Capítulo 2

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Muchos jóvenes se llaman a sí mismos maduros sin tener en cuenta de lo que eso significa. Se llaman maduros cuando tienen más problemas y asuntos sin resolver que la agenda apretada de un oficinista. Tampoco estoy diciendo que no sean capaces de hacer algo con sus vidas. Pero no han recibido las suficientes responsabilidades como para saber si pueden con ellas o no.
Ahora mirenme, un parapléjico estudiante de preparatoria que estará a punto de tener un bebé. Eso sí es una gran pero una gran responsabilidad.

-¿A que hora pasará Erick por tí?  - preguntó Melanie.

-En unos 20 minutos - le dije mientras guardaba unos libros en mi mochila.

- No olvides que si quieres que páse por tí sólo marcame, ¿está bien?

-Claro. Lo más seguro es que te marque cuando esté en casa.

-Está bien, te veré en unas horas. - dijo dándome un abrazo - Te quiero Emma.

-Y yo a tí Mel. - le dije mientras ella empujaba mi silla hacia el pórtico.

Nuevamente la cara de entusiasmo que siempre cargaba Erick me ponía de buenas, y más porque ya por lo menos tenía una parte de mi vida planeada. Al llegar a la escuela vi a Iris que no estaba utilizando esas sudaderas que le quedaban como túnicas, con una gran sonrisa en su rostro en alto se inclinó un poco para darme un casto beso, un que ya ansiaba recibir desde hace tiempo.
Con orgullo dejaba ver lo poco que se le alcanzaba a apreciar de su vientre.

-Ese milagro que no traes tus túnicas - le dije entre risitas.

-Decidí dejarlas en casa, ya no puedo seguir escondiendolo, y mucho menos porque estoy completamente enamorada de su futuro padre - dijo dando una pequeña caricia a mi mejilla.

-Vamos, tenemos que ir a clase - dije sonrajandome un poco.

De un momento a otro, hubo mucha tensión en el pasillo al momento que entramos, demasiadas miradas sobre Iris,  sobre mí. El pasillo comenzó a llenarse de murmullos, ha pero demonios, que se pudran.
Si, estoy en silla de ruedas y seré papá y qué.

Nos estuvimos enfrente del casillero de Iris,  comenzó a sacar sus libros y a guardar otros.

-Vaya que el día de hoy seremos el centro de atención - dijo entretenida mirando su casillero.

-¿Nadie lo sabía, lo del embarazo?  - preguntó muy confundido Erick.

-La verdad es que no - le contestó Iris sin preocupaciones - no debían porqué enterarse.

-¿Y entonces, porque deciden hacerlo ahora? - volvió a preguntar.

-Porque tarde o temprano se enterarian de una manera. - le contesté.

-Y ya es un alivio ya no tener que ocultarlo más. - dijo cerrando su casillero.

Al momento en el que ella se dió la vuelta un vaso lleno de refresco fue arrojado a su cara.

-Que lo disfrutes pansona - dijo una chica caminando a un lado de ella.

Ella sólo se quedó inmóvil, limpiandose la cara. Todos esos murmullos se convirtieron en carcajadas. Ahora ya todo me quedaba muy claro. Ahora somos unos peones más en un juego de ajedrez.

Medio tiempo - (Mi Amor En Juego) #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora