CAPITULO VI. - CELOS

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Sam estaba helada, esos ojos tan profundos la miraban desde el fondo del aula con una sonrisa indescifrable y a la vez cómplice, no podía creer que Ambrose se encontrara en la misma carrera que ella. Él chico le hizo una seña para que se acercara y ella instintivamente obedeció.

- ¿Así que tienes buen estómago?

- ¿Cómo? – respondió Sam al no entender la pregunta.

- Para esta carrera se necesita buen estómago.

- Lo se...

- ¿Has visto algún cadáver de cerca?

- Varios...

- Gatita, sabes a lo que me refiero...- respondió sonriente dándose cuenta de la incredulidad e inocencia de la chica.

- De esa forma... no, nunca.

- Ya veo, no te preocupes no es gran cosa.

- Estamos hablando de muertos, cadáveres, sangre... ¿Cómo no va a ser la gran cosa?

- Las Ciencias Forenses son un arte y no sólo se trata de cadáveres, abarca una gran gama de disciplinas científicas.

- Lo sé, pero eso no nos deja exentos de aprender al respecto.

- La gran mayoría que está aquí no ha visto sangre, cuerpos en descomposición o una escena de crimen, pero tu Sam Manson has luchado con sus espíritus y has visto más que eso ¿o me equivoco?

- ¿Como lo sabes?

- En el mundo de la Tanatología eres muy conocida, incluso se cuestionan tus métodos, pero personalmente soy tu admirador.

- Ya veo... te agradecería que mantengamos esa información entre tu y yo.

- Esta bien, pero eres más conocida de lo que crees Gatita – le sonríe mientras la toma de la mano - ¿Por qué no tomas asiento aquí? Lugares ya no hay.

- Gracias...- Sam se acomoda para después volverlo a mirar a los ojos - ¿Tanatología?

- Mi padre insistió, tiene varias casas funerarias en la ciudad, yo le ayudo a administrarlas cuando hay mucho trabajo y cuando no sólo me dedico a los cuerpos.

- Así que ya sabes algunas cosas de este ramo.

- Si, cuando estaba más chico me permitían acompañarle en el laboratorio forense y aprendí varias cosas de utilidad, después cuando crecí y aprendí como arreglar los cuerpos me dediqué a ayudarle... el cuerpo humano es fascinante. – Sam lo miraba sonrojada.

- Hablas con mucha pasión.

- Si quieres puedo hablar con mi padre para que te permita ir a ver como preparamos los cuerpos.

- Eso sería interesante, te lo agradezco mucho... Ambrose...- la mirada de Sam se tornó seria.

- ¿Quieres saber por qué hice lo que hice esta mañana no es así? – respondió en tono seco

- Si no tienes problema en decírmelo.

- La verdad... no lo sé, algo me dijo muy en el fondo que lo necesitabas.

- ¿Cómo?

- Cuando te escuché con esa voz quebrada y tus ojos rojos reprimiendo esas lagrimas que amenazaban con salir, no lo soporté... es la primera vez que me comporto así – respondió mirando fríamente hacia adelante.

Sam no quitaba la mirada de él, era como si de la nada se hubieseconvertido en alguien diferente y es que no lograba descifrar a ese chico, porla mañana fue una persona completamente fría, después alguien dulce, al verloen el aula era un hombre muy amigable  y de pronto se había convertido de nuevo en un tempano de hielo. Ambrose volteo su mirada hacia ella y de pronto volvió a iluminarse regalándole una sonrisa tierna.

LA VIDA DESPUÉS DE TIWhere stories live. Discover now