CAPITULO IV.- NUEVO COMIENZO.

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Era de madrugada en la ciudad de Cambridge, por las calles sólo se escuchaban lo sonidos de la noche, algún automóvil o el caminar de alguien que apenas llegaba a casa. La central de autobuses se encontraba con personas rondando los pasillos de un lado a otro, todos llenos de prisa y al fondo un autobús proveniente de Amity Park acababa de llegar a la ciudad, de él descendía Sam Manson con una pequeña maleta en sus manos. Travis y Dean Mike y Tomas, bajaron detrás de ella del autobús.

- Por fin – rompió el hielo Dean suspirando.

- ¿Cansados?

- No sé por qué la insistencia de viajar de noche

- Bueno la verdad quiero evitar... - Un grito efusivo interrumpió a la Gótica.

- ¡SAAAAM! ¡No puedo crees que seas tú! ¿Por qué no me dijiste que llegabas hoy? Menos mal que Tucker me aviso.

- ¡Jazz! Que sorpresa... la verdad no quería molestar, ya hiciste mucho con lo de la casa.

- Vamos no es molestia... ¿Quiénes son tus amigos?

- Cierto, Jazz... ellos son los chicos de la banda que te conté Travis, Dean, Mike y Tomas.

- ¿Y hacia donde se dirigen?

- El campus...- respondió Tomas

- Ahora no estará abierto, es de madrugada – dijo Jazz entre risas. - ¿Que les parece si vamos a casa de Sam para que descansen y se relajen y más tarde yo los acompaño a que hagan sus trámites?

Los chicos se quedaron mudos ante la amabilidad de Jazz.

- Perfecto, vamos.

Todos subieron a un automóvil y pasado el tiempo llegaron a una casa en los suburbios, hacia frio así que se dirigieron directo al interior del nuevo hogar de Sam Manson. En el interior prevalecían los colores grises, negros y algunos toques de violeta, la sala estaba cálida gracias a la chimenea que parecía haber sido encendida cuando mucho hacía una hora.

- Jazz, quedo perfecta... muchas gracias por encargarte.

- Es lo menos que podía hacer.

- Muchachos pónganse cómodos, más tarde iremos a la universidad.

Cada uno de los chicos se recostó en uno de los sillones de la sala mientras Sam y jazz entraban a su habitación.

- Hiciste un gran trabajo con la casa, es acogedora.

- Gracias, puse lo mejor de mi... por cierto aquí sigue el cofre que enviaste. – Sam asintió al verlo sobre el librero. – ¿Puedo preguntar...?

- ¿Qué contiene? – interrumpió Sam con frialdad.

- Si. – Sam suspiro, como si llevase un gran peso en el alma.

- Recuerdos... dolorosos recuerdos.

- ¿De mi hermano?

- Así es... todo está ahí dentro... obsequios, fotos y...

- El anillo. – sentenció Jazz

- ¿Cómo lo sabes? – pregunto intrigada

- No lo llevas puesto... ¿desde cuándo está ahí?

- Desde ayer... vine aquí a comenzar una nueva vida y...

- Y quieres olvidar... Sam, no es malo recordar, pero si quedarte en el sufrimiento y es bueno que cambies de aires, lo entiendo, pero no quieras tapar el sol con un dedo.

- No lo hago jazz, para mí fue difícil su partida si yo no hubiera tenido ese accidente...lo busque en la zona fantasma y... no entiendo ¿Por qué no volvió como fantasma? – respondió tratando de ahogar un llanto.

- Porque no dejó nada pendiente, muchos de estos fantasmas están aquí porque deben de hacer aquello que dejaron pendiente... ¿Recuerdas la última vez que tocó Amber? Fue después de ganar el premio que tanto anhelaba por su música.

- Lo recuerdo, pero...

- Danny estaba en paz... mis padres sabían su secreto, logró formar la fuerza Fenton para el control y la readaptación de fantasmas... estaba contigo, el no dejó nada pendiente.

- Me dejó sola – Jazz se quedó muda y por unos minutos el silenció se apodero de la habitación.

- Lo sé, sólo nos queda ser fuertes... debo irme, pero antes quiero que sepas que Danny te amaba y sé que está contento de que estés continuando con tu vida... no lo olvides tu a él.

- Está bien.

Jazz salió de la habitación y Sam se recostó en su cama para descansar antes de comenzar con todos los tramites que tenía pendientes en la universidad.

- Danny...

La chica cayó en un sueño profundo mientras que las horas pasaron rápidamente, un aroma a pizza y tofu la fue despertando poco a poco hasta que cayó en cuenta de que sonaba música de Saratoga. Sam se levantó y fue a ver lo que sucedía, al entrar a la sala pudo darse cuenta de que los chicos estaban desayunando sentados en los sofás y conversando tranquilamente.

- Chicos ¿pidieron comida?

- Si, em... te pedí ensalada con tofu – respondió Travis mientras le estiraba la mano con un plato de ensalada.

- Gracias, ¿Qué hora es? – respondió mientras se sentaba al lado de Travis

- Son las 9:30, es temprano... ¿Cómo conseguiste una casa tan cerca del campus?

- Es la ventaja de ser yo

- Ante todo la modestia.

- Oigan ¿y a qué hora vamos a ir a la Universidad? – interrumpió Mike

- Primero dúchense, yo haré lo mismo.

- Si mamá

Sam entró a su cuarto nuevamente, se desvistió y entro en la tina de baño, no le gustaba desperdiciar agua de esa forma, afortunadamente la casa era 100% ecología y sabía que esa agua seria purificada y usada después en su huerto, sonrió al pensar esto y entró en ella. El agua estaba caliente así que respiró profundo y se sumergió por completo en el agua, los pensamientos y los recuerdos llegaron a su mente y al cabo de unos segundos abrió sus ojos aún bajo el agua sólo para toparse con Dan Phantom mirándola seriamente. Sam se incorporó rápidamente mientras se retiraba el agua de los ojos y trataba de salir de la tina de baño, como pudo llego hacia el perchero donde estaba su bata y antes de tomarla para salir de ahí se dio cuenta de que no había nadie en esa habitación.

La chica de ojos amatistas termino su baño rápidamente y se dispuso a arreglarse rápidamente  para ir directo a la universidad.

- Maldito seas Dan Phantom... aún sigues atormentándome después de todos estos años – susurro mientras se veía al espejo una última vez antes de salir.

LA VIDA DESPUÉS DE TIWhere stories live. Discover now