Alguna vez llegué a escuchar que, uno luchaba por las cosas que desde el corazón le importaban. Entonces en éste momento podría estar luchando por diversas cosas a la vez, un futuro, familia, dinero o amor. Pero pienso que el tener algo claro por el cual luchar sólo nos limita hasta donde podemos y debemos llegar; para que martirisarnos con eso sabiendo que podemos hacer más de lo que nosotros podremos soñar o imaginar.
-Entonces, ¿qué harán cuando nasca el bebé? - preguntó Erick.
-Aún no lo hemos pensado del todo, pero, ambos seguiremos adelante. Ninguno de los dos dejará la escuela. - le contesté.
-Pues vayan pensándolo porque el tiempo pasa demasiado rápido - contestó él - bien sabes que no son cosas que se toman a la ligera.
-Erick, ¿cuando he metido la pata? - le pregunté
-¿Enserio quieres que te lo conteste? - dijo mientras se me quedaba mirando - Tú novia cumplirá 4 meses de embarazo y tú apenas estás a días de cumplir 19 años. Eso creo que te será suficiente.
-Cierto, cierto - dije a carcajadas.
Puede que en el fondo me sienta vacío o impaciente. Bueno sencillo no es.
Durante el tiempo que llevé en la preparatoria estuve con personas que se burlaban de las chicas embarazadas que dejaron el escuela. Mientras que los "padres" sólo fueron escondiéndose bajo los chismes que solían salir a la luz en la escuela casi del diario.Llegué a mi casa y le pedí a Adam que me llevára a mi habitación. Sólo quería recostarme y mirar el techo mientras escuchaba música como solía hacerlo antes, pero mucho antes de que Iris entrara en mi vida.
Como cualquier otra persona me quedé mirando hacía el techo, preguntándome que es lo que debería hacer con mi vida; claro ya una vez después de recuperarme, era más que obvio. Me convertiría en el padre más joven de mi familia, eso quiero pensar yo. Canción tras canción no paraba de imaginarme más de mil y un posibilidades. En unas, noches de fiestas con Iris, en otras cenas románticas, vacaciones familiares con ella y mi hijo. Me ponía muy ansioso en sólo pensar eso.La música se interrumpió por un mensaje, a sólo ver de quien era se dibujó una gran sonrisa de oreja a oreja.
4 abrazos y un café bastaron para enamorarme de tí... el despertarme y mirarte a mi lado hizo que recordara que ya todo lo encontré.
-Con amor, Iris-
No se porqué, pero todo en lo que estaba pensando en ese preciso momento quedó por un lado. Esa sonrisa inmediatamente se convirtieron en palabras que rápidamente escribía. Me tomó un par de minutos en contestarle, jamás me había pasado un bloqueo, bloqueo del cual quería deshacerme, traspasar la barrera del lenguaje de Cervantes hacer de las letras algo mío. Más que mío. Hacerlo algo placentero.
Es perfecta la manera en que me miras y sonríes, cuándo te beso y no necesito nada más que tus cálidas manos que me abriguen es ahí cuando te miro a los ojos y me imagino como descubrí que nos amamos tanto.
-Emmanuel ♤-
Tuve que leer una y otra vez las palabras que le había enviado, para saber si eran las correctas. Para saber si provocaban algo más que sólo ternura, que esas palabras pusieran la tensión en el aire y que cada vez al escucharlas se tuviera que tener control total del cuerpo para una buena satisfacción.
-¿Con que esto es realmente sentirse enamorado? - me pregunté mientras suspiraba.
ESTÁS LEYENDO
Medio tiempo - (Mi Amor En Juego) #2
Teen FictionNota: Es necesario leer el primer libro (Mi amor en juego) para continuar con éste.