Cap 29: Besos robados

335 24 16
                                    

*Con Sucrette*

Llegué al Cosy Bear Café intentando asimilar todo lo que acababa de pasar. Algo en mis pensamientos no cuadraba.

De todo lo que podía pasar en el mundo, que posibilidad había de que mi novio se estuviera viendo para cosas no muy legales con el tipo que me había acosado, y lo peor es que el sabe perfectamente lo que hizo ese desgraciado y no le importa!

Respira, Sucrette... Me prometí que no me iba a enfadar...

Por mi cabeza surcó el recuerdo de él y yo en la playa, cuando me contó con qué tipo de gente estaba trabajando, pero de eso ya hace mucho tiempo! Sigue en deuda con esa gente?

Que pasaría si le pasara algo? Si no lo vuelvo a ver? Si acaba en un callejon tirado en el suelo por una paliza? O peor... Apuñalado?

Definitivamente si sigo pensando en estas cosas me acabaré poniendo enferma.

En lo que duró mi turno no crucé ni una palabra con Hyun, por lo que el ambiente era increíblemente entrecortado e incómodo. También tuve que comerme un par de miradas interrogativas de Clemence, que no entendía por qué su queridísimo Hyun estaba tan decaído.

Salí del trabajo rapidamente tratando de no tener ninguna discusión y me fui directa a mi casa.

Mientras caminaba sentí como una mano se posaba en mi hombro, por lo que un momento pensé que era Nathaniel. Así que estaba preparada para una oleada de preguntas.

Me giré y, en vez de cruzarme con unos ojos ambar, me topé con un pelo rojo amarrado en una coleta.

Castiel.

Ahora que lo pienso ya hace mucho que no me lo cruzo por ahí, dónde habrá estado?

Por un momento se me había olvidado quién es mi novio y quién odia a mi novio, a la par de cuantas personas sabían quién era mi novio.

Ok, esa iba a ser una conversación basatante larga.

-S- Hola Castiel...

-C- Hola Su! Que tal estás?

-S- Bueno... No ha sido un día facil...

-C- Se te nota en la cara... Lo has arreglado con Rosalya y Alexy?

Que raro... Aún nada sobre Nath? Es posible que no lo sepa?

-S- Sí, pero nos hemos vuelto a enfadar...

-C- Vaya, se me había olvidado la tendencia que tienes a meterte en líos.

-S- Por cierto, hacía tiempo que no te veía, donde has estado?

-C- Como mi banda y yo no hemos estado demasiado inspirados, nos hemos pegado un pequeño descanso para aprobechar y escribir canciones tranquilamente.

Ah, eso lo explica todo.

Bueno, no voy a negar que me haya alegrado de que no lo supiera, más peleas? No por favor.

-C- Bueno, te apetece dar una vuelta?

-S- Claro!

Estuvimos caminando un buen rato, mientras que yo le relataba algunas cosas que me habían pasado útimamente y él me contó anécdotas divertidas con fans locos.

Me comentó como una de ellas se coló en su camerino cuando salía de la ducha con una tolla y como la chica se desmayó; también como un chabal se tiró al escenario, le cogió el micro y gritó "Viva la anarquía!" y también como le llegó un sujetador hasta el escenario.

Se me acaban de quitar las ganas de ser todo lo que tenga que ver con un escenario.

Tengo que admitir que me lo estaba pasando muy bien, últimamente no había podido hablar con nadie a parte de Chani que no me juzgase por la persona con la que salgo.

-S- De verdad te tiraron un sujetador?

-C- Sí, bastante bonito tengo que admitir.

-S- Así que ahora te dedicas a juzgar ropa interior de chicas?

-C- Jaja, pues no estaría mal!

-S- Ni que lo digas, sería un buen trabajo!

Tras un segundo de silencio, detuvo el paso y se giró hacia mí.

-C- Oye... Sucrette, yo...

Cogió rápidamente mi cabeza con su mano y acercó sus labios a los míos, con una fuerza y velocidad que se me fue imposible librarme del beso.

*Con Nathaniel*

Estaba siendo un día algo duro, así que me apetecía dar unas vueltas por la ciudad, inmerso en mis pensamientos.

Tenía muchas cosas que explicarle a Sucrette, aunque tenía miedo de como podía reaccionar; pero, sobretodo, a que ella pueda salir dañada.

Sé los riesgos que estoy tomando, pero no puedo dejarla así porque así. No quiero y no puedo, es superior a mis fuerzas.

Solo espero poder salir de este círculo vicioso pronto.

Mientras caminaba por ahí, crucé una esquina cabizbajo y, al alzar la cabeza, lo vi.

Miré a Castiel, al cual distinguí bien ya que estaba cara a mí, y estaba besando a alguién.

A una chica con un largo pelo castaño que conocía perfectamente.

Sucrette.

En ese momento sentí algo en mi interior, una mezcla de rabia y tristeza subió hasta mis sienes.

Pude notar una de las peores sensaciones que había experimentado nunca, pero que se me hacía familiar. Era lo mismo que sentí cuando decidimos que era mejor cortar nuestra relación años antes.

Incluso pude sentir como un crujido en mi interior se extendía por todo mi cuerpo, pude sentir como se me rompía el corazón.

*Con Sucrette*

El beso duró unos segundos, y se me fue imposible librarme de sus fuertes brazos en ese tiempo.

En cuanto me soltó estaba preparada para decirle un par de cosas, pero en ese momento escuché una voz a mi derecha que conocía demasiado bien.

Oh no, por favor, todo menos eso...

Los dos nos giramos y, exactamete, vimos a Nathaniel con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

Mierda.

-N- Pero bueno, si es Sucrette, la experta en dejar tirada a la gente...

Intentaba parecer rudo, pero pude notar como su voz estaba algo rota, lo cual me rompió el corazón.

-S- Nath, por favor, no es lo q-

-N- Que no es lo que creo? Y entonces que es? Sabía que ya me habías roto el corazón una vez, pero igual volví a caer como un idiota! Y con respecto a ti...

Señaló a Castiel, el cual observaba la escena muy sorprendido y aturdido.

-N- Te pegaría un puñetazo pero le tengo respeto a mi puño. Hasta nunca.

Se fue rápidamente y, cuando lo iba a seguir, escuché la voz de Castiel detrás mía.

-C- No me jodas, habéis vuelto?

Apreté fuertemente los puños por la rabia incontrolable que se apoderaba de mí.

Sin poderlo evitar, me giré y le pegé una bofetada en su mejilla derecha.

Sé que estuvo mal, pero no lo pude evitar. Estaba enfadada, muy enfadada, y lo tomé con Castiel. Al fin y al cabo, él no sabía nada, por lo que no tenía la culpa. Pero necesitaba hacerlo, el que tuviera la cara de preguntar, después de haber visto lo que acababa de pasar, si estabamos juntos fue superior a mí.

Me fui corriendo tratando de ir tras Nathaniel, pero ya era demasiado tarde.

En ese momento me di cuenta de que de un día para otro había perdido todo lo que tenía.

No me puedo imaginar un mundo sin Nathaniel, y creo que esta pelea no va a ser tan fácil de solucionar.

Que va a ser de mi vida ahora?

Me siento... rota...

(Pues ya está, yo voy a dejaros este capítulo por aquí y ya os podéis ir repartiendo el clorox :"v)

Otra vez tú... (Cdmu Nathaniel×Sucrette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora