esquizofrenia ↬ jay/jinhwan & tu [iKON]

chapter six

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Desde que los pies de Jinhwan tocaron la calle, comenzó a observar a todos lados preocupado. Tomé su mano izquierda con mi derecha y entrelacé nuestros dedos para poder expresarle tranquilidad.

-Esta bien, yo estoy aquí -le dije sonriendo. Jinhwan me observó y correspondió mi sonrisa.

-Te amo -dijo pegando sus labios con los míos castamente.

Caminamos hasta el parque más cercano a su hogar. Tomamos asiento en el suelo, al lado de un gran árbol. El sitio era hermoso. Habían varias familias con niños jugando. También adolescentes andando en skate.

Inconscientemente comencé a pensar si algún día yo podré hacer eso. Formar una familia feliz. Ya tenía 24 años y era hora de comenzar a sentar cabeza pero con Jinan me es muy difícil. Me encantaría que él sea el padre de mis hijos, es más, quiero que lo sea. Pero si sigue tan encaprichado en no querer controlar su esquizofrenia adecuadamente eso nunca podrá suceder.

Jinhwan observaba a todo el mundo, estaba en alerta por todo lo que ocurría.

-¿Cuándo iremos a comprar los psicofármacos? -me preguntó agitado.

-En un rato, por ahora disfrutemos del aire libre -le dije. Él simplemente quedó en silencio. Su mirada era mala y juzgaba a todo el cual pasara cerca nuestro. Al parecer las demás personas lo notaron porque todos comenzaron a alejarse disimuladamente de nosotros. -¿Quieres que vayamos por hel... -antes de que pueda terminar mi frase, él me interrumpió.

-¿Por qué siguen hablando de mi? -murmuró con el ceño fruncido. Parecía más como si estuviese pensando en voz alta más que hablándome a mi. Aún así decidí interrogarlo.

-¿Quién? -pregunté inocentemente. Jinan señaló disimuladamente a una joven pareja. Estaba riendo y compartiendo besos. Se veían muy felices y completamente alejados de lo que ocurría a su alrededor. Solo estaban enfocados en ellos dos. -Amor, ni siquiera deben saber que estamos aquí.

-No, hay estado hablando de mi desde que llegamos. Al igual que ese hombre de allí. Le está diciendo a su esposa que yo soy el que robó su auto, ¿cómo puede pensar eso si ni siquiera he salido de casa?

Se veía serio y asustado. Demonios. La maldita paranoia. No sé cómo no esperé que esto ocurra. Si Jinan ha comenzado a sospechar de su misma madre ¿por qué no lo haría de desconocidos?

-¿Cómo sabes de lo que están hablando? -pregunté ya que aquellas personas estaban bastante alejadas de nosotros. Además las risas de los niños que estaban jugando no permitían que escuchemos las conversaciones de los demás. Jinan, sin responderme, se levantó rápidamente de su asiento.

-Vamos rápido, quieren llamar a la policía. Y yo no estoy listo para ir a la cárcel, soy demasiado joven -dijo levantándose del suelo a la velocidad de la luz. Fruncí el ceño confundida e intenté detenerlo. No habían pasado ni veinte minutos fuera de casa. Sería una pena si regresamos ahora.

-Amor, espera -dije tomándolo del brazo. Jinhwan frenó y volteó furioso.

-Así que este era tu plan. Quería traerme aquí para que la policía me apresara. Era todo una trampa. No sé cómo pude confiar en una maldita como tú -escupió con rencor y se liberó de mi agarre. Comenzó a correr en dirección a su casa.

Por mi lado me quedé paralizada unos segundos. No me esperaba esa reacción de su parte. Pero a penas caí en la realidad salí corriendo detrás de él. No me perdonaría si algo le pasaba mientras corría a su hogar. No estaba en sus cinco sentido y era peligroso permitirle regresar solo.