Capítulo 5

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~ DRAMA ~


Las dos jóvenes ya llevaban más de una hora hablando. A pesar de tener ideologías diferentes, las dos tenían muchas cosas en común lo que facilitaba más la conversación. Ellas dos sabían que haber hecho las paces había sido lo mejor, ya que ninguna no quería comenzar con mal pie en su primer día.

Diane le había explicado un poco su vida. La familia Sallow llevaba más de una década siendo una de las familias puritanas más antiguas que había desde la época y para ella era un gran orgullo que todos fueran de sangre pura. Le contó que su familia siempre hacía grandes fiestas, en las que ser un invitado era un gran privilegio. Su padre trabajaba en el Ministerio de Magia, concretamente en la Brigada de Aplicación de la Ley Mágica. Básicamente, lo que hacía era hacer cumplir la ley en general, nada del otro mundo. Mientras que su madre, se ocupaba de organizar eventos importantes o llevar las cuentas de la casa.

También le dijo que esperaba quedar en Slytherin, toda su familia fue a la casa de las serpientes y que, como tal, ella tenía que seguir la tradición. Slytherin era perfecta para ella, según pensaba Diane.

Le preguntó por su familia, Nix no hacía falta que contara algo que ya sabía. Ser considerados como unos traidores era algo que le daba absolutamente igual y se alegraba de que su padre se casara con su madre antes que con una desconocida o alguna prima segunda. Obviamente se lo dijo, era incómodo hablar de aquel tema, pero Nix no iba a esconder lo que pensaba. Casarse entre primos era asqueroso solo para preservar su linaje puritano.

Al igual que también le explicó, que no acaba de entender porque quería ser su amiga si ella era mestiza, a lo que Diane, rápidamente cambió de tema. No es que la chica le importará que estatus de sangre eran sus amigos, era obvio que sí, pero había algo le atraía mucho la atención sobre Nix y estaba dispuesta a saber que era.

Aparte de eso, las dos, tenían cosas en común y ella se alegraba en conocer a alguien tan parecido a ella y más de su mismo sexo. Estaba harta de que la mitad de sus amigos (por no decir todos) fueran chicos.

Los chicos no podían entenderla.

Las chicas sí.

- Tengo hambre - se quejó la pelinegra para cambiar de tema -. Tendría que haber llegado ya la mujer del carrito.

- ¿Sabes qué? Mejor voy a ir a buscarlo yo - dijo Nix cogiendo dinero de su pequeño bolso, quería salir un rato de ahí, aquella conversación dejo el entorno con mucha tensión -. ¿Quieres que te traiga algo?

A Diane se le iluminaron los ojos al saber que dentro de nada iba a poder comer, la verdad, es que apenas había desayunado por culpa de los nervios. Se levantó de su sitio y de su baúl sacó un par de monedas para dárselas a su nueva amiga.

- Yo invito - dijo después de darle el dinero.

- No voy a dejar que pagues todo - replicó Nix.

- No me voy a morir por gastarme un par de galeones - contestó cogiendo el gato de la rubia -. Cuando volvamos para la navidad pagas tú.

- Vale - aceptó Nix, guardó su dinero y antes de salir miró a la pelinegra - ¿Qué quieres?

- Un trozo de pastel de calabaza.

La rubia asintió y cerró la puerta del vagón.

Comenzó a caminar yendo al compartimiento de su hermano para ver si ya había llegado o aún no había pasado. Al llegar, abrió la puerta y vio como dos de los amigos de Perseo estaban dormidos y los otros tres estaban compartiendo unas risas.

- Percy - le llamó.

- ¿Qué quieres? - preguntó su hermano con una sonrisa.

- ¿Ha pasado por aquí el carrito de los dulces?

Expelliarmus | Época de los Merodeadores |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora