No me tientes,
no te acerques demasiado;
pues si lo haces, puede que me deshaga
que no pueda más con mis ganas,
que haga del cielo tinieblas
y de lo que hay entre tú y yo,
algo que descienda.
Pues tus ojos me hacen pensar
y pensando en ellos me puedo quedar
hasta ver el fin llegar.
No me tientes,
pues puede que no resista
y de tus brazos no más desista.