Capítulo 18.

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La chica se levanta y se dirige hacia su portal. Oye cómo Álvaro le pide que no se vaya, que le perdone, pero le ignora completamente. Las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos.

Álvaro comienza a correr detrás de ella y la agarra del brazo antes de que Alicia entre en el portal. 

-Suéltame. -Alicia mira a Álvaro.

-Por favor no llores, no puedo verte llorar Alicia. Por favor. -Los ojos de Álvaro también se humedecen.

-No tienes derecho a llorar. Tú no. Me acabas de decir que te daría igual cortar conmigo, perfecto Álvaro. Lo he cogido.

-No es que me de igual, joder. Es que yo confío en ti. Y si tú me dices que te ha besado él y le has empujado me lo creo. Porque sí, porque sé que nunca me mentirías. Pero sin embargo tú... No confías en mí cuando te digo que no he quedado con Verónica. Ni siquiera me dejaste explicarme.

Alicia se cruza de brazos y mira a Álvaro.

-Y tú no entiendes que todo esto es difícil para mí, muy difícil. Nunca he estado con nadie. Nunca había sentido que alguien me pertenecía. Y sobre todo, nunca había tenido tanto miedo de perder a una persona.

-No me vas a perder. Te quiero.

Álvaro se dirige a Alicia y comienza a besarla. La pasión se apodera de los dos y la temperatura de sus cuerpos se eleva.

-No quiero que volvamos a discutir. -Le susurra Alicia a Álvaro.

-Ni yo que vuelva a besarte otro que no sea yo.

-Yo no quiero otros besos.

Sus respiraciones comienzan a agitarse. Las manos de Álvaro pierden el control y recorre cada centímetro del cuerpo de Alicia. 

-Vamos a tu casa.

-¿Bromeas? Mis padres duermen. Vamos a casa de Blas. La fiesta de Carlos no habrá acabado aún. -Propone Alicia.

-No quiero ir a ninguna fiesta. Quiero hacerte el amor.

Alicia sonríe y besa a Álvaro. 

-Vámonos a un lugar apartado con el coche. Sé que lo tienes ahí detrás. -Alicia señala una esquina. 

Álvaro sonríe y los dos corren hacia el coche. Suben y Álvaro conduce hacia una especie de descampado donde no suele haber nadie. 

-Nunca lo he hecho en un coche. -Confiesa Álvaro. 

-Siempre hay una primera vez para todo.

Alicia salta y se coloca sobre Álvaro en el asiento del conductor. Álvaro lo acomoda de forma que quepan los dos sin molestias. Comienzan a desnudarse entre besos y caricias. Álvaro hunde su cara entre los pechos de Alicia y los muerde suavemente. Mientras siguen excitándose, Alicia desabrocha el pantalón de Álvaro.

-¿Y si te pido un favor especial? -Álvaro agarra la barbilla de Alicia obligándole a mirarle.

-¿A qué te refieres?

Álvaro besa a Alicia.

-Sexo oral. -Le susurra al oído. -¿Qué me dices?

-¿Me lo estás diciendo en serio? -Alicia se sonroja ante la idea de Álvaro.

-Bueno, sería algo diferente, no sé.

-Pero yo... Nunca he... Bueno, ya sabes. No sé si sabré hacerlo.

-Siempre hay una primera vez para todo. -Álvaro le guiña un ojo a Alicia.

-Pero, ¿ahora?

-¿Por qué no? 

Alicia no sabe qué responder. Quiere a Álvaro y no le importaría hacerlo, pero se muere de nervios y vergüenza.

-¿Por qué no mejor en casa? En la cama, tranquilos...

-Está bien. Sin presión. 

Álvaro vuelve a besar a Alicia mientras baja su pantalón. Pero justo cuando está a punto de deshacerse de su sujetador, alguien toca el cristal del coche. Alicia se pone su camiseta y vuelve a su asiento como un rayo.

Álvaro baja la ventanilla y se encuentra con un policía.

-Buenas noches. -Dice el agente. 

-Buenas noches. -Responde Álvaro.

-Por la chica sin pantalón deduzco que ustedes no estaban aquí charlando... Por favor, que hoy en día hay muchos sitios a dónde ir. 

-Lo sentimos, no volverá a ocurrir. -Álvaro se viste a toda prisa mientras habla con el agente.

-Hagan el favor de marcharse. -El agente se marcha y Álvaro vuelve a subir la ventanilla.

Alicia está completamente roja. Álvaro comienza a reírse mientras la mira. 

-Tranquila, no ha pasado nada. 

Alicia le dedica a Álvaro una mirada fulminante y éste arranca el coche. Lleva a Alicia a casa y luego se marcha.

Cuando sé que estás dormida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora