Tratabas de convencerte de que bien estabas,
pero no sabes de que la experiencia trata.
Solo sonreías, yo el fondo de tu alma
en un delgado hilo observaba.
Ese hilo que se podía prender en un minuto,
pero apagarse en un segundo.
Consiente de ello estabas,
se apagaba, cada día menos de él quedaba.
Al final se rompió, tal como esperabas...
Tu alma se rompió por no haber sido vista;
Mas que por mí, tú misma.