The Sexual Game

Sollozos incontrolables

     Al día siguiente despierto y no hay nadie, es un alivio ya que mis ganas de hablar y comunicarme del uno al cien, son menos cien; hoy amanecí susceptible, no quiero a nadie a mi alrededor y mucho menos para recordarme toda esta mierda que me pasa. Hoy es de esos días en los cuales solo quisiera estar en mi cuarto escuchando The Beatles a todo volumen y comiendo helado hasta que me duelan las tripas, pero no, ¿Por qué?, por que tengo que esperar que me quiten toda esta mierda que tengo conectada y pongan en un papelito de pacotilla que puedo salir por esa desgraciada puerta. Cuando ya estoy por explotar, me relaje y comencé a pensar en como iba a vivir el resto de mi vida con toda esta basura encima, pero mi curiosidad puede más que yo y comienzo a revisar mi celular; llamadas, mensajes de texto, mensajes multimedia, buzón de voz, ¡TODO!, y no hay ¡¿NADA?!, este es el colmo, ¿Quién se ha... y de la nada vibra el celular, un mensaje.

“ Lo prometido es deuda,

quita esa carita, princesa.

Estaba entrenando, ¿Creiste

que no te iba a escribir ahora

que se que no tienes quien te

joda la vida?, eso nunca,

te veías muy tierna revisando

el celular y no encontraste nada,

de ahora en adelante tendrás un

mensaje mio cuando despiertes

todos los días, T O D O S, ahora

sonríe. “

-LB.

E irónicamente lo hago, sonrío como una estúpida y sin que pudiera releer el mensaje y contestar, llega otro tras el anterior.

“Ves, te ves preciosa sonriendo,

sigue haciéndolo y sabré que te

encuentras bien, si no, veré de

que manera, alegrarte.”

-LB.

Miro hacia la puerta y me doy cuenta que está entre cerrada, me levanto de la cama con rapidez a ver si logro observar a alguien afuera y cuando llego, no hay nadie más que una enfermera preguntándome con señas, si sucede algo, le respondo con la cabeza que no asintiendole por su preocupación y cuando estoy por cerrar la puerta, suena un golpe en la ventana, volteo y no hay nadie tampoco, me acerco y veo a un hombre correr entre los árboles , pero no logro ver ni su cara ni su contextura corporal, esto es muy frustrante, esta situación me tiene realmente cansada, ¿Quién será “LB”?, quiero averiguarlo cuanto antes para enfrentarlo y saber porque no termina de acercarse a mi, aunque siga pensando que es un acosador, siento curiosidad por saber de quien se trata, para curiosa, yo, así que no me quedaré en paz hasta que consiga saber solo su nombre. Me recuesto en la cama de nuevo y poco después llega una enfermera con mi respectivo desayuno, con mis medicinas incluidas, me informa que dentro de unos minutos vendrá el doctor a darme el alta e indicarme unas recetas para mi recuperación, en el momento en que la enfermera se va, entra André.

-Hola, princesa.

-Hola, sapito.

-Bésame para transformarme.

-Asco.

-Ven.

Se acerca con boca de pez, me abraza y me quiere dar besitos pero yo me niego y termina haciéndome cosquillas por un minuto que para mi se hizo una eternidad.

- Ya, ya, ya, ya, por favor.

Digo entre risas, lágrimas y suspiros.

- Me encanta verte reír, por eso lo hago.