One

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Llega un instante en donde la persona que jamás pensaste, alborota tu corazón y pone de cabeza todo tu mundo, y piensas ¡Jamás podré enamorarme de esta manera otra vez!

Intentaba concentrarme en los escritos que contenían aquellas páginas de color caoba, aquellas que desprendían un rico aroma a guardado nada mejor que pasar la tarde en la biblioteca del instituto al menos era mejor que compartir el mismo espacio ...

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Intentaba concentrarme en los escritos que contenían aquellas páginas de color caoba, aquellas que desprendían un rico aroma a guardado nada mejor que pasar la tarde en la biblioteca del instituto al menos era mejor que compartir el mismo espacio con mis compañeros odiosos.

Mi paciencia se vio arrebatada al observar cómo un castaño de un metro setenta y nueve agarraba con violencia la pequeña cintura del moreno Namjoon, como no reconocerlo, reconocería en cualquier lugar aquel formado trasero, no quería decir que era un pervertido, pero vamos no podía privarme de ciertas maravillas que me regalaba el mundo.

Golpeé bruscamente el libro contra el escritorio de la biblioteca, llamando la atención de los dos presentes que prácticamente se devoraban la boca, escuchando el chasquido de sus bocas al chocar, a pesar de encontrarme a varios metros de distancia, se escuchan como si estuvieran a escasos centímetros de mí.

— Podrían aguantarse sus ganas de follar, hay personas que desean leer y no ver una película porno — escupí levantándome rápidamente hasta dirigirme a ellos y mirarlos con mi típica cara de póker.

El castaño me miró con su estúpida expresión de molestia sencillamente patético. Seokjin era su nombre además de ser el novio del chico más inteligente del instituto, Kim Namjoon, este último siendo el chico más codiciado a pesar de tener novio — el deportista y egocéntrico Seokjin o Jin, simplemente — todos estaban embelesados por él, todos menos yo. El rubio tenía una vida perfecta, era un hijo prodigio, con una familia perfecta y con buenas condiciones económicas, todo lo contrario, a mí. Era una persona tan superficial y vacía que me hacía sentir tan solo un poco de pena por su persona.

— Mira Yoongo o como sea tu tonto nombre, no te metas en mis asuntos, yo hago lo que se me dé la gana con mi novio en el lugar que yo quiera, así que ahora lárgate antes que te de la paliza de tu vida — su rostro se puso rojo de la furia, pase mi mirada hacía el rubio este me miraba apenado, relaje mi rostro, se veía indefenso, tierno y hasta podía ser que hermoso con su cara sonrojada y sus abultados labios complemente rojos.

— Lo lamento, no te volveremos a molestar — agarro la mano de su estúpido novio — Camina Seokjin, no quiero tener más problemas por tu culpa — el rostro del mencionado se desfiguro, mirando a su novio con culpa y con un puchero que sería tierno si no se tratase de él.

Los vi alejarse escuchando los quejidos del más bajo mientras que el más alto lo ignoraba, pero aun así seguía mantenido el agarre de su mano. Decidí tomar aire, pues sabía que no volvería a retomar mi lectura después de haber visto tremenda escena, lo único que deseaba era arrancarme los ojos. Divisé a lo lejos a mi mejor amigo, a pesar de ser el rarito y el marginado del instituto en general, existió alguien que decidió mirar tras mi máscara, detrás de las mentiras que decía la gente y conocerme en realidad, y así terminé conociéndolo, a mi querido Jung Hoseok, mi mejor amigo — el único en realidad —

ᴏʟᴠɪᴅᴀʟᴏ, ɴᴀᴍᴊᴏᴏɴ © (YOONNAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora