Expelliarmus | Época de los Merodeadores |

Capítulo 7

~ TRAIDORA ~

Miró el reflejo que el espejo le devolvía. Su corbata era verde con rayas plateadas, y en su capa estaba el escudo de Slytherin. Una cosa que no podía negar y era que el uniforme de Slytherin era precioso, además de que el verde le sentaba genial.

Se miró por última vez y salió del dormitorio, era la hora del desayuno y lo mejor era tener el estómago lleno antes de que las clases comenzarán. Encontró a Diane sentada en uno de los sillones de la Sala Común, se acercó a ella y vio que estaba hablando con un chico que no conocía.

- Mira quien se digna a despertarse – dijo Diane con una sonrisa.

- Ya, bueno, siempre me ha costado levantarme – dijo con una mueca.

- Venga, vamos – dijo levantándose -. Me estoy muriendo de hambre.

Después de que la pelinegra se despidiera del chico, cogió a Nix del brazo y las dos comenzaron a ir al Gran Comedor.

Por el camino, Diane le explicaba lo mucho que se había alegrado de que fuera seleccionada para Slytherin, ya que habría sido toda una tragedia, que Nix fuera a otra casa que no fuera la de las serpientes. Obviamente explicó, que no era lo mismo compartir habitación y clases, a coincidir un par de veces al día. Nix tuvo que darle la razón.

Por una parte, estaba alegre de ir a la misma casa que Diane porque, al fin y al cabo, la chica le había caído jodidamente genial, pero por otra parte seguía resignada por haber quedado ahí y no ir a la casa que esperaba.

Cuando llegaron al Gran Comedor, Nix al ver a su hermano decidió ir a desayunar con él. Quería hablarle y necesitaba un consejo de parte de alguien conocido. Informó a la pelinegra y Diane al ver que Nix iba a desayunar en su PRIMER DÍA de Hogwarts en la casa enemiga casi le dio un patatús.

- Pero Nix, es tu primer día, tienes que desayunar en la mesa de Slytherin – dijo Diane al borde de la histeria.

- La verdad es que prefiero desayunar con mi hermano – volvió a comentar -. Si quieres puedes venir – le ofreció.

Diane abrió los ojos como platos al escuchar la sugerencia de su nueva amiga. ¿Desayunar en le mesa de Gryffindor? ¿Desayunar con los enemigos? Nix se había vuelto loca.

- No, gracias – dijo con un tono suave -. Ya nos veremos luego.

Sin esperar una respuesta por parte de la rubia, se dirigió a la mesa de Slytherin para por fin poder desayunar tranquila sin tener que sufrir ningún ataque de dramatismo.

Diane muchas veces podía llegar a ser demasiado dramática.

Nix, como costumbre, rodó los ojos y fue a donde estaba Perseo desayunando con sus amigos. La mayoría de los que estaban ya dando su primer bocado, miraron impresionados como una Slytherin se sentaba en la mesa de Gryffindor.

¿Qué se creía aquella serpiente sentándose en la mesa de los leones?

Menudo escándalo

- Buenos días Percy – dijo Nix dando un beso en la mejilla de su hermano -. Buenos días chicos.

Nix no se fijó como su hermano y sus amigos se habían callado al ver a la rubia sentada con ellos. Como si no pasará nada, Nix se sirvió un poco de leche, cogió una tostada y comenzó a untarla de mantequilla. Una vez terminado, le dio un gran mordisco y por fin, se fijo como le miraban los chicos.

- ¿Pasa algo? – preguntó después de tragar.

- Nix, ¿qué haces aquí? – preguntó Nicholas, uno de los amigos de Perseo.