El paso del tiempo

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Los días pasaron, Shirayuki y Zen no tenían mucho trabajo, así que después de las tres horas de farmacia, decidieron salir de viaje con todos. Partirían hacia Tambarun, pues Shirayuki prometió a Raj, que cuando tuviera el pelo largo se lo enseñaría.
Se tarda al rededor de día y medio en llegar, era miércoles, Shirayuki pidió el jueves y el viernes libre, pues si tardan día y medio en llegar, al menos estarían un día o más allí, ya habían informado al rey de Tambarun, quien gustosamente aceptó que los chicos se quedaran

Cuando el carruaje llegó, el rey y sus tres hijos, estaban esperando en la entrada principal del castillo para recibirlos.
Salieron todos menos Shirayuki y Zen, Kiki, Mitsuhide, Obi y Nike se pusieron tres a cada lado de la puerta del carruaje, salió Zen primero, hizo reverencia y ayudó a bajar a la peli-roja, quien iba arreglada, al igual que todos, no tan arreglada como para una fiesta, pero si elegante como una princesa, al igual que zen, que iba arreglado, pero sin pasarse.
Caminaron ambos de la mano hasta llegar al rey, allí hicieron reverencia nuevamente, los chicos dejaron de estar a los lados del carruaje y este partió, no se sabe a donde. El rey les dio la bienvenida, al igual que los príncipes y la princesa, por si no lo saben son: el príncipe Raj, el príncipe Eugena y la princesa Rona.
Entraron al castillo, todos estaban esperando la llegada de los chicos. Decidieron dar un paseo en el pueblo, Shirayuki les guiaría, pues había vivido ahí toda su vida. Llegaron al pueblo y una persona de las que estaba en la plaza, lugar donde Shirayuki tubo la tienda y donde todos estaban ahora, la persona fue hasta Shirayuki, quien estaba explicándole cosas del pueblo a todos. La persona le tocó el hombro a Shirayuki, esta se volteó y vio a una persona de avanzada edad que reconoció al instante, era una de las personas a las que le hacía medicina cuando aún vivía allí, era Kino-san, Shirayuki se sorprendió al verla, Kino le preguntó de qué la conocía, pues su cara le sonaba, Shirayuki contestó diciéndole su nombre y a Kino se le encendió la bombilla, la señora preguntó donde había estado todos esos años, Shirayuki miró a Zen, quien le asintió con la cabeza, con la mirada Shirayuki había preguntado a Zen si podía presentarlos, Kino esperó la respuesta de la peli-roja, quien decidió decirle así:
-Kino-san, estuve en clarines con mis amigos, ellos son, Kiki, Obi, Nike, Mitsuhide y el príncipe Zen.

Kino cuando escuchó la palabra príncipe se quedó blanca, como podía ser una herborista tan cercana a un príncipe para no tiene que tratarlo de alteza. Enseguida se inclinó por su falta de respeto. Charlaron un poco y Kino tuvo que irse, el resto siguieron paseando. Cuando anocheció volvieron al castillo. Un par de días pasaron y todos hicieron la maleta.

Ya tocaba irse, era domingo, Izana les había dicho que volvieran antes de martes, pues, eso, que saldrían a la noche, cosa que ya era, para llegar el martes temprano en la mañana.

Llegaron a Clarines a las seis de la mañana, todos dormían, bueno, con todos digo Zen y Mitsuhide, el resto habían despertado hace poco. Shirayuki se encargó de despertar a Zen y Obi a Mitsuhide, este último debía estar soñando cosas raras con Kiki, pues durmiendo dijo el nombre de la rubia y besó a quien más cerca tenía, quien era Obi. Todos estaban mirando, y estallaron a carcajadas, pues habían visto por primera vez a Obi sorprendido y aún por encima, siendo besado por Mitsuhide, Kiki dejó de reír y fue a junto ellos con la cara seria, se acercó y le pegó un bofetón a Mitsuhide, este se separó rápidamente de Obi, quien se puso detrás de Kiki por miedo, cosa que solo vieron en Obi cuando el marqués Haruka se acercaba, o simplemente cuando se le mencionaba. Mitsuhide despertó en el momento en el que Kiki le dio el bofetón, Mitsuhide la vio y preguntó que pasaba, que porqué le dolía la mejilla. Kiki respondió que estaba soñando con ella y supone que soñó que la besaba, pues Obi le estaba despertando y le besó con toda la pasión del mundo. Mitsuhide se puso rojo de la vergüenza, fuera todos estaban por entrar a dentro del castillo, bueno, no se puede entrar a fuera, sería ilógico. Cada uno se fue a su habitación y se echaron en la cama, pues dormir sentados y juntos no era cómodo.

Soredemo sekai wa utsukushii X Akagami no shirayukihimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora