Diez

692 54 24
                                    

Se acercaba una tormenta. Las nubes se habían convertido en una masa gris. Una respiración acelerada caminaba detrás de mí. Nunca era demasiado tarde, pero esta vez nadie tendría tanta suerte, ni siquiera yo. Mis piernas intentaban moverse lo más rápido posible, pero parecía que el camino se hacía interminable. Tenía que conseguir ayuda.

Habían pasado dos meses desde mi llegada a Riverdale. El tiempo parecía escaparse entre las yemas de mis dedos. Todo había estado bastante tranquilo, o lo más tranquilo que un pueblo como ese podría estar.

La relación entre FP y yo se había afianzado con el tiempo, ya no solo nos dejábamos consumir por nuestra atracción física, sino que habíamos comenzado a hacer pequeñas cosas de pareja. No podíamos mostrarnos juntos en público, pero eso no implicaba que no pudiéramos hacer pequeños almuerzos en el medio del bosque o pasar toda una noche viendo películas. Poco a poco había comenzado a confiar en él y dejarlo ser parte de mi vida. Había millones de cosas sobre mí que todavía no me había animado a contarle, pero suponía que llegaría el momento correcto para hablarle sobre mi pasado. En cambio, él había abierto sus brazos de manera completa y me había dejado saber varios de sus oscuros secretos. Me contó sobre sus problemas con el alcohol, sobre su ex mujer y sobre como deseaba profundamente poder volver a ver a Jellybean, su pequeña hija. Me contó los momentos más duros sobre su relación con Jughead y como ahora estaban más juntos y fuertes que nunca. Hablaba poco sobre las serpientes sureñas, pero me había dejado saber cómo los consideraba parte de su familia. Me fascinaba escucharlo y a él le encantaba como lo miraba atentamente mientras me relataba alguna de sus historias. Tenerlo a mi lado era tranquilizador, pero a su vez me hacía sentir viva, como si la adrenalina de estar haciendo algo prohibido corriera siempre por mis venas, incluso cuando ese algo se sentía sumamente bien.

Entre FP, la escuela y el trabajo había dejado de tener vida social. Seguía viendo a mis amigos en clase o en el bar, pero no había tenido la oportunidad de juntarme con ellos en Pop's o en algún otro lugar. Y ellos estaban empezando a hacer demasiadas preguntas sobre mi vida fuera de Riverdale High, tenía miedo que alguno descubriera mi pequeño secreto. Particularmente tenía miedo de que Jughead se enterara, no sabía cómo podría llegar a reaccionar y el pelinegro se había vuelto más importante para mí de lo que había llegado a imaginar.

No sabía si me estaba enamorando de FP o no, pero comprendía que no sería tan fácil dejarlo ir si por accidente las miradas críticas de los demás caían sobre nosotros. Especialmente, si quedábamos atrapados entre las garras de Alice Cooper, porque la madre de Betty no duraría ni un segundo en destrozarnos.

Estaba llena de miedos, pero prefería dejarlos a un lado, aguantaría hasta que explotaran en mi cara y luego vería como solucionarlo todo. Lo mismo había hecho con el enmascarado. Desde su pequeño mensaje en la ventana de mi auto parecía haberme dejado en paz. Supuestamente, según había escuchado decir a Archie, el enmascarado estaba muerto porque lo habían logrado atrapar y le dispararon antes de que se lanzara de un puente, pero tanto el pelirrojo como yo creíamos que había mucho más que aún no descubríamos, que esa historia no había acabado aún.

Entré a la escuela tratando de hacer un moño con mi cabello que por el viento de ese día estaba más alborotado que nunca. Lo primero que vi fue a Toni besando a Cheryl contra un casillero. Sonreí, ellas realmente habían pasado por varias cosas, pero finalmente estaban siendo felices y eso me llenada de alegría. –Hay algo sumamente mágico y maravilloso en el amor lésbico. –Kevin apareció detrás de mí con una enorme sonrisa. Reí y asentí ante sus palabras. –Ellas son maravillosas. –Señalé a las muchachas mientras comenzaba a caminar por el pasillo. Él me alcanzó enseguida. – ¿Haces algo después de clases? Y no digas trabajar. –Me miró esperanzado. –Sabes exactamente qué es lo que voy a hacer. –Suspiré. – ¿Qué tenías en mente? –Saqué algunas cosas de mi casillero y lo volví a cerrar. – ¿No puedes pedirte el día? Te mereces una tarde como una adolescente normal. Podrías venir a Pop's conmigo y toda la pandilla y relajarte por unas horas. –Kev tenía un punto, yo me merecía un descanso y ellos se merecían que pasara un tiempo de calidad con ellos. Así que asentí. –Está bien, déjame avisarle a Jenn que hoy no podré ir al bar y saldré con ustedes. –Hizo un pequeño baile de celebración antes de abrazarme y desaparecer en su salón de clases. Me dirigí al mío con una pequeña sonrisa. Tenía ganas de charlar y divertirme con todos otra vez.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 24, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Careless Premonitions | FP Jones | RiverdaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora