Capítulo 16

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~ PRIMERAS VECES ~

Colocó bien su mochila en el hombro y continúo caminando por uno de los tantos pasillos de Hogwarts. Hacía exactamente trece minutos que su última clase había terminado y Nix necesitaba tomar algo de aire fresco, ya que se encontraba algo agobiada.

Giró a la derecha, esquivando un grupo de chicos mayores y comenzó a caminar rápido para llegar cuanto antes a los terrenos del castillo. Cuando pisó el húmedo césped, dejó escapar un largo suspiró y se quedó quieta un segundo, para después dirigirse al Lago Negro.

El día entero había sido un horror para ella, todo fue bien hasta que en el desayuno vio a Evan y se acordó de que aquella misma noche los dos estarían solos en algún aula vacía practicando magia. No entendía porque llevaba todo el día nerviosa, sabía que le iba a enseñar manejar mejor la varita pero por alguna extraña razón, desde que se había quedado aquel libro, sabía que no solo se trataba de eso.

Freno en seco cuando escuchó unos rasgueos de guitarra provenir de ahí y comenzó a caminar lentamente, sin hacer ruido, para que no fuera descubierta. Cada vez que se iba aproximando la triste melodía de la guitarra se iba intensificando y notaba que el aura que le rodeaba tenía una pizca de melancolía.

Cuando vio la rizada cabellera se acercó sin titubear, sabiendo de quién se trataba. Se sentó delante de él, dejando su mochila en el césped y observó con atención su rostro detalladamente. Tenía la cabeza recostada en el tronco del árbol y los ojos cerrados, la piel morena le brillaba gracias a el sol y sus labios estaban rosados como solían estarlo. Su cabello rizado le caía por la frente, debido a que los últimos meses no se lo había cortado. Sus largos dedos, seguían tocando las cuerdas de la guitarra hasta que abrió sus verdes ojos y vio a Nix delante de él, mirándole fijamente.

- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? – preguntó al mismo momento que dejaba la guitarra en el césped.

- Un largo rato – respondió sin dejar de mirarle.

Nix vio como suspiraba, se pasaba la mano por el cabello y cruzaba sus piernas. Tenía la mirada perdida y se le notaba un poco apagado.

- ¿Estás bien Nick? – preguntó preocupada.

- ¿Qué te hace pensar que no estoy bien? – respondió con otra pregunta.

- A estas alturas ya estarías bromeando o algo – contestó, encogiéndose de hombros -. Cuéntame, ¿Qué te pasa?

- Me gusta una chica – respondió al cabo de unos minutos.

- No veo qué tiene de malo eso – comentó confundida.

- Si tú supieras – dijo Nick con una amarga sonrisa -. Verás, esta chica me gusta desde segundo, es preciosa y muy inteligente, lo cual le hace más atractiva, pero...

- ¿Pero? – preguntó al ver que se quedaba callado.

- A tu hermano también le gusta – dijo desanimado.

- ¿Perseo? No sabía que le gustaba alguien – dijo muy confundida, ya que por mucho que lo intentará, no conseguía acordarse de si su hermano le había dicho algo -. ¿Cómo lo sabes?

- He encontrado una carta en su cama dirigida a ella – contestó, encogiéndose de hombros -. Luego en la hora de comer me lo dijo, me dijo que tenía pensando hacer.

- Lo siento mucho Nick – dijo Nix con pena, se arrastró por el suelo, hasta llegar a su lado y le cogió de la mano -. De todas maneras, no sabes si a ella le gusta mi hermano o no.

Expelliarmus | Época de los Merodeadores |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora