ella nunca sonreía
al menos eso era lo que creían,
su sonrisa tenía dueña
su corazón también
que cosa de joven,
amar sin perder
amar con locura
sin vergüenza, ni amargurasojos color miel,
ojos color café.
no importa la tez,
ni la vejez.
es amor entre ellos,
que ni dios,
se anima a romper.
ESTÁS LEYENDO
«mental place»
Şiira quienes les interese, acá voy a publicar borradores y textos que escribo en notas. -sllr