían en piezas separadas. Magneto estaba sin camisa, sólo tenía un bañador mojado luego de haber jugado con los niños a lanzarse agua.

Charles desde el umbral de la puerta se quedó mirando al padre de Peter, como solía presentarlo. Desde esa posición podía notar el trabajado cuerpo del hombre, se mordió el labio de forma inconsciente al notar aquel maravilloso espécimen y no pudo evitar soltar un gemido al ver aquellos oblicuos tan marcados, se le hacía agua la boca por pasar su lengua y rozar sus dientes por aquel lugar, y quizás, ir un poco más abajo.

Erik escuchó los sonidos que Charles estaba produciendo y de forma inesperada sintió como sus mejillas se calentaban, quizás era momento de huir a su habitación. Se levantó de golpe, encontrándose una imagen tan sensual en su hombre que tenía que salir lo antes posible de aquel lugar y, sobre todo, darse una buena ducha fría para el bulto que se estaba formando.

Pero apenas llego a la puerta, Charles se lanzó contra él y en cosa de segundos Erik se encontraba nuevamente sobre la cama con su castaño a ahorcajas sobre él, haciendo que sus entrepiernas estuvieran peligrosamente cerca, el ambiente se estaba calentando rápidamente.

– Charles, cariño – intentó hablar Erik, pero fue callado de golpe por unos cálidos labios que comenzaron a besarlo de forma desesperada, sólo había pasión en aquellos movimientos. No faltó mucho para que Charles se quitara su camisa, sacándole un suspiro al controlador de metales, finalmente el castaño comenzó a llenar de besos el torso de Erik, no resistió pasar su lengua y incluso marcar sus dientes en algunos lugares, dejando a Magneto lleno de cardenales, quien no paraba de gemir, pero no se atrevía a hacer movimiento alguno pues temía de la reacción de Charles – Oh mierda Charles – se quejó Erik de forma ronca, su erección se había tornado dolorosa.

– Ni creas que me haré cargo de eso – dijo Charles apuntando su entrepierna – nos vemos guapo – le pasó la lengua por la comisura de los labios, se puso su camisa en un ágil movimiento y salió de la habitación, dejando a Erik estático, no podía creer lo que acaba de pasar.

Aquella candente situación se comenzó a repetir con bastante frecuencia, Erik nunca lograba reaccionar ante las pasionales caricias del castaño, pues quedaba anonadado de tanta carga sexual, lo único que deseaba era hundirse en aquel maravilloso cuerpo, pero se sentía incapaz de tomar la iniciativa, porque era un maldito cobarde.

– Erik, ¿quiere ser mi follamigo? – le preguntó el de ojos azules a Magneto justo cuando éste le estaba dando un trago a su café, lo que provoco que terminara tosiendo y escupiendo el contenido de su taza.

Gran Resiliencia  (Cherik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora