Capítulo 7

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Unas risas agradables me despiertan. Me froto los ojos mientras me incorporo para bajar de la cama.
Sigo el sonido de las voces. Me llevan a la cocina y al entrar veo a los propietarios de las risas. Emma y Zack están haciendo el desayuno

- Buenos días guapa - Emma me sonríe alegre

- Hola chicos. Me deberíais haber despertado. No hacía falta que hicieseis vosotros el desayuno - les digo

- No es nada. Además nos hemos despertado bastante pronto. Cosas de familia - me dice Zack sonriendo

Veo que lleva ropa de deporte. Estoy confusa. Al ver que me quedo mirando su ropa me dice:

- He ido a casa esta mañana a por algo de ropa para Emma y para mí.

Salimos a la terraza y empezamos a desayunar. Hoy hace bastante calor a pesar de que es temprano.

- Voy a salir a correr. ¿Os importa? - les pregunto a los hermanos

- Claro que no. Yo también iba a ir. Vamos juntos y a si evitamos cualquier otro encuentro no deseado - Zack me mira alegre

Nos reímos mientras terminamos de desayunar. Cuando acabamos me lavo los dientes y la cara y me visto. Me pongo unas mayas negras y un top deportivo rosa pálido.
Emma se queda en el piso y Zack y yo vamos al parque a correr.
Fue un inicio del día agradable.

Cuando llegamos a casa nos encontramos a Brad sentado en el sillón con Sue subido a sus piernas.

- Hola chicos - nos saluda.

- Hola Brad. ¿Necesitas algo? - le pregunto intrigada

- Yo no, pero tú necesitas unas pastillas para esa muñeca - dice señalando mi mano

- ¡Oh! Es verdad. Lo siento Brad, no me acordaba

Nos reímos todos por mi despiste.

Me ducho, me pongo ropa cómoda y vamos todos a la farmacia a por mis pastillas. Cuando regresamos me las tomo y les invito a todos a quedarse. Acceden de mala gana, pero uso mi mejor cara de cachorrillo y consigo que se queden.

Pasamos todos la tarde riendo, viendo películas, jugando con Sue... fue muy divertido. Cuando llegó la noche cada uno se fue a su casa ya que mañana es lunes y hay clases. Me agradecieron la estancia y se marcharon. Quede con ellos en encontrarme donde siempre.
Fue un buen dia.

A la mañana siguiente suena el infernal sonido de mi alarma. La apago y me levanto. Sigo mi rutina diaria y en menos de una hora ya voy de camino a casa de Brad. Juntos vamos al campus y allí nos encontramos con los demás.
Hoy tengo clases después de comer a sí que será un día largo.

Las clases se me hacen eternas después del ajetreado fin de semana. Cuando vamos al almuerzo tengo los nervios a flor de piel por qué no quiero encontrarme con Peter, no se que escena montará.

Las clases de después pasan de la misma manera que las de antes. A la hora de la comida solo quedo yo. Emma y Brad hoy no tienen las mismas clases que yo, y los chicos tampoco se quedan.

Voy a la cafetería y me siento en la misma mesa que me senté el primer día. Siempre que estoy sola me siento en esta. Esta un poco apartada de la gente y eso es justo lo que necesito después de las clases: tranquilidad

Me como mi comida mirando por los ventanales que tengo al lado.

Suena el timbre y voy a las dos clases que me quedan.
Cuando termino tengo que quedarme otra vez en la biblioteca ya que el profesor de Anatomía nos ha mandado otro trabajo.

Paso toda la tarde escribiendo y a la hora de la cena bajo a la cafetería a por algo para comer. Me lo como rápido y pido un café para llevar. Subo de nuevo a la biblioteca, pongo el cafe en la mesa y sigo con el trabajo.
Cuando llevo un rato noto como si alguien me estuviese observando, levanto la vista pero no veo a nadie. Sigo escribiendo hasta que vuelvo a notar como alguien me mira. Levanto la cabeza y ahora miro a un lado y, en uno de los pasillos veo a un chico. Tiene un libro en las manos. Mira hacia mí y cruzamos miradas. Al ver sus ojos recuerdo en seguida quién es. Es el chico que ha captado mi atención desde el primer día. Me levanto y veo como aparta la mirada. Se rasca la nuca y coje el libro con más fuerza, como se si le fuese a caer.

- Hola - le digo tímida

- Ho-hola - se alborota un poco el pelo y le cae por la frente

- Yo... quería darte las gracias por lo de la otra noche - le miro el labio donde le golpeó Peter. Sin darme cuenta mis dedos acarician la herida. - lo siento yo... - agacho la cabeza apartando rápidamente mis dedos de sus labios carnosos y noto como me arden las mejillas

- Tranquila - se toca un poco la herida. Tiene las mejillas sonrosadas. Cuando levanta la vista me fijo en sus ojos, son de un verde intenso, es muy guapo - no fue nada. Vi que te estaba... molestando y no se de donde saqué el valor para enfrentarme a él.

- Pues, de no ser por ti no sé que más hubiese hecho ese cerdo .

Sonreímos un poco y apartamos la mirada

- ¿Como te llamas? - le pregunto derrepente

- Hero - vuelve a revolverse el pelo

- Gracias Hero - le miro tímida y le tiendo la mano. Al tocar su mano con la palma de la mía noto que es muy suave

- De nada... eh...

- ______

Me pesan los párpados. Llevo todo el día aquí, y son casi las 12 de la noche.

- Gracias de nuevo Hero. - doy media vuelta y vuelvo a mi mesa.

Meto en mi mochila mis cuadernos y el estuche. Me la cuelgo de un hombro y cojo los libros que he estado usando. Agarro el vaso de cartón de mi café que aún sigue un poco caliente y salgo de la biblioteca despidiéndome del bibliotecario.
Cuando llego a la puerta noto el frío de las últimas noches de verano, por suerte tengo una chaqueta en mi mochila. Dejo la mochila y los libros en el suelo y me pongo mi chaqueta negra. Aprovecho la parada y me pongo los auriculares. Subo el volumen y me cuelgo la mochila. Vuelvo a bajar a por los libros que dejé en el suelo, pero el peso de la mochila hace que me tropiece y se me caigan. Maldigo a mi torpeza y me agacho a por ellos de nuevo pero, a mi lado noto la presencia de alguien ayudándome a cojerlos. Es Hero, el chico de la biblioteca.
Le sonrío cuando me los da y él aparta la mirada enrojecido

- Gracias - le digo en tono bajo

- No ha sido nada. - se rasca la nuca y se alborota el pelo. Supongo que será una manía, bastante mona la verdad.

Se produce un silencio incómodo, los dos somos bastante tímidos.

- Yo... creo que... - digo mirando al frente sonrojada

- Debería irme - termina él la frase

- Si... bueno... - le miro pero aparato la mirada rápidamente

- Adiós - decimos a la vez

Baja rápido los escalones y veo que va hacia los aparcamientos. Se sube en un coche negro y se va dejándome sola.
Voy caminando a mi piso tranquilamente recordando los ojos verdes de Hero. Hero, me gusta su nombre, además me salvo de Peter, ¿irónico verdad?

Llego al apartamento, me cambio de ropa y me echo directamente a la cama. Hoy a sido un día muy largo.
Me duermo casi al momento de cerrar los ojos, no sin antes recordar la cara sonrosada de aquel chico que tanta curiosidad despierta en mi.

~ ÉL ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora