¡Estoy en otro mundo! (Versión antigua)

63 - Dios de la Guerra

Estoy delante de un dios (Para quien no lo sepa) y ninguno de los dos dijo una palabra aún.

"¿Te quedaras callado o dirás algo mortal?"

Lo mire a los ojos.

"¿Quién demonios era tu?"

Él puso una ligera sonrisa mientras me veía sin pestañar.

"Interesante, ni siquiera te tiempla la voz al estar en presencia de un dios."

"¿Por qué debería? Solo eras un dios."

El dios asintió con usa sonrisa aún más grande.

"Soy el ancestral dios de la guerra ¿Tu eres?"

¿Dios de la guerra?... Demonios, pensé que sería calvo.

"Soy Ryu Izumi, no sabía que existía un dios de la guerra."

Él se sentó en el suelo mientras suspiraba, parece que lo canso la presentación.

"Hay muchos dioses diferentes, demasiado, depende de su talento, linajes y poder, está el dios del hielo, el dios del alcohol, el dios de la magia, el dios de la estrella y así, mayormente están en sectas, clanes o en una familia muy grande, creo que el actual dios de la guerra, el cual es un demente, está en la secta que cree hace miles de años, la secta de la divina guerra, debería ser el actual maestro."

"Demasiada información."

"Jajaja, puede que si niño."

Suspiré y lo volví a mirar.

"Dijiste que eres el "Ancestral" dios de la guerra y dijiste "El actual" está en esa secta, eso quieres decir que no eres el dios de la guerra ya ¿Verdad?"

Él asintió.

"Mori hace miles de años."

Di unos pasos hacia atrás.

"¿E-eres un fantasma?"

"Jajaja... No, solo soy el ultimo fragmento del alma de mi yo original."

Suspire aliviado, odio los fantasmas.

"Entonces, ¿Por qué demonios estoy delante de ti en este momento?"

Él lentamente se puso de pie con una sonrisa.

"Estuve esperando durante más de 10.000.000 años un sucesor para que recibiera mi herencia y por fin lo encontré."

"¿Sucesor?"

"Si, yo soy uno de los primeros dioses de la guerra de la era primordial y fui nombrado el dios de la guerra más fuerte, pero nunca tuve descendencia o discípulos, por ello, dejé cinco fragmentos de mi alma para un día encontrar sucesores que hereden mí fuerza, encontré varios a los cuales heredé mi poder, un total de cuatro, soy el ultimo fragmento que queda y parece que mi trabajo llega a su fin con tu llegada."

El tomo su gigantesca espada, media alrededor de 1,8 metros, su ancho era de treinta centímetros y su grosor era de dos centímetros. Me apunto con esa espada.

"Si tienes lo necesario, te daré mi herencia, algo que incluso los dioses desean."

Cambie mi mirada, me quite la máscara y tome mi espada mientras no despegaba la mirada de él.

"No me interesa mucho la herencia de un dios, pero no puedo negar que me agradaría, no eres como los otros dioses que he conocido."

"Heh, gracias por el alago."

Patee el suelo y azote mi espada hacia él.

*Choque*

Él bloqueo fácilmente mi ataque.