How you remind me

Capítulo 13.

Tendrían otra fiesta a pesar de la forma en que resultó la última y Steve insistió en que ¡sería épica! Snot supuso que eso era un error, pero Steve era tan insistente y ¿cómo podía decirle al chico que "no" a algo en realidad? Steve le dijo que era por su propio bien, que merecía divertirse un poco, que había pasado por muchas cosas y Snot estuvo de acuerdo; sin embargo, sabía que se trataba de una forma convincente para que beba y se divierta pero no dijo nada. Dejó que su novio siguiera adelante e hiciera lo que quisiera, simplemente mantendría la cabeza baja y permanecería sobrio para asegurarse de que no ocurriera nada malo.

La música estaba demasiado estridente, había toneladas de cerveza y todos la estaban pasando bien, bueno, no todos, Snot no la estaba pasando bien, nunca la pasaba bien, ahora se encontraba junto a la mesa con todas las papas fritas y la pizza que parecían estar expuestas para todos los compañeros de su escuela que inundaban la casa Smith. No era común que tuviera algún desdén por esas personas, pero definitivamente no se llevaba bien con ninguno de ellos.

Y ¿dónde estaban Barry y Toshi? notó que no habían venido a la "Fiesta Épica", probablemente habían tenido la idea de evitar ir allí a toda costa, sabiendo que era muy probable que se meterían en problemas. Sin embargo, nada malo había sucedido, solo veía un montón de ebrios de secundaria pasando un gran rato, los ojos marrones de Snot se movieron para buscar a su novio, esquivando la multitud de adolescentes, su corazón sintió un poco de pánico al no poder encontrarlo, la parte más insegura de su mente le insistió con tranquilidad que se fue a algún lugar con una chica a besarse o aún peor... pero en ese momento, vio al menor parado cerca de la cocina y contando chistes a un grupo de chicos y chicas mientras sostenía su vaso rojo con ponche, todos se echaron a reír.

Steve volteó su mirada y vio a Snot del otro lado de la habitación, lanzándole una sonrisa que el chico de cabello rizado correspondió ¿a quién engañaba? su relación era sólida, nada podía separarlos.

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Las horas pasaron y finalmente la fiesta estaba terminando, todos los adolescentes estaban ebrios y algunos casi sobrios, habiendo vomitado sus entrañas una vez más en el baño escaleras arriba. Cuando el último de aquellos revoltosos salió, Steve caminó hacia la puerta principal y Snot tuvo que apoyar una mano suavemente en su espalda del menor para estabilizarlo, fue bueno que lo haya dejado beber ya que Steve al parecer había bebido más que suficiente para los dos. Cuando finalmente cerró la puerta, el chico de lentes le sonrió.

-Bueno, eso fue divertido, ya sabes, ese fue... un muy buen momento. Fue agradable y divertido-se arrastró sonriendo de oreja a oreja cuando Snot se rió entre dientes ante la postura del menor y la gesticulación de sus manos-me gustó mucho ¿a ti no?-

-Tuve un buen rato también.

-¿Bueno? ¡¿es en serio?!-comenzó a gritar el chico con incredulidad cuando tropezó hacia él aferrando sus manos en la tela de su camisa-¿quieres decir que no la pasaste bien? ¿no la pasaste bien... Schmuely?-

-Siempre lo paso bien contigo ¿sabes?-frotó suavemente el hombro de su novio de forma tranquilizante, Steve estaba demasiado ebrio en ese momento como para mantener una conversación decente, lo mejor que podían hacer era ir a dormir, eran casi las tres de la mañana y Snot sabía que de alguna forma la familia del menor volvería a casa inesperadamente. Vio como Steve caminaba directamente a la cocina y se ocupaba de buscar algo en la despensa-¿qué estás haciendo, amigo?-

-Busco unas galletas Ritz-murmuró el chico dentro de la despensa, cuando finalmente pudo sacarlas de una gran cantidad de snacks, sintió un poco de alegría y comenzó a rellenar su cara con ellas.

-¿Están buenas?-preguntó Snot arqueando una ceja.

-Uh huh-murmuró Steve ebrio con la boca llena de galletas, le ofreció unas sonriéndole cariñosamente.

-Gracias-le respondió Snot tomando unas cuantas para comer-estoy cansado ¿quieres ir a dormir?-

Steve entrelazó un brazo con el de su novio, dejando la caja de galletas en la mesa y comenzaron a caminar de regreso a la sala de estar para subir las escaleras, pensándolo bien, Steve volvió corriendo a la cocina para llevar la caja de galletas a su habitación.

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Poco después de las diez de la mañana siguiente, los dos adolescentes adormecidos apenas estaban comenzando a despertar bajo las gruesas sábanas de la cama de Steve. Snot fue el primero en despertar, estiró los brazos un poco y reprimió un bostezo en su puño, miró a su novio, supuso que el chico iba a tener una resaca masiva por lo sucedido la noche anterior. Steve aún tenía la cara metida en la almohada como si eso lograra hacer que todo el mundo desapareciera, Snot se inclinó cerca de él y comenzó a hacerle cosquillas en un costado del cuello, una parte que sobresalía de las sábanas y la almohada.

-¡Basta!

Y ahí llegó el clamor sordo y testarudo. Snot se echo a reír y balanceó sus piernas a un lado de la cama intentando comenzar el día.

-Tendrás que levantarte tarde o temprano.

-Entonces será más tarde.

-Está bien-el chico se puso de pie y comenzó a ponerse los pantalones, luego los calcetines y comenzó a buscar sus zapatos-supongo que simplemente me iré-

Steve se levantó de la cama e inmediatamente se estremeció por el brillo a su alrededor, ese malito sol...

-¿Qué quieres decir con eso? pensé que te quedarías todo el día-se quejó el menor mirando de reojo la cara de su novio hasta que éste le entregó sus lentes sobre la mesa de noche.

-Uh ¿no?-Snot lo miró con un leve movimiento de cabeza-tengo que ir a ver a mi tío, Steve. Quiere que limpie la casa con él y todo eso-al ver la expresión tosca del menor, se acercó a la cama para darle un abrazo y un beso-lo siento...-murmuró haciendo un leve puchero.

-Está bien, al menos disfrutamos las últimas noches-dijo Steve sonriendo y le dio un beso en la frente-te amo-

-También te amo.