Contaba los pasos hasta llegar a mi casa. A mí refugio, donde puedo ocultarme y dónde a veces me gustaría que mi vida fuera de otra manera.
-Exhalo- abriendo el grifo de la ducha, y dejo que sea el agua quien me haga ver si estoy cometiendo un error en no ser más valiente a la hora de enfrentarme a los sucesivos problemas que me conlleva por amor o si continúo con mi actor favorito.
Lo amo tanto que sería incapaz de hacer algo en su contra.
Y entonces, aparece de nuevo el rostro de mi madre sufriendo por años y la última vez que vi con vida a Raquel.
¿Qué hago? ¿Cómo puedo mirar a los ojos a Héctor y negarle lo que por él siento?
Sin duda estaré engañándome a mí misma.Salgo de la ducha ante el vocerío de mi abuela llamándome. Me visto a toda prisa para ver qué le sucede a mí abuela.
-— Alba, dime ahora mismo que tuvo no eres esa que esta saliendo por la tele. Dime qué no, por favor, que me sube la tensión ahora mismo.
-— A ver, toma asiento en el sofá y no te alteres aún me haces aún mucha falta.
Sí, aquella que ves que sale de la mano corriendo junto a Héctor soy yo. Al parecer la prensa estaba en la puerta del restaurante donde yo trabajo y donde hoy mismo me he despedido porque mi jefe es un pervertido.—- Pero Alba...¿Qué has echo rica mía?
Ahora eres el objetivo de la prensa, y nos vas arrastrar a los demás.—- Abuela sabía que esto tarde o temprano iba a suceder. Estoy saliendo con Héctor y es normal que la prensa nos pille. Y...respecto a nuestra intimidad, Héctor me ha asegurado que hará lo posible porque nuestras vidas no salgan a la luz.
— Espero que sea así y confío en Héctor. Ahora Alba, debes mentalizarte que tú vida va cambiar de una manera muy brusca. Héctor no es simplemente un actor, es un hombre atractivo y rico. Su vida no es la nuestra. Recuérdalo Alba.
— Voy a visitar a mi mamá, necesito contarle todo lo que está sucediendo. Después nos vemos, gracias abuela por todo.
Me pongo mi chaqueta, una gorra y gafas de sol para intentar camuflarme de la prensa.
Al menos cuando salgo a la calle no veo a nada sospechoso.
Me monto en el bus dirección hacia la clínica.
En el trayecto varias personas me miran con detenimiento, algunos hacen comentarios incluso una mujer algo mayor se atreve a preguntar si soy la novia del actor Héctor Irzu.
Por supuesto lo niego, volteando mi cabeza hacia la ventanilla rezando porque todo esto se acabe pronto.Por fin paso a la clínica, nada más ver a mi madre me lanzo a sus brazos llorando amargamente.
Mi madre me abraza con cuidado como si fuera ha romperme.— Alba mi niña, dime porqué lloras de esa manera. — Empiezo contándole a mi madre lo que me sucede.
De su bolsillo saca un pañuelo, secándome las lágrimas con ternura me anima quitándole importancia al asunto.— Mamá, me estoy volviendo loca, no sé qué hacer. Temo que en el momento que la prensa empiece a interesarse por mí, puedan sacar los trapos sucios de nuestra familia. Y yo no quiero eso.
— Tranquila Alba. Eso no sucederá, además estoy segura que Héctor lo impedirá. Él mismo me lo prometió cuando vino el otro día acompañando a una señorita y me confesó que te ama. — Frunzo mi ceño mirando a mi madre confusa.
Ella al percatarse de mi preocupación, me señala la habitación donde está la chica. Después se va junto a una enfermera a terapia.Intrigada, voy hacia la habitación que me indicó momentos antes mi madre. Toco la puerta y pasó con mucho cuidado encontrándome tumbada encima de la cama a Tania Damme.
Del mismo improvisto me tapo la boca con mi mano.— ¿Tania? Eres tú...
— Alba, ¿Qué haces aquí? Acaso Héctor te ha contado algo.
— Eh...no. He venido a visitar a mi madre y ella ha sido quien me avisó. Antes de nada, quiero que sepas que tienes mi apoyo para poder salir adelante.
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La Obligación de Quererte
Romance* * 2 parte de QUERER, NO ES OBLIGAR ** Recomendable leer antes la 1 parte si quieren entender esta. Gracias.*** ------######################------ Desde que Héctor Irzu puso sus ojos en la humilde camarera Alba. El interés hacia ella fue creciendo...