Cap 49: Planes fallidos

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*Con Nathaniel*

El atardecer ya se mostraba en el cielo, y era la hora de llevar a cabo el plan. Las horas de los últimos días habían caído como puñales al imaginarme como estarían las dos personas a las que más quiero, pero no había nada que pudiera hacer. Tan sólo esperar.

El plan que Eric me había dado era muy riesgoso, pero si salía bien todo terminaría y por fin podría tener una vida normal. 

Cuando hui de la ciudad dejándolo todo atrás realmente no tenía otra opción. De aquellas estaba tratando de reunir información sobre el cártel para tratar de desmantelarlo, pero me descubrieron y me amenazaron, por lo que tuve que salir cuanto antes.

Eric me encontró y me llevó a un hotel bajo protección policial mientras las cosas no se calmaban.

Debía llamar la atención de los bastardos del cártel, por lo que me teñí el pelo de verde durante mi estancia fuera de la ciudad y compré la ropa más chillona que encontré en el supermercado. Con el drástico cambio de look pensarán que intento pasar desapercibido.

Prácticamente, era un cebo.

Me paseaba por la ciudad con un ritmo calmado. Sabía los riesgos que tenía todo aquello, pero no era lo importante, debía concentrarme en el plan.

Tarde o temprano los del cártel saldrían de su guarida. Como la policía necesitaba pruebas, debía discutir con ellos hasta que cantasen, seguirles la corriente. 

Tenía una grabadora constantemente funcionando en mi bolsillo para llevar a cabo el plan.

Aquello, irremediablemente, me recordaba a los años del instituto, con Debrah.

Recordé aquel día donde todo el instituto se había vuelto contra Sucrette por culpa de la antes nombrada. Su la había llevado hasta la sala de profesores, donde Debrah dijo todo lo que había hecho mientras que yo había encendido los altavozes, haciendo que todo el instituto se diera cuenta de cuan tóxica era la ojiazul.

Cuanto habían cambiado las cosas desde entonces...

Ese hilo de pensamientos rápidamente me llevó a Sucrette y a Ámber.

Las echaba de menos. Mucho de menos. Ya que las amaba mucho más de lo que imaginé amar a nadie jamás. Al fin y al cabo, una era el amor de mi vida, y la otra mi amada gemela. 

Pero no había nada que pudiera hacer más que desear que todo el plan saliera bien y, en caso de que no funcionara, rogar por que ellas me olvidaran y llevar una vida plena y feliz.  

Volví a la realidad en cuanto una mano tocó con no mucha sutileza mi hombro. Me giré al momento, preparado para golpear algún rostro si fuera necesario.

Pero todo fue en vano en cuanto sentí un frío filo metálico depositarse amenazante en mi cuello. 

Un hombre unos centímetros más alto que yo me amenazaba con una navaja. Tenía un gorro negro sobre su cabeza y vestía con un chándal rojo. Sus ojos no se distinguían apenas en la oscuridad, pero parecían tener un tono marrón verdoso.

Me parecía haberlo visto antes, pero no estaba seguro.  Tan sólo sabía que aquello no podía resultar en nada bueno.

-N- ¿Qué coño quieres?-  Dije, casi escupiendo las palabras.

-¿?- Que vengas conmigo, a no ser que quieres que yo y mis amigos nos follemos a tu querida noviecita y a tu otra amiga. 

Aquella frase me revolvió el estómago. De sólo pensar en lo que les podrían llegar a hacer me daban ganas de pegarle una paliza a él y al resto de su banda.

Otra vez tú... (Cdmu Nathaniel×Sucrette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora