Cap 14: Un amor entre las sombras.

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*Con Nathaniel*

Me desperté con Sucrette al lado, con mi brazo por debajo de su espalda, pero ella estaba mirando hacia el  techo, completamente perdida en sus pensamientos. Por su cara no parecían ser muy felices, así que me giré y puse mi otro brazo en su cintura, atrayendola un poco hacia mi.

-N- Por qué esa cara, preciosa? Qué te pasa?

Giró su cabeza para mirarme un momento y dedicarme una falsa sonrisa.

-S- Nada amor, no te preocupes...

Tras decir esto, volvió a mirar hacia arriba y otra vez puso la misma expresión de tristeza.

-N- Te crees que eso va a colar? Venga, dime que te pasa.

Se giró hacia mi completamente y quedamos a unos centímetros de distancia.

-S- Yo... tengo miedo...

-N- Miedo? Ya quieres cortar conmigo? Si ni siquiera me has dado tiempo a cagarla! *Risita*

Ella me dió un puñetazo en el hombro mientras que yo seguía riéndome.

-S- Nath! Esto es serio, idiota!

-N- Vale, vale! Te escucho.

-S- Pues... qué vamos ha hacer? Si mis amigos ya me han dejado de lado por quedar contigo de vez en cuando, son capaces de quemarme viva si se enteran de que estamos juntos, y a ti no me imagino que te harán... Además, está mi padre, que sabes que siempre quiso para mi un ricachón para que puedan vivir de mi, te acuerdas como se puso cuando se enteró que estaba contigo? Casi me echa de casa! Pues imaginate ahora... No quiero volverme a separar de ti, no lo soportaría...

Ya había pensado en eso y me había asustado, pero oírla diciéndolo tan preocupada, me parte el corazón. Le puse un mechón de pelo por detrás de su oreja y le dí un beso en la frente.

-N- Venga preciosa, alegra esa cara, me mata verte así. Lo mantendremos en secreto durante un tiempo y luego, cuando se relaje el ambiente, se lo diremos a todos, vale?

-S- Va a ser lo mejor...

-N- Ahora duerme un poco. Aún te quedan dos horas.

Nos dimos un pequeño pero tierno beso en los labios y ella estrechó su cuerpo contra mi pecho. Abrazados, nos quedamos dormidos en un plácido sueño. Después de tantos años, volvía a dormir con la única mujer que he amado de verdad, y es la una de las sensaciones más bellas que he experimentado en mi vida.

*Con Sucrette*

Me desperté abrazada a mi ya novio y, sinceramente, no me quería levantar. Estaba tan calentita y refugiada entre los brazos de Nathaniel, que nada más importaba. Pero, lamentablemente, aún no tengo el poder de parar el tiempo o de que los lunes se conviertan en sábados. Me costó un rato saber cual eran las partes de mi cuerpo y cual las suyas, pero, a mí pesar, lo conseguí y me deshice de su abrazo.

Me levanté e intenté encontrar lo más rápido posible mi ropa entre toda esa maraña que indicaba que aquella había sido una buena noche. Me vestí y me peine como pude. Volví a su habitación para buscar mi bolso, y me encontré a Nath ya levantado y casi vestido del todo. Me acerqué lenta y probocadoramente, mientras que él tenía una pícara sonrisa. Rodeé su cuello con mis manos y el las puso rodeando mi cintura.

-S- Al parecer el bello durmiente se ha despertado.

-N- No es culpa mía de que tenga una novia tan madrugadora.

-S- Madrugadora te voy a dar yo a ti... Si quieres yo me quedo, pero luego te toca a ti explicarle a los profesores por qué no fui ha clases hoy.

-N- Jaja, me imagino la cara del señor escotes al oír porque no fuiste.

Otra vez tú... (Cdmu Nathaniel×Sucrette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora