Epílogo.

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-¿Qué tal estás, cariño?

-Muy bien, mamá, pero algo cansada.

-¿Y el examen de hoy?

-Espero saca buena nota.

-Bueno, ya hablamos mañana. Buenas noches.

-Buenas noches, mamá.

Alicia cuega el teléfono y se mete en la cama. Ahora vive sola, en la capital, va a la universidad y todo es muy diferente al instituto.

Ahora sí que tiene un grupo de amigos, aunque sigue manteniendo el contacto con Carlos y Blas, y espera no perderlo nunca.

Cuando sus ojos comienzan a cerrarse escucha como alguien abre la puerta de su habitación. 

-¿Alicia? ¿Estás despierta?

-Sí, entra.

Es Salva, uno de sus compañeros de piso. Tienen una relación estupenda, incluso Alicia a veces piensa que hay algo de tensión sexual. No puede evitar que su cara comience a arder cuando le ve pasar por el pasillo recién salido de la ducha o en calzoncillos a punto de irse a dormir.

-Es que no puedo dormir... -Le dice el chico sentándose en el borde de la cama.

-Pero Salva... Sabes que a mi madre no le gusta que duerma con chicos... Era una de las condiciones para que viviera aquí.

-Verás cuando se entere de que no eres virgen. -El chico ríe.- Además, ella no tiene por qué enterarse... -Salva se desliza por el edredón y en cuestión de segundos sus rodillas rozan las de Alicia.

Alicia se estremece al contacto de su piel. Salva pasa su mano por la cintura de Alicia y la acerca a él.

-¿No tienes frío? -Pregunta Alicia al darse cuenta de que él está en ropa interior.

-Lo tenía. ¿Por qué crees que he venido?

Alicia se sonroja y se da media vuelta, haciendo que Salva no pueda mirar más que su nuca. El chico aprovecha y se acerca más a Alicia.

-¿Sabes que es la primera vez que duermo con una chica abrazado? Sin hacer nada más.

-Siempre hay una primera vez para todo.

Alicia no podía verle, pero notaba su sonrisa al lado de su oreja. Pero al pronunciar esas palabras no pudo evitar pensar en Álvaro, en el verano tan increíble que habían pasado juntos y en cómo todo había terminado.

Una suave beso de Salva en la oreja de Alicia saca a Álvaro de la mente de la chica.

-Salva, no. Por favor... -La voz de Alicia se deshace en un susurro al notar como el chico sigue dándole pequeños besos.

-¿Quieres que pare? 

-Sí... 

-¿Seguro? -Salva continúa.

-Salva... 

Alicia sale de la cama antes de que el chico termine de bajar la mano por su cintura.

-¿Qué pasa?

-No saldría bien.

-¿Cómo estás tan segura? -Salva sale de la cama y se queda frente a Alicia, que no puede dejar de mirar el bulto de los calzoncillos del chico. -Mis ojos están más arriba. -Dice Salva soltando una carcajada.

-Eres lo peor. -Alicia ríe y vuelve a meterse en la cama. -Vete a dormir ya, anda.

-Buenas noches. -Salva se acerca y acaricia el pelo de Alicia.

La chica vuelve a pensar en Álvaro.

---Unos meses atrás---

-Te voy a querer siempre. No importa que no estemos juntos. -Álvaro pasa la mano por la cintura de Alicia con la mano que le quedaba libre.

-Suéltame. -Responde la chica escapando mientras se limpia las lágrimas de los ojos.

El policía agarra la mano de Álvaro y la esposa junto a la otra. Agarrándole de los hombros le mete en el coche y se pone en marcha. 

Mientras tanto, otro policía habla con la madre de Alicia.

-No es malo. -Dice Alicia poniéndose al lado de su madre. -Él no tiene maldad. Le han obligado. No ha sido culpa suya.

-No trates de defenderle. -Le responde el policía. -No tiene justificación.

-¡Le estaban presionando joder! 

-Ya está bien, niña. 

El policía se da media vuelta y se marcha ignorando a Alicia.

Cuando sé que estás dormida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora