Asustada por el optimismo

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A pesar de creer en todo su arrepentimiento, no puedo dejar a un lado el miedo a que vuelva a cambiar de opinión, que vuelva a ver todo oscuro o peor aún, que vea realmente con claridad que ya no me ama. Me angustia sentir eso pero no lo puedo evitar, son cosas que no se pueden evitar.

Mucha gente me dice que haga lo que sienta, es la mayoría, pero hay otro grupo muy pequeño quien dice que vaya con calma, que no vuelva a involucrarme por completo tan rápido. Y aunque es un grupo muy pequeño no quiero hacer oídos sordos, no quiero salir lastimada otra vez, a pesar de saber que puedo resistir otro golpe. 

        Lo que me hizo si bien no fue un golpe físico, fue algo bastante similar. Fue como si me hubiera pateado en el suelo hasta quitarme el aliento, y después de dejarme sangrando se hubiera ido sin que yo le importara en absoluto. Me dejó sola, no le importó nada. Y si bien me pude poner de pie por mí misma y curar en parte las heridas para al menos seguir caminando, no quiero, no voy a permitir que me haga daño otra vez. Ya no más. Yo seré quien tome las decisiones, nunca más le delegaré esa responsabilidad a él, quien claramente no tiene la capacidad para discernir de buena forma en relación a sus emociones.

        Debo escribirle una carta, descargar en ella todo lo que siento en estos momentos y luego mostrársela. No sé que escribiré, pero siento que no me costará decirle un sin fin de cosas por escrito. Mañana nos veremos nuevamente, iremos a la playa, espero que sea un lindo día y no se arruine con nada. 

DesintoxicaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora