-Bien, veamos...tomates, huevos, tocino para ti, algunas naranjas, granos de café, curitas... y eso debería ser todo- leyó Brian los últimos artículos de la lista que pasó casi media hora haciendo. - ¿Tienes alguna otra idea de lo que podríamos necesitar? - preguntó al espacio vacío detrás de él.
- ¡Mon-honz-nez! - dijo su compañero al otro lado del lugar, lo que probablemente sería el baño.
El guitarrista no pareció apreciar ni entender lo dicho - ¿Qué? ¡No te oigo! -
- ¡CONDONES! - una voz detrás de él gritó tan fuerte que probablemente se había escuchado al otro lado de la pared. El castaño se sorprendió al oírle, y como consecuencia de ello, el papel se le cayó de las manos. Hubo una risita y entonces la delgada figura rubia de Roger Taylor sosteniendo un cepillo de dientes apareció frente a él. - No te sorprendas tanto, no es mi culpa que nos quedemos sin ellos otra vez -
- Vaya que sí, porque mi idea favorita para pasar la tarde un domingo es perforar condones para comprar otros. Eso es precisamente lo que hago todos los fines de semana - respondió el rizado con sarcasmo. - De todos modos, rubia, no puedes hablar en serio. No puedo poner eso en la lista de compras que le voy a dar a John -
Y cuando se dio cuenta de lo desafortunado que era lo que había dicho, ya era demasiado tarde. Una sonrisa traviesa se extendió por la cara de Roger, pues estaba más que feliz de ayudar a Brian a cavar su propia tumba.
- Por suerte no hay problema; puedo escribirlo por ti - ronroneó el baterista, cogiendo el trozo de papel que yacía en el suelo y dirigiéndose hacia el escritorio.
Esta vez fue Brian quien gritó.
Su "NO" resonó por todo el piso.
Sin embargo, no pareció poner nervioso al rubio ni siquiera en lo más mínimo. La sonrisa del hombre más pequeño se extendió aún más mientras buscaba un delineador rosa brillante y fluorescente y escribía C O N D O N E S en mayúsculas al final de la lista cuidadosamente preparada por el castaño.
Entonces el guitarrista colocó las manos en su cabeza al verle. - No te olvides de añadir algunos detalles - gruñó aún sin aprender de su error anterior en lo más mínimo - pon el tamaño que usamos en centímetros para que John no se aburra tanto en buscar -
Y, lamentablemente, cayó en lo más profundo de su miseria como para darse cuenta del sonido del garabateo en el papel.
Fue demasiado tarde.
Cuando sonó el timbre de la puerta, Roger se levantó de la silla en la que estaba sentado y rápidamente, como si se tratara de un rayo, corrió hacia el pasillo para saludar a su compañero de banda. Cuando Brian gritó "¡Espera, no!", Roger ya estaba cerrando la puerta, dejando afuera a John. Luego escuchó pasos rápidos, otra puerta que se cerró de golpe y el suave clic de la cerradura.
Y luego un silencio seguido de algún tipo de zumbido melódico.
Se levantó del sofá en el que estaba sentado y se dirigió a su dormitorio. - Abre la puerta, pequeña sabandija- ordenó mientras golpeaba sus nudillos contra la superficie - Abre para poder estrangularte-
Nada cambió excepto por algunos sonidos que podía oír o más precisamente el zumbido ahora transformado en palabras reales. Brian no tardó mucho en darse cuenta de que la melodía que escuchaba le resultaba muy familiar.
- ¿Roger? ¿En serio estás cantando Don't Stop Me Now en estos momentos? - preguntó para asegurarse de algo que ya sabía demasiado bien.
Una risita vino de detrás de la puerta seguida de un "Sí" amortiguado antes de que el rubio retomara su canto.- Oh, entonces es una pena que te hayas encerrado ahí dentro, porque no puedo llegar a ti y tratarte como te mereces - le informó el castaño mientras movía cuidadosamente la cerradura de un lado a otro - y aún peor es que olvidaste que la cerradura de nuestro dormitorio está rota y que la puerta puede abrirse incluso cuando está cerrada - terminó la frase con un rápido -pero cuidadoso- golpe en la puerta que ahora estaba desbloqueada. Cuando vio a su novio chillar y retroceder hacia la cama, el guitarrista tuvo que reconocer que suministrar el cajón de su mesita de noche no había sido tan mala idea después de todo.
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Dos horas más tarde John regresó después de comprar lo pedido. Fue Brian quien abrió la puerta esta vez y , aunque se le acercó con mucho cuidado, Deacon actuó como si nada hubiera pasado respecto al pedido de Taylor. Le entregó los artículos comprados, le informó de las cosas que no pudo conseguir, habló en voz baja de que el centro comercial estaba lleno de gente y le informó del trabajo de estudio que planeaban hacer la semana siguiente antes de que se marchara.
- Oh, y sobre los condones - John se detuvo antes de la puerta, justo a tiempo para que Brian empezara a pensar que no hubo ningún incidente embarazoso. - Me pareció que lo que me pediste era poco detallado, así que tuve que dividirla en partes. Aquí están - dijo antes de buscar en el bolsillo izquierdo de sus pantalones - Los extragrandes- otro bolsillo - Los que huelen a aloe vera - bolsillo de la chaqueta - Los de la caja azul, creo que tiene algo que ver con la lubricación extra; los de color morado; y finalmente - John hizo una dramática pausa - estos que tuve que pedirle a Freddie para que me ayude: ¡condones que brillan en la oscuridad! - dijo mientras dejaba las cinco cajas en los brazos cruzados de Brian, quién se había puesto cada vez más rojo con cada palabra que John decía. - Vi que también dibujaste florecitas en lo que me pediste; me puse a indagar, pero al final decidí dejar de buscar condones con estampado de flores porque desafortunadamente fui a un supermercado, no a un sexshop, Brian. En fin, disfruta del fin de semana - guiñó el ojo y se volteó para irse.
Ante lo ocurrido, el más alto se encontró incapaz de moverse, de pie en el pasillo con la boca bien abierta y las manos llenas de pequeños paquetes hasta que escuchó un fuerte sonido. Se dio la vuelta y vio a su novio tirado en el suelo, temblando de una risa histérica y diciendo algo que sonaba sospechosamente como "hagamos" - risas - "bombas de agua" entre convulsiones de chillidos.
Y sí, definitivamente sería un largo fin de semana, pero, al menos, al fin tenían un buen suministro de condones ...
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Thinking you're a pervert ━ [Queen]
MizahBrian nunca se imaginó escuchar a John decirle "Desafortunadamente fui a un supermercado, no a un sexshop". En retrospectiva, no debería haberle sorprendido, dado que su novio estaba involucrado en todo esto. ¿Quién iba a pensar que incluso una lis...