Cap 40: Sí quiero

331 26 17
                                    

*Con Sucrette*

-N- Creo que es el momento de que sepas quienes son esos tipos que te acosaron el primer día que llegaste.

De la sorpresa, me atraganté con mi propia saliva, provocándome una tosecilla algo estúpida.

-S- Q-qué? Nath, explícate.

Se movió nerviosamente en su asiento, como tratando de encontrar las palabras exactas.

-N- Yo... Bueno... Sabes que siempre he tratado de ocultarte lo que está pasando en mi vida, y eso tiene una razón.

Se aclaró la garganta, lo que era perfecto para tratar de calmar sus notables nervios y para darme tiempo a saber lo que estaba pasando.

Quería contestarle algo, pero obté por dejarle hablar primero.

-N- Voy a intentar ir al grano... Resumiendo, yo... Hace tiempo me metí en un cartel de droga, con gente muy poco recomendable.

Sinceramente, me esperaba algo así, pero una cosa es imaginártelo y otra oírlo de verdad.

-N- Ellos son muy peligrosos, por lo que no puedo salir de toda esta mierda tan facilmente. Si lo hiciera, serían capaces de... de matarme, incluso.

Un escalofrío recorrió mi espina dorsal al imaginarme lo que le podía pasar al dueño de esos bellos ojos, los que ahora estaban algo cristalizados por las lágrimas que se acumulaban en ellos.

-S- Dios, Nath... No digas tonterías, e-esto es demasiado fuerte para creérlo.

En su mirada pude ver como él realmente deseaba que esto no fuera verdad.

-N- Yo... No puedo permitir que la tomen contigo. En el fondo, sé que me lo merezco por haber entrado en todo esto, pero tú no tienes por qué estar metida. Por eso al principio de nuestra relación tuve tantas dudas acerca de si estar contigo o no.

Coloqué una de mis manos en su mandíbula, y acaricié con mi dedo pulgar sus tersos labios.

-S- No digas que te mereces todo esto, porque... No es verdad, sé que no es verdad.

Me miró, algo avergonzado.

-N- Ellos serían capaces hasta de usarte contra mí, y no quiero darles ese gusto... Aquel día en el que me viste hablar con dos de esos tipos, los cuales me estaban coaccionando con algo... Ese algo era una foto tuya y mía, cogidos de las manos...

Entonces, recordé cuando vi que le habían dado un puñetazo en el ojo, provocándo que se me revolviera el estómago.

-N- Por eso, durante todo este tiempo me he ido alejando de la gente. Los rumores corren rápido, y los demás olvidan a personas como yo, por su mera seguridad. Todos... menos tú. No sé si es porque eres demasiado ingenua, o demasiado buena, o... Yo que sé. La cuestión es que me alegro de que tú no te hayas apartado de mi lado como lo hacen todos, pero... Tengo tantísimo miedo de que por mi culpa te pudiera pasar algo...

Nuestras miradas se iban nublando más y más, pero tanto el uno como el otro tratábamos de no llorar para intentar parecer fuertes.

-N- Tú me has recordado lo que es el mirar a una persona y olvidarse de todo, del mundo, de la mierda que hay en mi vida, pero ahora... Ya es demasiado tarde...

Bajó la cabeza, pero aún así pude ver una lágrima escurriéndose por su mejilla.

-N- ...Demasiado tarde...

Dejó caer su cabeza contra mi pecho, y rodeó mi cintura con sus brazos. Puse mis manos en su espalda como símbolo de apoyo, y ambos nos quedamos así durante un par de minutos.

Otra vez tú... (Cdmu Nathaniel×Sucrette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora