Capítulo 15

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Los rayos del sol se cuelan a través de la gran cristalera y me
dan en la cara despertándome. Sin abrir los ojos de estiro un poco y sonrío al recordar donde estoy y lo que ocurrió anoche. Miro hacia la derecha pero Hero no está. En su almohada hay un pequeño trozo de papel, lo cojo y leo

"Estoy abajo"

Sonrío por su construmbre de dejarme notitas y me siento con las piernas cruzadas acariciando las sábanas con las dos manos. Toco la camiseta de Hero y cierro los ojos al recordar anoche.

Bajo de la cama y me acerco a la gran cristalera. Miro por ella y veo como los rayos de sol se cuelan entre las hojas de los árboles de enfrente. Bajo la vista y veo la piscina. Una sonrisa se abre paso en mi rostro y me doy la vuelta para salir de la habitación, pero me doy cuenta de un pequeño papel que hay en la mesilla al lado de la cama. Me acerco y veo que es mi dibujo. Sonrío y acaricio el pequeño papel con los dedos recordando aquella noche.
Intento buscar el baño, pero en este pasillo tan ancho hay muchas puertas, a si que abro una de ellas y lo que veo me deja sorprendida. Hero tiene su propio gimnasio. Las paredes cubiertas con espejos, y la cristalera que hay al fondo de la habitación hacen que se vea todo muy luminoso. Todo está lleno de pesas y máquinas, pero lo que más me llama la atención es un gran saco de boxeo cerca de la cristalera, y entonces recuerdo los nudillos rojo y un poco magullados de Hero. Me encanta el boxeo, me relaja mucho cuando estoy estresada, y no puedo evitar acercarme a él. La tentación me puede, me pongo en posición y doy los primeros golpes. El dolor en los nudillos es familiar y agradable. La energía se apodera de mí y doy golpe tras golpe mientras algunos mechones me caen por la cara.

- Vaya, se te da bastante bien - al oir la voz de Hero mi cuerpo se para de golpe y giro la cabeza hacia la puerta

- Yo, lo siento... - noto como se me encienden las mejillas y me muerdo el labio

- Tranquila, llevo un rato observando y se te da de lujo - dice sonriendo haciendo que le salgan dos hoyuelos

Camina hacia mí con las manos en los bolsillos y cuando llega hasta mi me aparta los mechones de la cara y los coloca detrás de mi oreja. Me mira a los ojos y dice

- Ven, te quiero enseñar algo - me agarra la mano y me saca del gimnasio

Bajamos las escaleras y me lleva hasta el salón. Me hace sentarme en la alfombra que hay delante de la chimenea, entre una mesa baja y el sofá.

- Cierra los ojos y no te muevas, en seguida vuelvo

Hago lo que me dice y oigo sus pasos alejarse. Espero con los ojos cerrados y con una sonrisa preguntándome que será lo que me enseñe

Le oigo llegar de nuevo y noto como se sienta despacio en el sofá frente a mí. Sonrío y le oigo decir

- Ya los puedes abrir

Eso hago, y nada mas abrirlos veo algo que sería lo último que pensé que me enseñaría.
Un pequeño bebé se ríe en los brazos de Hero con unos hoyuelos a cada lado de su sonrisa. Hero lo mira con una sonrisa tan tierna que no se si seguir mirando al bebe o comérmelo a él a besos.

- Es mi sobrina. Se llama Amy. - dice acariciándole un moflete con un dedo

La imagen que tengo delante me hace sentir tanta ternura que no puedo apartar la vista. Me pongo de rodillas y me acerco a ellos

- Que mona... - digo acariciándole también su moflete regordete

Miro a Hero y él a mí. Volvemos la vista hacia la bebe, la cual alarga su manita hacia arriba y coje un mechón de mi pelo y se lo acerca un poco a la nariz provocándose cosquillas. Hero y yo nos reimos y volvemos a mirarnos

~ ÉL ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora