chapter two

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Me encontraba acurrucada junto a Jinhwan. Ambos estábamos en su cama, disfrutando de una película de Marvel. Personalmente no soy fan de aquellas pero a mi novio le encantan así que de vez en cuando le doy el gusto de que la veamos.

Mi cabeza se encontraba apoyada en el pecho de Jinan y él tenía su brazo izquierdo envuelto en mi pequeña cintura. Dirigí mis ojos a su bello rostro y sonreí inconscientemente. Jinhwan mantenía sus ojos hipnotizados en la televisión y mirada la película muy concentrado, a pesar de que ya la había visto más de cinco veces.

Jinan era increíblemente guapo. Su rostro me hacía recordar a un personaje de anime. Sus fracciones eran tan delicadas y hermosas que podía pasar horas y horas observándolo sin aburrirme. A pesar de haber pasado tantos años a su lado, nunca me cansé de Jinhwan. Y a este punto no creo que algo llegue a hacerlo.

De repente la mirada de Jinhwan se dirigió hacia el gran ventanal que adornaba su habitación. Éste daba hacia el jardín trasero de su hogar. Cuando Jinan está en malas épocas con su enfermedad, sus padres bloquean la ventana para que su hijo no pueda abrirla. Su habitación se encuentra en el segundo piso y ellos temen que en un brote psicótico, su hijo se tire por allí. Eso nunca ocurrió, pero es mejor prevenir que lamentar.

—Oh, está lloviendo —dijo Jinan sorprendido y se dirigió hacia su ventana. Hice una pequeña mueca.

Claramente no estaba lloviendo. El sol iluminaba con mucha intensidad y el cielo se encontraba despejado, no había ni una sola nube allí. Pero la esquizofrenia hace que Jinhwan imagine cosas que no están allí. Con el tiempo llegué a acostumbrarme a eso.

Me levanté de mi cama y me dirigí a su lado. No sabía si decirle la verdad o simplemente dejarlo continuar con su delirio. Jinan miraba fijamente el exterior con el ceño fruncido, dudando acerca de si lo que estaba viendo era real o solo producto de su imaginación. Jinan alejó sus ojos de la ventana para dirigirlos hacia mi.

—No está lloviendo, ¿verdad? —preguntó con la mirada apagada. Negué lentamente con la cabeza.

Jinhwan suspiró y regresó a su cama. Se sentó en ella y escondió su rostro entre sus manos con frustración. Tomé asiento a su lado, acariciando delicadamente su espalda.

—¿Has estado tomando la medicación? —pregunté.

—Si —respondió rápidamente sin mirarme. Suspiré. Lo conozco como a la palma de mi mano y sé que me está mintiendo. Deberé charlar acerca de esto con mi suegra. Jinan puede engañar a sus padres pero no a mi.

Es muy peligroso si no toma adecuadamente su medicación ya que las recaídas de la esquizofrenia son muy fuertes. Aún así intenté no seguir insistiendo acerca del tema. Jinan puede volverse muy violento si lo molestan. Y no porque él sea un hombre violento, sino porque su enfermedad no le permite controlar la ira. De hecho, antes de que su enfermedad llegué al punto culmine, él era muy tranquilo. Pero ahora le cuesta calmarse.

Me rompía el corazón ver a Jinhwan tan frustrado. Deposité un delicado beso en su hombro, intentando animarlo.

—¿Por qué sigues conmigo? —preguntó de repente, mirándome fijamente.

—Porque te amo —me limité a responder. El suspiró. —¿No me crees? —pregunté dolida.

—Se me hace extraño que ames a un hombre que constantemente no sabe si lo que ve es real o mentira. Que no puede salir de su casa porque hay un maldito que quiere matarlo. Sé que hay alguien allí afuera esperando por secuestrarme. Lo sé. Me lo han dicho. Pero luego todo el mundo me trata de loco, de que no es así. De que todo está en mi imaginación. Me obligan a tomar cuatro veces por día unas pastillas que lo único que hacen es arruinar mi hígado. Y ¡porqué malditamente continúa lloviendo! —gritó, levantándose inmediatamente de su cama Y alejándose de mi. Pegué un salto. Su grito me asustó.

¿¡Todo en orden!? —gritó la dulce voz de su madre desde el piso de abajo.

—¡Si! —grité en respuesta para que pueda escucharme.

Observé a Jinhwan. Su mirada estaba fija en la ventana. De repente, volteó a observarme.

—Sé que no me crees pero está lloviendo. En verdad veo las gotas golpear contra la ventana. Pero también sé que no es así. Sé que todo está en mi imaginación porque tú nunca me mentirías. Pero luego veo la lluvia en el exterior y me cuesta mucho creerte —dijo con lágrimas acumuladas en sus ojos. Jinan se sentó en el suelo, mirando un punto en el suelo mientras permitía que las lagrimas corran por su rostro.

Me acerqué cuidadosamente a él y me senté a su lado. Acaricié su mano izquierda, intentado transmitirle fuerza.

—No puedo explicar porqué te amo. Solo lo hago y ya. He permanecido casi toda mi vida al lado tuyo y esto no me alejará de mi. Así que no importa cuánto grites y o cuántas cosas veas, yo siempre estaré a tu lado ayudándote a superar esto —dije.

Jinan soltó una carcajada. No me sentía ofendida. Sabía que no lo hizo apropósito. La esquizofrenia desorganizada provocaba respuestas emocionales fuera de lugar.

—Te amo, Minah —susurró.

Luego de eso Jinhwan no volvió a tener otro episodio, o al menos intentó disimularlo bien. Luego de cuatro años cargando con esta enfermedad Jinan aprendió a actuar normal enfrente de otras personas cuando tiene alucinaciones, a excepción de cuando tiene recaídas ya que en esos caso él no lo puede controlar debido a que las alucinaciones suelen ser demasiado fuertes. Por suerte las recaídas que ha tenido han ocurrido mientras él se encontraba en la seguridad de su hogar.

Usualmente cuando está junto a mi no suele fingir, a menos que me esté engañando acerca de la consumición de sus psicofármacos.

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esquizofrenia ↬ jay/jinhwan & tu [iKON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora