Siete

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Cuando el lunes llegué a la escuela, hice todo lo posible para no toparme con Jughead. El día anterior me había quedado hasta tarde en la casa de los Lodge socializando con Veronica y Betty, me estaba comenzando a llevar realmente bien con ellas. Mientras acomodaba los libros en mi casillero sentí como alguien se aclaraba la garganta detrás de mí. Me di la vuelta y me encontré con la mismísima Cheryl Blossom. –Chica nueva. –Me examinó de abajo hacia arriba y yo arqué una ceja. – ¿Puedo ayudarte con algo? –Le pregunté algo confundida. –Las Vixens necesitan una nueva integrante, así que te espero hoy luego de la primera hora. –Iba a decir algo pero me interrumpió. –No acepto un no como respuesta. –Se alejó de mí moviendo su pelo y dejándome realmente confundida. Ser animadora nunca había llamado realmente mi atención, pero tal vez si le hacía caso a Cheryl, luego podría ayudar a Toni a pedirle una cita. Así que a la segunda hora me encontraba en el gimnasio con mi equipo de educación física puesto. Veronica, Betty y Toni estaban allí, porque ellas ya eran animadoras. Me saludaron con una enorme sonrisa y me desearon suerte. –Muéstranos lo que tienes. –Cheryl habló mientras encendía el estéreo y "I'm a Mess" de Bebe Rexha comenzaba a sonar. Realmente nunca había hecho nada artístico, pero siempre bailaba cuando estaba sola en mi casa, así que hice exactamente eso pero esta vez con algo más de público. Cuando terminé mis amigas me miraban sorprendidas. –Wow, eso fue genial. –Toni me abrazó y Cheryl se aclaró la garganta. –Puedes mejorar, pero como no tengo otra opción, estas dentro. Ahora, ponte el uniforme y a entrenar. –Aplaudió para que nos apresuráramos y todas le hicimos caso.

Cuando llegó la hora de salida, estaba caminando hacia mi auto con mi nuevo atuendo de las Vixens cuando Jughead se me acercó. –Así que ahora eres una animadora. –Comentó con una media sonrisa que lo hacía parecer a FP. Asentí algo incomoda. – ¿Quieres ir por unas malteadas a Pop's? Hay algo que quiero mostrarte. –Su tono era urgente así que no me atreví a decirle que no. Ambos nos subimos a mi auto y comencé a conducir. –Betty me contó que pasaron el fin de semana juntas. –Habló desde el asiento del copiloto y yo sonreí. –Sí, hicimos juntada de chicas. Fue divertido, no acostumbro a tener muchas amigas. –Le expliqué y el asintió en silencio. Cuando llegamos a Pop's, buscamos la mesa más apartada de todas y nos ubicamos allí. Nos observamos un rato a los ojos esperando que alguno comenzara la conversación. –Escucha Beth. –Fuimos interrumpidos por FP que se acercó a nosotros. Me quedé helada cuando lo vi, no sabía cómo se suponía que tenía que actuar frente a él luego de habérmele tirado a los brazos el domingo a la madrugada. –Beth. –Sentí la voz de Jug que me llamaba. Pestañé varias veces y lo miré mientras mis mejillas se tornaban rojas. – ¿Vas a querer un batido de fresa y algo más? –Tardé unos segundos en comprender lo que decía y luego asentí. –Sí, lo siento. Quiero el batido con esas increíbles papas que tienen aquí. –Lo último lo murmuré y vi como FP esbozaba una pequeña sonrisa. –En un momento se los traigo. –Nos sonrió a ambos y desapareció detrás del mostrador. Volví mi cabeza hacia Jughead. – ¿Puedo preguntar por qué estamos aquí? –Lo miré curiosa y él tragó saliva. –Recibí una nota de alguien anónimo que me pedía que te investigara porque puedes ser una "posible pecadora". –Fruncí el ceño y él sacó la nota de su chaqueta para tendérmela.

Annabeth Strawberry no es lo que parece. Averigua donde estaba el domingo a la madrugada cuando rompieron el remolque de tu padre. La respuesta te sorprenderá.

Lo miré haciéndome la desentendida. – ¿Se supone que me estas amenazando Judhead? –Lo miré enfadada y el negó rápidamente. –No Beth, tranquila. No me importa saber dónde estuviste esa noche, pero si quería avisarte que probablemente el "enmascarado" te tenga como su próximo objetivo y eso no es bueno. Puede que estés en peligro. –Me miró realmente preocupado y eso derritió mi corazón. –Jug, no tienes que preocuparte por mí. –Suspiré y tomé su mano sobre la mesa, de manera amistosa. En ese momento apareció FP arqueando una ceja. Dejó nuestro pedido sobre la mesa sin decir nada. –Gracias, papá. –El chico le sonrió a su padre y este solo asintió. –Si quieren algo más, solo llámenme. –Se alejó con paso enfadado y yo rodé los ojos. Algunos hombres eran imposibles. Comencé a comer algunas papas mientras miraba a mi acompañante devorar su hamburguesa. Sonreí. –Sí que tienes clase. –Bromeé y recibí una sonrisa de su parte. –La comida es el amor de mi vida, luego de Betty. –Me reí ante su respuesta y luego me puse seria. – ¿Qué pasó con el remolque de tu padre? –Pregunté como si no supiera nada. Jughead tragó y luego me comenzó a explicar cómo algunos Ghoulies habían destrozado el lugar. –Creemos que fue una especie de venganza porque mi padre te defendió aquella noche. –Hice una mueca. –Siento haberle causado problemas. –Murmuré. –Nada de lo que haya pasado es tu culpa, Beth. Esos idiotas iban a regresar buscando venganza aunque no hubieras aparecido, porque son esa clase de gente. –Me dirigió una mueca y yo asentí lentamente. – ¿Me puedes prometer algo? –Me miró fijamente y yo esperé a que continuara. –Riverdale ya no es la ciudad que solía ser, así que ¿podrías comenzar a andar con cuidado a donde quiera que vayas? Sé que probablemente vives sola, porque nunca hablas de tus padres, así que si alguna vez necesitas compañía o algo, solo llámame. Las serpientes nos protegemos entre nosotros, y ya que trabajas en el Whyte Wyrm es nuestro deber cuidarte. –Sonreí ante sus palabras y asentí. –Lo tendré en cuenta Jug. Y si, por si querías saber, si vivo sola. –Hizo una mueca. – ¿Puedo saber por qué? –Suspiré y me rasqué mi brazo, nerviosa. –Pasaron cosas y decidimos que yo estaba mejor lejos de ellos. Todos en realidad estábamos mejor separados. –El pelinegro tomó mi mano. –Entonces, ¿todo este tiempo has estado sola? –Acarició mi palma suavemente y sentí como viejas heridas se abrían. –Es más fácil estar sola que con ellos. Pero perdón Jughead, yo no quiero hablar sobre mi familia. –Dije intentando que mi voz no se quebrara. Él se levantó rápidamente y me envolvió entre sus brazos. Mis ojos se llenaron de lágrimas. –A partir de ahora no estarás más sola. –Me susurró al odio y yo lo abracé fuertemente. –Creo que tengo que prepararme para ir a trabajar. –Murmuré cuando nos separamos. –Quieres que te acompañe? –Me dedicó una pequeña sonrisa y yo negué. –Gracias, pero no. Seguro que tienes otras cosas que hacer. Betty me habló sobre la novela que estas escribiendo. –Asintió y señalo su computadora. –Sera una especie de legado. –Me explicó y vi como sus ojos se iluminaban, realmente le importaba su escritura. Sonreí. –Espero algún día leerla. –Me levanté. –Gracias por todo Jug. –Lo abracé y me dirigí a la caja para pagar mi parte, pero él me detuvo. –Yo invito esta vez, Beth. Ve a trabajar. –Ambos sonreímos y salí del lugar para subirme a mi auto.

Careless Premonitions | FP Jones | RiverdaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora