Expelliarmus | Época de los Merodeadores |

Capítulo 12

~ VISITAS INESPERADAS ~

Aquella mañana Nix se había puesto los patines de cuatro ruedas que le regaló su abuelo por su cumpleaños del año pasado y fue hasta casa de Julius mientras tarareaba una canción que había escuchado en la radio y no sabía el nombre. Durante el camino tuvo que esquivar un par de personas y a un anciano, que a sus espaldas murmuraba un "la juventud de hoy en día...".

Cuando vio que se estaba acercando a la casa de Julius, se acercó al hogar aumentando la velocidad. Al llegar, abrió la pequeña verja que separaba la calle de la casa de los Relish, subió los pequeños escalones con cuidado y tocó el timbre.

Esperó unos minutos, hasta que escuchó unos pasos corriendo, se abrió la puerta, dejando ver como el hermano mayor de Julius, Roger, apareció con una sonrisa ladeada, el pelo rubio despeinado y con los ojos algo enrojecidos.

- Hola, Nix – le saludó con una sonrisa.

- Hola, Roger – contestó Nix un poco embobada, desde que ella tenía memoria, había tenido un pequeño crush con él y por lo visto, aquellos sentimientos seguían -. ¿Está Julius? – preguntó después de unos minutos.

- No, no está – dijo apoyando el brazo en el marco de la puerta.

- Oh – hizo una gran pausa, mirándole fijamente - ¿Y dónde está?

- Se ha ido con mis padres a no sé qué, de mi tía o abuela, no me acuerdo muy bien – dijo con desdén -. Algo aburrido seguro.

- Vaya – contestó desilusionada.

- Ya bueno – dijo tocándose el pelo -. ¿Algo más?

- ¿Cuándo volverá? – preguntó.

- Mmmmmm – murmuró pensativo -. Creo que mañana por la noche o creo que tengo que ir yo ahí, no estoy seguro.

- Roger

- Nix – dijo el adolescente mirándole con interés.

- ¿Sabes algo o absolutamente nada? – preguntó con una ceja levantada.

- Te voy a ser sincero, Nix – dijo apoyando una mano en el hombro de la rubia -. Ahora mismo, no se absolutamente nada, estoy flotando en una nube.

- Pues te voy a dejar en una tu nube – dijo Nix retrocediendo con cuidado.

- Con lo bien que lo estábamos pasando – hizo Roger un pequeño puchero que a Nix, le pareció adorable.

- De maravilla – dijo con sarcasmo -. Solo te pediré una cosa.

- Lo que tú quieras – dijo interrumpiendo.

Nix se aclaró la garganta e intento no enrojecer, en aquel momento se odiaba así misma.

- Si Julius vuelve o tú vas a donde él este – le dijo mientras Roger asentía y con la mirada seguía los movimientos de su mano -. Acuérdate de decirle, que he venido.

- Vale

- ¿Lo has entendido? – le preguntó para asegurarse.

- Claro que sí – le dijo haciéndose el ofendido.

- ¿Seguro?

- Te puedo asegurar que lo he entendido – dijo lentamente -. Pero no te puedo asegurar acordarme de decirle lo que he entendido.

- Valeeee – dijo algo insegura -. Adiós Roger.

- Adiós Nix – dijo despidiéndose con un gesto con la mano.